"La Reina ha muerto, Dios salve al Rey". Tras el fallecimiento de Isabel II (96 años) la Corona británica ha pasado directamente a manos del que hasta ahora era el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra (73), que asumirá el cargo bajo el nombre de Carlos III.
Por delante tiene una ardua tarea. Su difunta madre era abrumadoramente popular y respetada, pero tras su muerte deja una familia real que en los últimos años ha visto su reputación empañada y en la que las relaciones familiares son tensas. El matrimonio de Carlos y Camilla, los escándalos del príncipe Andrés, el deterioro de la relación entre Enrique y Guillermo... En el palacio de Buckingham se han tenido que enfrentar incluso a acusaciones de racismo, las que vertió Meghan Markle en aquellas famosas declaraciones durante una entrevista con Oprah Winfrey.
Por si esto fuera poco, a Carlos III de Inglaterra le toca asumir un papel de estabilidad en tiempos de incertidumbre, en una época en la que el Reino Unido se enfrenta a cambios políticos y sociales constantes y encara su mayor crisis desde que Isabel II accediera al trono. A sus espaldas tiene las décadas de bagaje que ha acumulado como heredero de la Corona, pero ahora llega el momento de la verdad.
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No son pocos los británicos que hoy se declaran huérfanos y lloran la ausencia de Isabel II ante la inquietud que han traído el 'brexit', la pandemia o la guerra en Ucrania. Retos a los que se enfrenta ahora el nuevo Rey que, a pesar de que llega al trono con 73 años, representa a una generación diferente a la de la Reina. Un ejemplo de ello es que será el primer monarca británico que ha ido a la escuela, en lugar de haber recibido una educación privada con tutores en Palacio como ocurrió con sus predecesores.
Para sus detractores, el nuevo Rey es débil, vanidoso, entrometido y no está preparado para el puesto. Ha sido ridiculizado por hablar con las plantas y obsesionarse con la arquitectura y el medioambiente, y creen que durante mucho tiempo se le estará recordando su matrimonio fallido con la difunta princesa Diana.
Sus partidarios, en cambio, dicen que eso es una distorsión de la realidad y del buen trabajo que hace. Aseguran que simplemente es un incomprendido y que, en áreas como el cambio climático, es un adelantado a su tiempo.
Desafíos de Carlos III
Denostado y respetado a partes iguales (tiene el respaldo del 50% de los británicos), lo cierto es que Carlos III se enfrenta a varios desafíos. No es sólo el Rey de Inglaterra, es el nuevo líder de la Mancomunidad Británica de Naciones (la Commonwealth, las excolonias británicas). Una confederación conformada por 56 países independientes en los que habitan 2.400 millones de personas. Y para 14 de esos países, al igual que para Reino Unido, el Rey es el jefe del Estado.
Esos 14 "reinos" de Reino Unido son: Australia, Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Nueva Zelanda, las Islas Salomón y Tuvalu. Habrá que ver si estos 14 territorios se mantienen bajo la Corona británica en los próximos años.
Por otra parte, tendrá que hacer frente al 'brexit' de la mano de una primera ministra recién llegada al cargo. De hecho, el último acto oficial de la reina Isabel II fue la recepción a la nueva primera ministra, Liz Truss, en Balmoral.
La nueva líder 'tory' afirmó el miércoles en la Cámara de los Comunes que quiere una "solución negociada" a la disputa con la Unión Europea sobre el protocolo para Irlanda del Norte del tratado del 'brexit'. Aunque insistió en que su prioridad es proteger la aplicación, según ella la interpreta, del Acuerdo de Paz de Viernes Santo de 1998, que acabó con el conflicto armado en la provincia.
El conflicto de Irlanda del Norte será otro de los temas con los que tendrá que lidiar Carlos III desde su nueva "neutralidad". El partido republicano Sinn Féin aseguró este jueves que el pueblo británico "añorará" el "liderazgo" que Isabel II ofreció durante sus 70 años de reinado.
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La líder del Sinn Féin en Irlanda del Norte, Mary Lou McDonald, aseguró que, "personalmente", le agradece a Isabel II su "contribución y sus decididos esfuerzos para promover la paz y la reconciliación" en la provincia británica.
Y por otra parte, el probritánico Partido Unionista Democrático (DUP), principal representante de la comunidad protestante norirlandesa, destacó la figura "firme e inquebrantable" de la monarca como jefa de Estado del Reino Unido.
Pero dentro de Reino Unido tiene otro frente abierto. No hay que olvidar que en Escocia quien ganó las elecciones de mayo de 2021 fue el Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon (aunque no logró la mayoría absoluta). Y es de esperar que el partido independentista aproveche cualquier situación de debilidad para volver a convocar un nuevo referéndum sobre la independencia escocesa y su escisión del Reino Unido. Los problemas se le acumulan al nuevo Rey.
Qué esperar de Carlos III
Carlos III será el monarca de mayor edad en subir al trono en un linaje, el de los Windsor, que acumula 1.000 años de historia. Y junto a él estará Camilla, su segunda esposa, que genera una gran división entre la opinión pública.
Cuando Diana murió en un accidente de coche en París en 1997, la prensa lanzó sátiras mordaces contra Carlos y Camilla. La popularidad de ambos acabó por los suelos. En las décadas siguientes, han mejorado sus valoraciones, a pesar de seguir muy por detrás de su madre en los índices de popularidad.
Fue en 2005 cuando, por fin, Carlos y Camilla contrajeron matrimonio. Y, tras presentarla en sociedad y quedar bajo el foco de la opinión pública, la segunda esposa de Carlos de Inglaterra ganó aceptación entre los británicos e incluso ha recibido elogios por su estilo de vida sencillo, según recoge la agencia Reuters.
En 2014, el diario The Guardian preguntó a un cortesano que conoce a Carlos desde hace muchos años qué tipo de Rey sería si algún día ocupara el trono. Y aseguró que "en lugar de reinventarse por completo o intentar convertirse en un calco de su madre, la estrategia será la de seguir llevando a cabo sus intervenciones con sinceridad, aunque revisando el tono y el contenido de cada una para asegurarse de que no dañe a la monarquía".
Sin embargo, ese mismo diario recuerda que el pasado mes de junio se publicaron informaciones en las que el príncipe Carlos manifestaba su oposición a la política del Gobierno del Reino Unido de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda. Ante estas noticias, la Casa Real tuvo que emitir un comunicado en el que aseguraba que el príncipe Carlos permanecería "políticamente neutral" como monarca.
Durante los últimos instantes de vida de Isabel II, el príncipe Carlos permaneció junto a su madre en el castillo de Balmoral. Estuvo acompañándola y enfrentándose a la triste realidad de que su muerte le conduce a la mayor transición de su vida: ha pasado de ser el eterno heredero al trono a convertirse en Rey. Y ahora debe velar por el bien del Reino Unido.
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