La huelga de recogida de basuras que afecta desde hace días a París, enmarcada en las movilizaciones contra la reforma del sistema de pensiones que quiere implantar el Gobierno de Emmanuel Macron, seguirá al menos hasta el miércoles, confirmaron hoy los sindicatos.
En total, al menos 5.400 toneladas de basura se acumulan actualmente en las aceras de numerosos barrios de la capital francesa, aquellos donde la retirada de desperdicios no está gestionada por prestatarias de servicios privadas, según los medios locales.
Además de este visible amontonamiento de los desechos, tres incineradoras de basura del área metropolitana parisina están paralizadas.
"El movimiento (de protesta) está prolongado hasta el miércoles. Estamos muy determinados a continuar hasta la retirada del proyecto de ley", confirmó hoy Régis Vieceli, secretario general de la filial de desechos y saneamiento de París del sindicato CGT, en declaraciones al canal BFMTV.
Como en París, otras ciudades francesas se encuentran afectadas por el paro en la recogida de basuras, pero las movilizaciones abarcan también otros sectores desde el miércoles pasado.
En el transporte, este fin de semana los paros afectaron tanto al transporte aéreo como a los ferrocarriles, cuyo servicio seguirá sufriendo perturbaciones durante los próximos días.
En el área energética, los bloqueos en varias refinerías del país también se van a prorrogar, si bien hasta ahora no causaron una crisis de abastecimiento de carburantes como la que se vivió a finales de 2022 por reclamos económicos de los trabajadores.
La próxima gran jornada de protestas -que será la octava desde que el Gobierno desveló los detalles de su proyecto para cambiar el acceso a la jubilación en enero pasado- está convocada por el conjunto de los sindicatos para el próximo miércoles.
Ese día marca el principio de la recta final de la tramitación parlamentaria de la reforma de pensiones, después de que el Senado, donde la derecha tiene la mayoría, adoptase anoche la propuesta.
El miércoles, una comisión mixta paritaria compuesta por siete senadores y siete diputados deberá reunirse para acordar un texto común, que tenga en cuenta las últimas modificaciones y que deberá ser, después, validado nuevamente por ambas cámaras.
A diferencia de lo que previsto en el Senado, en la Asamblea Nacional la suma de los apoyos necesarios para aprobar el texto final se anticipa muy ajustada.
El principal eje del proyecto que promueve Macron es retrasar la edad mínima de jubilación dos años, de los 62 años actuales a los 64.