Buscar una salida negociada que ponga el fin a la guerra en Ucrania se ha convertido en una de las grandes obsesiones de la comunidad internacional. Ya en los primeros compases del conflicto comenzaron a sonar nombres de posibles árbitros, como el del entonces primer ministro de israelí, Naftali Bennett, que trató, brevemente y sin éxito, acercar posturas entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el ucraniano, Volodímir Zelenski.
Luego, en octubre, Turquía ayudó a desbloquear la exportación del cereal ucraniano y el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, se proyectó como un potencial intermediario. No obstante, en los últimos meses las ofertas para ser el interlocutor entre ambas partes se han multiplicado. El último en postularse ha sido el príncipe heredero al trono saudí, Mohamed bin Salman, conocido popularmente como MBS.
"El Reino (saudí) está dispuesto a realizar esfuerzos de mediación entre Rusia y Ucrania y apoyar los esfuerzos internacionales para solucionar la crisis políticamente y ayudar a lograr la paz y la seguridad", ha señalado el también primer ministro de Arabia Saudí durante su discurso de apertura de la cumbre de la Liga Árabe. El evento, que arrancó el viernes, ha estado marcado por el regreso del dictador sirio, Bachar al Asad, tras 12 años de aislamiento por el estallido de la guerra civil en su país.
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El líder de Siria, no obstante, no ha sido el único asistente inesperado. Y es que el Zelenski aterrizó por sorpresa en la ciudad saudí de Yeda para reunirse con MBS y participar como "invitado de honor" en la reunión anual de los jefes de Estado de este organismo árabe que ha coincidido con la cumbre del G7 que se celebra este fin de semana en Hiroshima, Japón. Durante su intervención en el foro, el líder ucraniano exigió independencia en la postura de los países árabes respecto a la invasión rusa, ya que muchos se mantienen equidistantes.
"Lamentablemente, hay algunos en el mundo y aquí entre ustedes que hacen la vista gorda ante esas anexiones ilegales, y yo estoy aquí para que todos puedan mirar con honestidad. No importa cuánto intenten influir los rusos. Todavía debe haber independencia", ha reclamado Zelenski.
Los otros mediadores
Ante estas peticiones MBS ha aprovechado para reiterar "el entusiasmo y el apoyo" de su país a los intentos por "resolver políticamente la crisis ucraniana-rusa". Este no es, sin embargo, el primer acercamiento del príncipe saudí al conflicto. Ya en septiembre intercedió en un gran intercambio de prisioneros de guerra que Rusia y Ucrania llevaron a cabo y que permitió la liberación de 205 ciudadanos ucranianos y 55 soldados rusos. En ese caso, MBS consiguió la liberación de diez presos de guerra extranjeros que se encontraban bajo control ruso.
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La propuesta de MBS llega poco después de que el diario Il Resto del Carlino hayan avanzado que el papa Francisco planea enviar a dos emisarios a Kiev y a Moscú en un intento de detener el conflicto. En concreto el cardenal Matteo Zuppi podría ser el encargado de ir a la capital ucraniana, mientras que el arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto del dicasterio para las Iglesias Orientales, viajaría a la capital rusa, según varios medios italianos.
Previamente, el presidente de China, Xi Jinping, ya trató de convertirse en el gran mediador entre Rusia y Ucrania. En febrero, tras mantener una posición ambigua durante todo conflicto, el gigante asiático presentó una propuesta basada en doce puntos para encontrar "una solución política a la crisis". Nada más publicarse esta hoja de ruta, Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea mostraron su escepticismo ante una iniciativa que ven escorada hacia el Kremlin. A pesar de ello, tanto Kiev como Moscú se han mostrado dispuestos a valorar la propuesta.