Militares ucranianos preparan un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple BM-21 Grad para disparar hacia las posiciones rusas, en medio del ataque, cerca de Bakhmut.

Militares ucranianos preparan un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple BM-21 Grad para disparar hacia las posiciones rusas, en medio del ataque, cerca de Bakhmut. Reuters

Europa

La conquista 'simbólica' de Bakhmut: así condicionará el futuro de la guerra y la contraofensiva ucraniana

El Grupo Wagner reconoce que tiene poca importancia estratégica, pero supone empoderar a las tropas rusas y abate anímicamente a Ucrania.

21 mayo, 2023 02:46

Bakhmut, una ciudad industrial relativamente pequeña en el este de Ucrania y actualmente reducida a escombros, supone el primer gran premio de Moscú en más de 10 meses, aunque sea considerado una victoria 'simbólica' por Estados Unidos y la OTAN. El Grupo Wagner le ha proporcionado a Vladimir Putin el triunfo necesario para reforzar los intereses reputacionales del Kremlin, tanto a nivel nacional como internacional. Una conquista que, a pesar de haberse saldado con miles de vidas humanas tanto del bando ruso como ucraniano, está justificada con tal de conseguir sus objetivos políticos.

Según informó el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, Bakhmut -foco de la batalla más larga y sangrienta de la guerra- ya se encuentra bajo control ruso. Este comunicado fue desmentido por Ucrania. El portavoz del mando oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Serhiy Cherevaty, aseguró que "es mentira" y que sus unidades "combaten en Bakhmut". No obstante, la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, ha asegurado que "la situación es crítica".

Prigozhin ha reconocido que Bakhmut tiene poca importancia estratégica, a pesar de su gran importancia simbólica debido a la magnitud de las pérdidas. Analistas y diplomáticos occidentales se muestran escépticos ante su resurgimiento económico por la destrucción de la ciudad. La dura batalla está llegando a su clímax justo cuando Kiev está preparando su contraofensiva, la siguiente gran fase de la guerra después de seis meses durante los cuales mantuvo a sus fuerzas a la defensiva mientras capeaba los ataques continuados de Rusia.

Bakhmut forma parte de la región industrializada del Donbás y se considera un centro regional de transporte y logística. El jefe del Pentágono de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, han minimizado su posible caída como 'simbólica', al igual que expertos militares occidentales.

Sin embargo, la realidad va más allá de ese simbolismo auspiciado por Occidente. Si se confirma que Rusia se ha hecho con el control "total" de Bakhmut, Kramatorsk y Sloviansk (dos ciudades localizadas en la región de Donetsk) quedarían al alcance de la artillería rusa. Moscú necesita controlar ambas para completar lo que llama su "liberación" de la autoproclamada 'República Popular de Donetsk'.

Miembros del servicio ucranianos disparan un mortero en una línea del frente cerca de la ciudad de Bakhmut.

Miembros del servicio ucranianos disparan un mortero en una línea del frente cerca de la ciudad de Bakhmut. Reuters

Esta teoría la confirmó el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a la CNN el pasado marzo. El mandatario expresó su temor a que las fuerzas rusas tuvieran "un camino abierto" a las dos ciudades en caso de que consiguieran tomar Bakhmut. De hecho, la siguiente ciudad en caer ante las tropas de Putin sería Chasiv Yar, aunque se encuentra en un terreno más alto y se cree que las fuerzas ucranianas han construido fortificaciones defensivas cerca.

El verdadero beneficiado

Se considere o no simbólica la toma de Bakhmut, supondría una inyección de moral para las tropas rusas y, por el contrario, la socavación del ánimo ucraniano. La pérdida pondría en peligro el apoyo internacional, según indica Michael Kofman, analista militar estadounidense especialista en las Fuerzas Armadas rusas. Sin embargo, Ucrania puede consolarse con el hecho de haber plantado cara a la fuerzas rusas durante tanto tiempo, lo que hará inferir al rival que cualquier intento ruso de tomar más territorio será igualmente costoso.

Sin embargo, el mayor ganador sería el Grupo Wagner, ya que la conquista del municipio supone un impulso hacia su campaña publicitaria y a su influencia política, algo que el Kremlin pretende frenar.

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Atraso en la contraofensiva ucraniana

La contraofensiva ucraniana de primavera se encuentra paralizada a las puertas de la llegada del verano. Zelenski ha argumentado que su aplazamiento se debe a la escasez de armas occidentales para conseguir hacer frente a Rusia sin sufrir demasiadas bajas en sus filas.

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Entre los distintos factores se encuentra el climatológico. El deshielo de la tierra y su secado se está demorando, por lo que el suelo ha retenido un lodo profundo que complica el tránsito de vehículos. Por otro lado, el retraso en los entrenamientos de sus soldados. El último batallón bajo instrucción estadounidense aún se encuentra bajo adiestramiento. 

Ambos bandos están intentando anticiparse a la contraofensiva. Moscú está optando por una estrategia basada en la Primera Guerra Mundial, las trincheras, extendido en un frente de 1.000 kilómetros protegido por 200.000 efectivos -tropas más inexpertas que las enviadas al inicio de la guerra-.

Mientras, Ucrania ha optado por ataques de largo alcance contra las líneas del frente ruso, una estrategia que podría servir para abrirse camino en el terreno preparando la contraofensiva, o para obligar al Kremlin a proteger esa zona al temer el ataque ucraniano y que así desguarezca otros territorios.