Bruselas

Las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea vuelven a tocar fondo pese al desafío común que supone la invasión rusa de Ucrania. Bruselas ha decidido este miércoles lanzar un arsenal de acciones legales contra Londres por saltarse el acuerdo del Brexit, en particular por lo que se refiere a la frontera en Irlanda del Norte. El Gobierno de Boris Johnson presentó el lunes un proyecto de ley que de aprobarse modificaría unilateralmente el protocolo de Irlanda del Norte, suprimiendo controles aduaneros y acabando con la tutela del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).

Tras un primer análisis legal, la Comisión de Ursula von der Leyen ha llegado a la conclusión de que el proyecto de ley vulnera el derecho internacional. El Gobierno británico pretende "fijar unilateralmente las condiciones de acceso al mercado único", algo que es "inconcebible" e "inaceptable" para la UE, según explican fuentes comunitarias.

El Ejecutivo comunitario sostiene además que la embestida de Londres es "innecesaria", puesto que los problemas prácticos que han surgido en Irlanda del Norte pueden resolverse por la vía del diálogo. De hecho, Bruselas ya propuso en octubre del año pasado una serie de medidas para flexibilizar el protocolo, que según sus cálculos se traducirían en una reducción del 80% de los controles.

[La UE expedientará a Reino Unido por modificar unilateralmente el acuerdo del Brexit]

Sin embargo, el Gobierno de Johnson rechaza sentarse a la mesa del diálogo desde el pasado mes de febrero. A ello hay que sumar que el proyecto de ley para reescribir el protocolo sobre Irlanda del Norte rompe, a juicio de Bruselas, el periodo de tregua iniciado el pasado otoño tras el nombramiento de Liz Truss como ministra de Exteriores. De ahí que la Comisión haya decidido lanzar este miércoles hasta tres procedimientos de infracción distintos contra Londres por incumplir el protocolo.

En primer lugar, Bruselas reactiva un expediente iniciado en marzo de 2021 en el que acusa a Reino Unido de no respetar los requisitos de certificación para el movimiento de productos agroalimentarios y de animales de compañía. El expediente se paralizó el otoño pasado para dejar espacio al diálogo, pero se reinicia ahora por la falta de avances. Si Londres no adopta medidas correctivas en el plazo de dos meses, el caso acabará ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).

El segundo procedimiento de infracción se debe al incumplimiento por parte del Gobierno británico de sus obligaciones en virtud de las normas sanitarias y fitosanitarias de la UE. En particular, Londres no está llevando a cabo los controles exigidos y no garantiza la infraestructura y el personal adecuados en los puestos de control fronterizo de Irlanda del Norte. También ha emitido directrices que tienen como efecto desaplicar la ley de la UE.

En el tercer expediente, la UE acusa a Londres de no proporcionarle determinados datos estadísticos comerciales con respecto a Irlanda del Norte, como exige el protocolo. Los tres expedientes podrían acabar en la imposición de multas diarias a Reino Unido por parte del TJUE, pero el procedimiento durará años. El otro problema es que Johnson está intentando acabar con el papel arbitral del TJUE y podría no reconocer sus sentencias. 

Sin embargo, Bruselas opta de momento por una respuesta "proporcionada" a las provocaciones de Londres. Y de momento evita hablar de recargos arancelarios o de la suspensión del acuerdo de libre comercio con Reino Unido, al menos hasta que el proyecto de ley no se apruebe. 

Es más, el Ejecutivo comunitario ha acompañado el lanzamiento de los nuevos procedimientos de infracción de una nueva oferta de paz a Johnson. Se trata de un documento que detalla cómo funcionarían en la práctica las medidas que propone Bruselas para flexibilizar los controles en Irlanda del Norte, sin renegociar el protocolo. Londres ya ha dicho que esta solución es insuficiente.

"La UE y el Reino Unido deben trabajar juntos para abordar los problemas prácticos que el protocolo crea en Irlanda del Norte debido al Brexit. Todavía estoy convencido de que con voluntad política para hacer que el protocolo funcione, podemos alcanzar nuestros objetivos", ha dicho el vicepresidente de la Comisión responsable del Brexit, Maros Sefcovic.

"Hago un llamamiento a mis homólogos del Reino Unido para que dialoguen de buena fe y exploren todo el potencial de las soluciones que hemos propuesto. Solo las soluciones pactadas crearán la seguridad jurídica que merecen las personas y las empresas de Irlanda del Norte", avisa Sefcovic.

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