Del 24 de febrero de 2022 al 24 de junio de 2023. La primera fecha marca el comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. La segunda fecha, un año y cuatro meses después de la 'operación militar especial' que ordenó Vladimir Putin, es la de este mismo sábado, y marca el posible golpe de Estado al que se enfrenta el líder ruso.
Esta pasada madrugada el Kremlin ha acusado al jefe de los mercenarios del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, de organizar un motín armado tras alegar, sin aportar pruebas, que los líderes militares rusos habían matado a un gran número de sus combatientes en un ataque aéreo y prometer venganza. En este sentido, desde primera hora de la mañana, el jefe de Wagner afirma tener bajo control el Estado Mayor ruso de la ciudad de Rostov.
Según señalan desde Moscú, Putin recibe actualizaciones las 24 horas del día de todas las agencias de seguridad estatales relevantes sobre las medidas que se están tomando para frustrar el intento de golpe de Estado, así lo indica la agencia de noticias rusa TASS.
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Prigozhin difundió un vídeo a última hora del viernes en su canal de Telegram en el que acusaba al ejército ruso de haber atacado a sus combatientes. Y a continuación, comenzó a difundir mensajes de audio en la madrugada del sábado en los que aseguraba que las tropas de Wagner habían cruzado la frontera desde Ucrania hacia Rusia y que estaban preparadas para llegar "hasta el final" contra el ejército de Moscú. Todo esto se producía horas después de que el Kremlin lo acusara de rebelión.
El jefe del Grupo Wagner lleva varios meses atacando a los líderes del ejército ruso, pero esta madrugada el enfrentamiento con los altos mandos militares ha alcanzado un punto crítico. Por eso, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), que se encuentra bajo la inmediata autoridad de Putin, ha abierto una investigación criminal contra Prigozhin. Y también ha pedido a los mercenarios de Wagner que ignoren las órdenes de su líder y lo arresten.
Según informa CNN, citando a la Fiscalía General de la Federación Rusa, será acusado de motín militar y podría enfrentarse a penas que oscilan entre los 12 y los 20 años de prisión.
En otro audio de Telegram, Prigozhin afirmaba que sus tropas habían llegado a la ciudad rusa de Rostov, en el sur del país. Y aseguraba que él y sus hombres destruirían a cualquiera que se interpusiera en su camino.
Previamente, el jefe del Grupo Wagner había aseverado, sin pruebas, en la misma red social; que los líderes militares rusos habían matado a una gran cantidad de sus tropas en un ataque aéreo. Y prometió castigarlos. Ese supuesto ataque es lo que ha desencadenado el cruce de acusaciones entre ambas partes y el aumento del nivel de alerta por parte del Kremlin tanto en Rostov como en Moscú.
Las tropas rusas, en alerta
Como respuesta a la amenaza, tanto la Guardia Nacional de Rusia como las unidades del Ministerio del Interior han sido puestas en alerta. En las redes sociales se están difundiendo imágenes que muestran que en Rostov la Guardia Nacional está desplegando vehículos armados y blindados anfibios por las calles.
Además, fuentes cercanas al ejército ruso han señalado que se ha puesto en marcha el 'Plan Fortaleza' en Moscú, lo que conlleva activar a los cuerpos y fuerzas de seguridad para defender la ciudad de cualquier amenaza externa. A través de las redes sociales ya se han compartido vídeos del despliegue de puestos de control militares y policiales en el centro de la capital rusa. Entre los lugares que se han puesto bajo protección se encuentra el Ministerio de Defensa, según ha informado la CNN.
Prigozhin sostiene que no pretende llevar a cabo un golpe militar pero, tras una serie frenética de mensajes de audio en los que el sonido de su voz a veces variaba y no podía ser verificado de forma independiente, pareció sugerir que sus 25.000 hombres se dirigían al Ministerio de Defensa en Moscú para derrocar a Sergei Shoigu.
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"Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué hay esta anarquía en el país. Todos los que quieran unirse a nosotros. Necesitamos terminar con este lío”, afirmaba en su canal oficial de Telegram.
Putin y Biden, informados
Eso ha llevado al Kremlin a incrementar la seguridad de los edificios gubernamentales, las instalaciones de transporte y otros lugares clave de Moscú. El propio Putin está al tanto en todo momento de la situación y lo mismo ocurre en EEUU, donde el presidente Joe Biden está siguiendo atentamente todos los movimientos desde la Casa Blanca.
Mientras tanto, desde Kiev señalan que aún no se ha lanzado el mayor impulso de su contraofensiva contra Moscú. "El golpe principal aún está por llegar", dijo la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, a través de la televisión ucraniana. Un alto general ucraniano se ha referido a los "éxitos tangibles" en los avances que se han producido en el sur, uno de los dos principales focos de operaciones junto con el este de Ucrania.
El comandante adjunto de la 'operación militar especial' de Rusia en Ucrania, el general Sergei Surovikin, pidió el viernes a los combatientes de Wagner que no se opusieran al ejército y que regresaran a sus bases. "Les insto a que se detengan. El enemigo sólo está esperando que la situación política interna empeore en nuestro país", declaró en un vídeo difundido también en Telegram.
"No debemos hacerle el juego al enemigo en este momento difícil para el país. Debéis hacerlo antes de que sea demasiado tarde: obedeced la voluntad y las órdenes del presidente electo por el pueblo de la Federación Rusa. Detened vuestras columnas y volved a vuestras posiciones permanentes y a vuestros lugares de concentración", les ha ordenado.
Por su parte, el subjefe de la agencia de inteligencia militar de Rusia, Vladimir Alekseyev, ha asegurado que la acción de Prigozhin "es una puñalada por la espalda al país y al presidente" y "es un golpe de Estado".
Las mentiras del Kremlin
En su vídeo del viernes, el líder de Wagner criticaba duramente tanto al Kremlin como las razones que han llevado a Rusia a invadir Ucrania. Según él, todo está basado en mentiras y detrás de esos embustes están sus archienemigos de siempre: los altos mandos del Ejército.
Si las constantes intervenciones de Prigozhin en las redes sociales demostraban que no tenía un papel menor en la guerra de Ucrania, estas últimas han dejado claro cuál es su nivel de poder e influencia en los estamentos militares. Desde esas mismas plataformas lleva meses acusando abiertamente al ministro Sergei Shoigu, y al general más importante de Rusia, Valery Gerasimov, de ser unos incompetentes.
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"No ocurrió nada fuera de lo común el 24 de febrero... el Ministerio de Defensa está tratando de engañar a la sociedad y al presidente y contarnos una historia sobre cómo hubo una agresión irracional por parte de Ucrania y que planeaban atacarnos junto con todo el poder de la OTAN", decía Prigozhin en el vídeo del viernes que ha desencadenado toda esta serie de caóticos movimientos. Y se refería irónicamente a la versión oficial de la 'operación militar especial' como "una hermosa historia".