Una escena grabada en un pueblo francés de apenas 400 habitantes ha recorrido el mundo en menos de 24 horas. Las imágenes son sorprendentes: una monja católica se abalanza sobre un hombre y lo tira sobre la tierra arada. La razón del placaje es que el agredido es un ecologista enzarzado en una lucha contra las religiosas por la construcción de una nueva iglesia.
El incidente tuvo lugar en Saint-Pierre-de-Colombier, un pequeño municipio del departamento rural de Ardèche, y fue registrado por las cámaras de France 3. Los habitantes de la zona y los ecologistas llevan años en disputa: los últimos intentan bloquear la construcción de una capilla y un centro residencial por parte de la Famille Missionnaire de Notre-Dame (Familia Misionera de Nuestra Señora).
Esta comunidad integrista de 80 miembros, instalada en el pueblo de Saint Pierre de Colombier desde 1946, lleva años a la defensiva por su proyecto de centro de peregrinación. También está en el punto de mira del organismo nacional de lucha contra las sectas y de la jerarquía eclesiástica.
"Esto no me lo esperaba", afirma Sylvain Hérenguel, copresidente de la Asociación por el Futuro del Valle del Bourges. "Esperaba que las monjas fueran un poco razonables en cuanto al orden público. El problema es que las monjas han decidido recurrir a la violencia", dijo a La Dépêche antes de expresar su pesar: "En este caso, han decidido proteger el sitio con sus acciones y sus cuerpos".
El lunes, miembros de la comunidad religiosa respondieron con contundencia a las protestas que se produjeron en el lugar para impedir el inicio de las excavaciones. Las monjas formaron una cadena humana alrededor de una excavadora mecánica para impedir que los manifestantes se atrincheraran en ella, como hicieron durante un incidente anterior la semana pasada.
"Me golpearon tres veces cinco personas que me desgarraron la ropa e intentaron echarme. Decidieron proteger el lugar con sus actos [violentos] y sus cuerpos", declaró Hérenguel a la emisora France 3. La comunidad no ha hecho comentarios sobre el incidente. La policía dijo que reforzaría la seguridad en el lugar.
La reyerta del lunes es el último de una serie de incidentes protagonizados por ecologistas que intentan paralizar las obras en zonas verdes de toda Francia. El pasado octubre, unos 2.000 policías antidisturbios se enfrentaron a 7.000 manifestantes que intentaban detener la excavación de un embalse en Sainte-Soline, en el departamento occidental de Deux-Sèvres. Más de 60 policías resultaron heridos. En un campo de rugby, "el placaje de la monja podría haber permitido a Francia clasificarse para el Mundial este fin de semana", bromea el diario Le Parisien.