Zelenski visita a las tropas en Bakhmut para trasladarles su apoyo

Zelenski visita a las tropas en Bakhmut para trasladarles su apoyo Reuters

Europa

Cae la 'línea Surovikin': Ucrania busca dividir al ejército ruso en Zaporiyia al liberar Tokmak

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acudido a la línea del frente cerca de Bakhmut para tratar de animar a las tropas.

6 septiembre, 2023 03:21

Pocos juegos marcaron a una generación como el RISK, un tratado de estrategia en el que el objetivo podía variar desde conquistar un par de continentes hasta hacerse con el mundo entero. Aunque las tácticas iban a gusto de cada cual, lo normal cuando uno conseguía un determinado número de países vecinos era colocar todas las tropas en las fronteras como medida disuasoria… pero desproteger por completo la comunicación entre ellos, porque, en fin, se daba por hecho que nadie se atrevería a cruzar esa primera línea y que, de atreverse, sus esfuerzos serían baldíos. Así, por ejemplo, Oceanía.

Exactamente eso es lo que piensa Ucrania, según palabras de su alto mando el pasado lunes, que ha hecho Rusia en Zaporiyia con la famosa 'Línea Surovikin'. Aunque se hable de kilómetros y kilómetros de trincheras, minas y dientes de dragón, en Kiev confían en que solo se hayan tomado realmente en serio la primera barrera, compuesta a su vez por tres líneas defensivas que Ucrania ya prácticamente ha franqueado en su totalidad al llegar este martes a la altura de Verbove, al este de Robotyne.

"Esperamos ir mucho más rápido a partir de ahora", dicen los responsables ucranianos de defensa en un sorprendente acto de sinceridad. A lo largo de la contraofensiva, el silencio había sido la costumbre: solo se anuncian las cosas una vez han sucedido y se procura no adelantar ningún acontecimiento. Sin duda, las tropas locales están envalentonadas por lo fácil que les está resultando acercarse a Novoprokopivka (sur) y la citada Verbove (este) después de lo mucho que costó la liberación de la aldea de Robotyne.

Un soldado dispara un proyectil desde una trinchera

Un soldado dispara un proyectil desde una trinchera Reuters

Aunque sea muy pronto para asegurar nada en un sentido o en el contrario y la situación en todos los frentes sea difusa por la falta de información precisa, todo apunta a que Ucrania ha conseguido tomar incluso los altos que pueblan la zona y que permiten un ataque más sencillo sobre posiciones bajas. Entre estos altos estarían las famosas colinas 166 y 161, conocidas así por su elevación respecto al nivel del mar y cuyo control permiten un acceso mucho más fácil a Novoprokopivka y a la propia Tokmak, verdadero objetivo de la operación.

¿Se ha quedado Rusia sin reservas?

De confirmarse estos avances, apenas una semana después del anuncio definitivo de la liberación de Robotyne estaríamos ante una situación de lo más optimista para Ucrania. Vayamos por partes: la posibilidad de que las defensas rusas sean menos contundentes según se avance hacia el sur es de por sí esperanzadora, pero más lo es el hecho de que Rusia lleve enviando refuerzos a la zona desde principios de agosto y no consiga contener al ejército enemigo.

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Gerasimov ha derivado tropas desde Jersón, desde Kreminna y desde las líneas de retaguardia de Zaporiyia. No puede enviar más porque no hay más: están envueltas en la operación de defensa del saliente de Vremievski, la del eje Klishchiivka-Bakhmut y la de los alrededores de Donetsk capital. Tres frentes que se unen al de Robotyne y que confirman que la táctica del general Zaluzhnyi -no centrar todas sus fuerzas en un solo punto sino ir fijando a los rusos con ataques puntuales en distintas zonas acompañados de bombardeos selectivos a sus líneas de comunicación- es, una vez más, la correcta.

Da igual cuántas trincheras caves o cuántas minas anti-tanque y cuántos dientes de dragón coloques. Todo eso se puede rodear. Lo importante es tener hombres suficientes que estén defendiendo la posición y que eviten ese rodeo con su artillería.

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La duda de si Rusia se está quedando sin munición y sin hombres -el mismo lunes, el ministro de defensa Sergei Shoigú publicó una orden de movilización que afectaría a otros 200.000 ciudadanos rusos- es ahora mismo clave en el devenir de la guerra. En breve, el Kremlin tendrá que decidir si sigue derivando soldados y armas de otros puntos del mapa, con el riesgo que eso supone, o si aguanta con lo que hay o incluso ordena una retirada preventiva hacia Tokmak o incluso Melitopol.

Y mientras los militares comentan la marcha de la contraofensiva, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, trata de animar a sus tropas en el campo de batalla. Este martes el mandatario ucraniano visitó la línea del frente cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk, en el marco de una visita a las tropas en Donetsk y Zaporiyia.

Separar el ejército del este del ejército del sur

Lo que está en juego, más allá de la toma de tal o cual posición o de la discusión metafísica de qué es exactamente la 'línea Surovikin y cuándo se puede decir con propiedad que se ha superado, es la voluntad ucraniana de romper en dos al ejército ruso del sur y separarlo a su vez del ejército del este. Ucrania avanza hacia el Mar Negro, pero siempre creando zonas de seguridad de unos diez kilómetros. Suficientes para no exponerse a un futuro embolsamiento y garantizar que ese territorio no cambiará de manos con facilidad.

En vez de avanzar en línea recta, se desvía -el ejemplo de Verbove es paradigmático-, pero lo hace para empujar a los rusos en dos direcciones y separarlos. Si consigue mantener esta táctica hasta Tokmak y Melitopol, los rusos estarán perdidos y el frente sur caerá ante la imposibilidad de sostener a unas tropas que ya no podrán recibir suministros desde el este, es decir, desde la propia Rusia. Solo la ruptura del frente hasta Tokmak ya colocaría a los rusos en una situación complejísima y hay que recordar que Tokmak está a tan solo veinte kilómetros de Novoprokopivka.

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Esta misma estrategia la está intentando repetir Ucrania en la zona del saliente de Vremievski, junto a Vuhledar, en la región de Donetsk. Si acaba rompiendo las defensas rusas en esa zona, el ejército invasor solo podría huir hacia el este… pues al oeste estarían las tropas que están recuperando Zaporiyia. Eso, a su vez, provocaría necesariamente una huida acelerada hacia Crimea de los regimientos que se encuentran entre ambas líneas de ruptura en el sudeste de Zaporiyia, so pena de quedar atrapadas y aisladas.

De ese modo, Ucrania no solo rompería el sueño de la 'Novorossiya' nacionalista al limpiar el sur del país de ocupantes rusos, sino que conseguiría el necesario acceso al Mar Negro y se plantaría a las puertas de Crimea. Obviamente, todo esto es cuestión de semanas, meses o incluso años, pero es el camino. Rusia puede optar entre seguir mandando a la muerte a cientos de miles de jóvenes o retirarse ordenadamente de los territorios ocupados con la esperanza de que algún acuerdo internacional le permita mantener Crimea bajo su poder y algunos territorios sueltos del Donbás.

Aparentemente, es lo máximo a lo que puede aspirar si se confirma la ruptura en el frente de Zaporiyia. Ahora bien, primero, tiene que confirmarse.