Gobernar entre bastidores y sin ir a elecciones: el plan de Kirchner para seguir al mando de Argentina
Aunque no concurrirá a las presidenciales de octubre, Cristina Fernández no da señales de querer transferir la autoridad que hoy tiene en el peronismo.
20 mayo, 2023 03:09Después de publicar una entrada en su blog reincidiendo —por enésima vez— en que no se presentará a las elecciones argentinas de octubre, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se dirigió este jueves a los platós de C5N para dar su primera entrevista en TV en más de seis años. Durante una hora larga, conversó con el presentador Pablo Duggan sobre su enfrentamiento con la Justicia, la anorexia de su hija y su tentativa de accidente, en la que fue la emisión más vista por los argentinos esa noche. Aquello más bien parecía parte de una campaña electoral.
Fernández de Kirchner, a la que las redes se refieren como CFK, alegaba en su carta pública que no se presentaría "a ningún cargo" en octubre por sus problemas con el sistema judicial argentino por lo que el tribunal que la juzgó en diciembre describió como un caso de "corrupción estatal sin precedentes". La vicepresidenta pronostica que, de ganar, la Justicia la inhabilitaría de cualesquiera funciones, y podría correr el riesgo de perder la "libertad condicional" en la que se encuentra, según dijo en televisión.
Pese a la limitación de gobernar de iure a partir de octubre, CFK no parece cuestionar su permanencia en la cúpula del peronismo, ni tampoco da señales de querer transferir su autoridad en el Partido Justicialista. El Congreso Nacional que la agrupación celebró el martes —mismo día que Kirchner publicaba el comunicado en su página web— dejó claro que el partido tampoco tiene candidatos claros para tomar el relevo de la vicemandataria y de su presidente, Alberto Fernández, que también ha anunciado que no concurrirá a las elecciones de este otoño.
La autoridad de CFK entre los peronistas permite a la que fuera presidenta de la República durante dos mandatos (entre 2007 y 2015) influir sobre su partido y dictar sentencia sobre qué figuras son más o menos favorables para asumir el liderazgo. En su pugna contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), Kirchner agregó al actual presidente a esa 'lista negra' por su buena disposición para negociar con el organismo, con el que el país tiene un acuerdo de préstamo de 44.000 millones de dólares.
"La historia (...) es la de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina. La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos Presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral", dijo en su publicación refiriéndose al expresidente Mauricio Macri y a su copartidario al mando, con el que mantiene una relación difícil.
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Kirchner advirtió también que "resulta imprescindible —más que nunca— la construcción de un programa de gobierno" que palie una situación de inflación que superó el 109% en abril y amenaza con derrumbar el Banco Central argentino en favor de la dolarización de la economía nacional. Si bien no integra ninguna 'lista negra', la vicepresidenta lanzó un aviso al ministro de Economía del gabinete Fernández, Sergio Massa, que insiste en encontrar un acuerdo con el FMI que salve a Argentina de una situación que algunos consideran que ya se ha ido de las manos.
CFK se permite emitir estos mensajes porque su liderazgo entre los justicialistas es indiscutible, y sus apoyos mayores que los de Fernández o los de Massa. El Frente de Todos, la coalición gobernante, tiene a Kirchner como "la gran (tal vez última) esperanza para mantener cierta unidad y orden", dice para La Nación el periodista argentino Claudio Jacquelin.
"Ella no necesita mirar encuestas para saber que en su propio espacio nadie puede (o se animaría a) competir con una postulación suya", apunta, y concluye: "El desorden y las disputas abiertas en [Cambiemos, el partido de la oposición] le permiten a la [líder] prolongar el misterio, a la espera de que se despeje un poco más (para bien o para mal) el horizonte económico".
Sobre su intento de asesinato
La tertulia que Cristina Fernández de Kirchner compartió con la cadena argentina C5N el jueves por la noche abordó, entre otros temas, el atentado que la vicepresidenta sufrió a las puertas de su casa en 2022. El ataque la "impactó" y la "cambió", porque consideraba que esa época de violencia "había sido superada" en el país y por el temor a cómo podría haber influido su muerte en su hija Florencia.
En la entrevista fue consultada por si el frustrado ataque —por el que continúan tres personas detenidas— le cambió la vida, Fernández, emocionada, subrayó: "Me impactó, me cambió, medidas de seguridad que antes nunca tomaba, pero fundamentalmente también lo que más me impactó es que yo creía que esa época de Argentina había sido superada".
La también expresidenta (2007-2015) ahondó en el ataque cuando el entrevistador le preguntó por la polémica que generaron dos periodistas en abril pasado cuando en un programa se refirieron al estado de la salud de su hija, Florencia Kirchner, de quien dijeron sufre "anorexia nerviosa galopante" por "falta de madre". Aunque no entró a calificar esas palabras, Fernández sí reveló que en lo que más le influyó el atentado tal vez fue el temor a dejar a su hija sin madre, informa Efe.
"A ver, Máximo [su otro hijo] es grande, es un hombre, no depende de mí. Pero mi hija Florencia sí [...]. Mi hija es una extraordinaria mujer que está enferma, tiene una patología, como puede tener cualquier mujer, vinculada con lo que ya sabemos", agregó.
"Ella sí me necesita a mí y siento que mi nieta Elena, que tiene un padre maravilloso, pero siento que mi hija sí me necesita y que si a mí me pasara algo ella sufriría mucho. Podría agravarse su patología y enfermedad. Nadie tiene comprada la vida, pero en definitiva, pensar que sería, si yo no estoy, de Flor, sí es una cosa que me afecta humanamente", sentenció.
La vicepresidenta consideró que el ataque, por el que insiste que se investiguen supuestos vínculos con miembros de la principal coalición opositora, "fue precedido por mucha violencia mediática". "Fueron años y años de tapas (portadas en su contra), agresiones, de absoluta deshumanización y de violencia mediática simbólica. Y fundamentalmente contra mi condición de mujer", indicó.
El ataque fallido fue perpetrado el 1 de septiembre de 2022, cuando un hombre se acercó a la vicepresidenta, le apuntó al rostro con un arma y gatilló sin que saliera el proyectil. En la entrevista, Fernández volvió a criticar a parte del Poder Judicial, que asegura se ha convertido en un dispositivo de persecución política, vinculado a la oposición, y aseveró que se considera "en libertad condicional".
Ya el martes pasado, la vicepresidenta anunció que no será candidata a las elecciones presidenciales de octubre, al reiterar que la Justicia la proscribió al condenarla por corrupción en diciembre pasado.