La IV edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico ha celebrado su sesión inaugural centrada en la invasión de Rusia a Ucrania, con un excepcional debate público entre los ministros de Exteriores ucraniano y español, Dmitro Kuleba y José Manuel Albares, respectivamente.
Moderados por Josep Piqué, quien también fue jefe de la diplomacia española hace dos décadas, y con la intervención de Josep Borrell, improvisada desde las butacas de los asistentes al evento, la conversación ha alcanzado su punto álgido al final, cuando Kuleba cerraba sus intervenciones: "Necesitamos más armas, se las pediremos a España, necesitamos que aumente su gasto en Defensa para ello. Sólo así podremos ganar la guerra, y entonces será también su victoria".
El ministro español, por su parte, ha insistido en el "compromiso inequívoco" del Gobierno de España con la causa de "la libertad, la soberanía y la integridad territorial" ucraniana.
De hecho, ha revelado cómo al inicio de la invasión se sintió incomprendido: "Tomábamos decisiones poco acordes con las habituales de un Gobierno de España, porque entendíamos que el desafío no era a Ucrania, sino a la seguridad mundial", ha desarrollado Albares.
"Pero hubo dos factores clave" con los que todo quedó más claro. El paralelismo con la caída de la II República en 1936, "cuando los españoles perdimos la libertad" ante la falta de reacción del mundo contra el golpe militar. "Y el europeísmo convencido de la ciudadanía, que se vio reflejado en el sufrimiento de los ucranianos por haber elegido, también, apostar por el modo de vida europeo".
Las preguntas de Piqué, presidente del Foro, se centraron en la definición de la nueva arquitectura de seguridad mundial que está en juego durante la invasión de Ucrania y tras el fin de la guerra. El "violento" cambio del eje geoestratégico, las implicaciones globales de un conflicto que, en realidad, "no concierne" sólo a Occidente, y que se ha colado en la ya abierta disputa entre Estados Unidos y China por la hegemonía global.
"Debemos insistir", ha apuntado Kuleba, en que "aunque es lógico que, por ejemplo, un conflicto bélico en Latinoamérica hiciera sentirse más concernidos a los países latinoamericanos, esta guerra sí tiene repercusiones globales y supone un desafío a nivel global", dado quién es el agresor -una potencia nuclear- y que se trata de una invasión que desafía "el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas".
En este sentido, Albares ha añadido que ha llegado a "preguntar" a sus colegas de países que no han condenado públicamente la invasión rusa los porqués de su actitud. "Me dieron dos explicaciones", se ha respondido, "que dependen demasiado política y económicamente de Rusia y, sobre todo, que no hemos escuchado lo suficiente sus necesidades como para ahora demandarles una toma de postura beligerante".
Ucrania en la UE
Con distintos matices, pero con la diplomacia que implica el cargo, Albares y Kuleba -además del propio Borrell- han coincidido en la necesidad de que Ucrania "gane" la contienda y en el compromiso de ida y vuelta entre Kiev y Bruselas.
"Es imperativo que Ucrania sea admitida cuanto antes en la Unión Europea, como un miembro de pleno derecho", ha defendido el ministro ucraniano. "Y no sólo estamos dispuestos a hacer todas las reformas que se nos pidan, sino que ya las estamos haciendo, incluso en plena guerra".
Albares, que ha sugerido un inminente nuevo viaje a Kiev -ya estuvo apenas dos semanas antes del inicio de la contienda-, también ha reiterado el respaldo a la futura entrada de Ucrania en la UE. eso sí, ha resaltado dos circunstancias: la primera, referida a "los desafíos que la entrada plantea", porque se trata de un país "en guerra" y, por tanto, "no se le puede exigir lo mismo que a otros candidatos".
La segunda, que "otros países están también a la espera", y podrían sentirse molestos si se prioriza a Kiev.
Con palabras firmes pero elegantes, Kuleba ha tratado de rebatir estas alegaciones del ministro español, confiando en la adhesión sea "cuanto antes". Hablando en nombre de su presidente, Volodímir Zelenski, ha argumentado que precisamente "la indefinición europea hacia Ucrania en estos últimos 30 años ha sido uno de los factores que han propiciado la invasión por parte de Rusia".
Sin rebatir este argumento, Albares ha planteado que "todo ha cambiado desde el 24 de febrero", fecha de la invasión, "y ni la Brújula Estratégica de la UE ni el Concepto Estratégico de Madrid, salido de la cumbre de la OTAN serían como son" de no haber decidido Vladímir Putin atacar a Ucrania.
El ministro español, finalmente, ha cerrado su intervención mostrándose convencido de que "pronto, muy pronto, Ucrania volverá a ser un país libre dentro de la familia europea".