Rusia ignora la crisis de los misiles con un nuevo ataque a infraestructuras ucranianas
Naciones Unidas prevé una grave crisis humanitaria este invierno. El Kremlin sigue bombardeando instalaciones civiles críticas, esta vez en Kiev o Dnipro.
17 noviembre, 2022 14:22Rusia percute en Ucrania de la única forma que le queda, que es atacando la infraestructura energética. En el campo de batalla no gana un centímetro de terreno. De hecho, sigue perdiéndolo y acumulando derrotas, Jersón en último término. Superada la 'crisis de los misiles' a raíz del S-300 que mató a dos personas en la localidad polaca de Przewodow, el Kremlin sigue tratando de doblegar el ánimo y la voluntad de los ucranianos dejándolos sin luz o agua. Este jueves, nuevas explosiones.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, ha concretado que la ofensiva rusa estas últimas horas tiene como objetivo instalaciones de producción de gas y una planta de misiles. "Los misiles están volando sobre Kiev y Dnipro -la cuarta ciudad más poblada- en este momento", ha informado. Antes fue Odesa y también Zaporiyia, con un saldo de dos muertos y varios heridos. Estos ataques al patrimonio civil están derivando en prolongados cortes de energía cuando el frío ya se ha instalado.
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Naciones Unidas lleva tiempo advirtiendo de una grave crisis humanitaria a medida que avance el otoño y sobre todo una vez se instale el invierno. Millones de personas, alerta, "se enfrentan a cortes y la falta de energía también está afectando al bombeo del agua".
Prórroga para exportar cereales
En el lado positivo, y bajo el amparo precisamente de Naciones Unidas y también de Turquía, se ha llegado a un acuerdo para extender durante 120 días, es decir hasta primavera, la exportación de cereales ucranianos. El alcanzado en julio ya ayudó a evitar una crisis alimentaria mundial al permitir la salida de alimento y fertilizantes desde varios puertos del mar Negro que habían sido bloqueados por el invasor.
La Unión Europea ha marcado como prioridades en su ayuda humanitaria a Ucrania el reparto de generadores eléctricos y la asistencia para reparar las redes locales de energía, así como la preparación de refugios frente al frío y asistencia médica. El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha cifrado en 1.000 millones de euros la aportación a Kiev desde el inicio del conflicto en febrero.
El aspecto humanitario, así como la diplomacia y la última hora sobre el frente han vuelto al primer plano tras largas horas de tensión por el misil caído en Przewodow. Polonia y la OTAN zanjaron este miércoles que era ucraniano, no ruso, dando por cerrada la crisis y con esto la dramática posibilidad de un conflicto a escala global, pero Volodímir Zelenski cree que esto no ha terminado.
El presidente contradice a sus aliados, también a Estados Unidos, dice seguir convencido de que los misiles eran rusos y pidió hace unas horas a Ucrania el acceso de funcionarios ucranianos para investigar sobre el terreno. Varsovia "no ve obstáculos" y dejará que así sea, ha confirmado su gobierno.