La UE llama a endurecer la política migratoria por la amenaza terrorista tras la guerra Israel-Hamás
Los ministros del Interior de los 27 temen que el conflicto en Oriente Próximo aumente la polarización y la radicalización en Europa.
20 octubre, 2023 02:57Los ministros del Interior de la Unión Europea llaman a endurecer la política migratoria, en particular el control de fronteras y las repatriaciones, ante el posible aumento de la amenaza terrorista en territorio comunitario a raíz de la nueva crisis en Oriente Próximo. "Fundamentalmente una de las cuestiones que nos preocupa es la radicalización, la polarización por este contexto de violencia en Oriente Próximo", ha explicado Fernando Grande-Marlaska, que ha presidido la reunión celebrada este jueves en Luxemburgo.
Desde el estallido de la guerra entre Israel en Hamás se han producido dos atentados terroristas en Europa: el apuñalamiento de un profesor en la localidad francesa de Arras y el asesinato a tiros de dos hinchas suecos en Bruselas. Uno de los denominadores comunes entre los dos ataques (el que han destacado los ministros) es que los autores eran migrantes en situación irregular con una orden de expulsión que nunca se ejecutó y cuya radicalización era conocida.
Tanto Francia como Bélgica subieron al máximo el nivel de alerta terrorista tras los atentados, aunque los belgas han vuelto a rebajarlo tras llegar a la conclusión de que el atacante (abatido por la policía el martes por la mañana) era un 'lobo solitario'. El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ordenó la semana pasada la prohibición de todas las manifestaciones de apoyo a Palestina alegando problemas de orden público, una decisión cuestionada por el Consejo de Estado.
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En Luxemburgo, Darmanin ha reclamado al resto de socios europeos combatir lo que ha demoniado "yihadismo de atmósfera", es decir, las asociaciones, lugares de culto o sitios de internet que forman un "ecosistema" que fomenta la radicalización y el odio. "Todavía hay un poco de ingenuidad en las instituciones de la UE y en algunos Estados miembros a la hora de mostrar nuestra autoridad frente a estas estructuras: poner fin a las subvenciones o disolver este tipo de asociaciones", reclama el ministro del Interior francés.
Precisamente, Alemania acaba de anunciar que prohibirá en su territorio todas las organizaciones dirigidas por simpatizantes de Hamás. Berlín también ha negado autorización a manifestaciones propalestinas por la difusión de mensajes antisemitas. El canciller Olaf Scholz ha dicho este jueves en el Parlamento que no se pueden tolerar en Alemania manifestaciones en el que el antisemitismo esté presente.
Para los tres países golpeados por los atentados más recientes (Francia, Bélgica y Suecia) las medidas más urgentes son tres: reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE; acelerar las repatriaciones de los migrantes irregulares, especialmente de aquellos de los que se tiene constancia que están radicalizados y son peligrosos; así como mejorar el intercambio de información entre los servicios de seguridad de los Estados miembros.
"Debe ser una obligación para los Estados miembros repatriar de forma eficiente a las personas que supongan una amenaza para la seguridad", ha reclamado el ministro del Interior sueco, Gunnar Strömmer. "Tanto en Bélgica como en Francia han sido dos personas de nacionalidad extranjera los que han cometido estos atentados, así que en adelante es necesario que apliquemos de forma muy concreta el Pacto Migratorio para controlar nuestras fronteras, registrar a las personas y realizar entrevistas de seguridad previas a cualquier estudio de peticiones de asilo", sostiene Darmanin.
En este sentido, el recorrido del terrorista de Bruselas, Abdessalem Lassoued, ha sido reiteradamente puesto como ejemplo de los problemas que no se pueden tolerar en la UE. De nacionalidad tunecina, había sido condenado en su país por delitos comunes. En 2011 llega desde Túnez a la isla italiana de Lampedusa en un barco de migrantes y allí recibe un permiso de protección humanitaria y presenta una primera petición de asilo en Dublín.
En 2012 viaja a Suecia, donde le detienen por tráfico de drogas y pasa dos años en la cárcel. Las autoridades belgas no tenían conocimiento de esta condena. En 2016 regresa en aplicación del reglamento de Dublín a Italia, donde la policía de Bolonia le identifica como un sujeto en riesgo de radicalización islamista y le somete a vigilancia, aunque le acaba perdiendo la pista. En 2019, Lassoued presenta una solicitud de asilo en Bélgica, que se le deniega porque no se presentó a los trámites. En 2021 se emitió una orden de expulsión contra él que nunca se ejecutó.
Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, la respuesta está en una de las piezas del Pacto Europeo de Migración y Asilo, el endurecimiento de la directiva de retorno. Una reforma que hará obligatorio para los Estados miembros la repatriación de aquellos irregulares que supongan una amenaza para la seguridad. Esta medida ya ha sido aprobada por los Gobiernos de la UE y está pendiente de que la Eurocámara fije su posición para entrar en la negociación final.
Sin embargo, los Estados miembros se quejan de la imposibilidad de ejecutar los retornos. "Deben ser aceptados en su país de origen y hoy es a menudo algo extremadamente difícil", dijo tras el atentado el primer ministro belga, Alexander de Croo. Su ministra del Interior, Annelies Verlinden, ha pedido en Luxemburgo que la UE use todos sus medios de presión para firmar acuerdos de repatriación, porque Bélgica en solitario no tiene suficiente poder para negociar. "Si algunos países del norte de África no aceptan a sus propios ciudadanos, tenemos un problema", ha lamentado.
La política de retornos de migrantes irregulares es una de las grandes asignaturas pendientes de la UE. De las 400.000 órdenes de expulsión que se emiten al año en Europea, en lo que llevamos de 2023 sólo se han ejecutado 65.000, según los últimos datos proporcionados por la comisaria de Interior, la sueca Ylva Johansson. Johansson destaca no obstante que esta cifra supone una mejora del 20% respecto al año anterior y asegura que Bruselas apretará las tuercas y restringirá los visados a los países que no acepten repatriaciones.
El otro gran foco de preocupación para los ministros del Interior es la radicalización a través de internet y las redes sociales. A diferencia de la gran crisis terrorista de 2014-2016, la principal amenaza ahora no son las redes organizadas sino los 'lobos solitarios' como el que atentó en Bruselas. Para el ministro del Interior francés, este cambio de patrón exige modificaciones legales que permitan a las fuerzas de seguridad y a los servicios de inteligencia acceder a los servicios de mensajería encriptados como Whatsapp, Telegram o Signal.
En todo caso, los Gobiernos de la UE coinciden en que la principal medida de prevención sería rebajar la tensión y encauzar el conflicto en Oriente Próximo. "Desafortunadamente, este conflicto se está convirtiendo en un conflicto entre el mundo musulmán y el mundo crisitiano, que es algo que no podemos permitir. Porque la seguridad de nuestras calles depende de ello", ha avisado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell.