Irlanda, y más particularmente Dublín, quedó en shock este pasado jueves después del terrible altercado que se produjo cuando un hombre apuñaló a cuatro personas, tres de ellas niños, en una de las calles más importantes de la ciudad. Este suceso provocó que durante la pasada noche se produjeran graves disturbios.
Aunque la Policía de Irlanda tiene casi descartado que este suceso fuera un ataque terrorista, lo cierto es que durante la noche de este jueves se produjeron importantes incidentes en las calles de Dublín, con ataques a coches policales incluidos, una vez había circulado el rumor de que el autor de los apuñalamientos era argelino.
Sin embargo, en mitad de esta desagradable historia, ha surgido con especial protagonismo la figura de un hombre. Se trata de Caio Benicio, repartir de comida de origen brasileño, que fue el encargado de interceptar y abatir al agresor. Gracias a esta actuación, este individuo se ha convertido en héroe nacional.
"Tengo dos hijos, tenía que hacer algo"
Caio Benicio es un hombre brasileño de 43 años que trabaja como repartidor en la conocida empresa Deliveroo. Mientras estaba haciendo una de sus habituales jornadas de trabajo con su bicicleta, vio como una persona atacaba a una joven con un cuchillo en Parenll Square East. Tras presenciar el terrible suceso, se bajó de su bicicleta, se quitó el casco y se abalanzó sobre el agresor.
Fue precisamente gracias a este elemento de protección, su casco, lo que le permitió reducir al atacante. Una vez se lo había quitado de la cabeza, lo empleó como arma para golpear una y otra vez al ciudadano de origen argelino que había apuñalado a cuatro personas.
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Horas más tarde de lo sucedido, este hombre, que ha pasado de humilde repartidor a héroe nacional, contaba en The Journal cómo había sido su salvaje experiencia, explicando que realmente no había tomado ninguna elección, sino que fue su instinto quien lo hizo: "Ni siquiera tomé una decisión, fue puro instinto y todo terminó en segundos. Cayó al suelo, no vi dónde había ido el cuchillo y otras personas intervinieron".
Caio Benicio aseguró que lo que primero le vino a la cabeza en ese momento es que sentía la necesidad y la obligación de hacer algo porque él también tenía hijos y le gustaría que si ellos estuvieran en peligro en algún momento, alguien les pudiera ayudar: "Yo también tengo dos hijos, así que tenía que hacer algo. Hice lo que cualquiera haría. Había gente allí, pero no podían intervenir porque él estaba armado, pero yo sabía que podía usar mi casco como arma".
A pesar de su heroicidad, Caio Benicio aseguró que se encuentra profundamente dolido y entristecido por lo sucedido. Por ello, desde el momento en el que consiguió abatir al agresor gracias a su casco, se encuentra pensando en la niña pequeña que fue atacada delante de sus ojos: "Estoy rezando, es todo en lo que estoy pensando. La vi en la ambulancia, parecía tan vulnerable… pero tuve que irme con la Policía entonces. Estoy esperando noticias sobre ella. Tengo esperanza".
El repartidor de la empresa Deliveroo explicó también una curiosa circunstancia. Recientemente se había operado de su rodilla, lo que provocó que estuviera más lento de lo esperado en su reacción: "Si un niño no hubiera sobrevivido, siempre pensaría que podría haber sido más rápido. Elegí operarme de la rodilla hace poco y eso me hizo lento al bajarme de la bicicleta, ¿podría haber sido más rápido?".
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Benicio, que llegó a Irlanda para buscarse un nuevo futuro y trabajar después de que su restaurante en Brasil se incendiara, se ha convertido en el héroe inesperado de esta historia que tuvo un final absolutamente trágico. Por ello, a pesar de su hazaña, no podía mostrar ni un mínimo rasgo de felicidad: "Si todas las víctimas hubieran sobrevivido, estaría agradecido de haber estado en el lugar correcto, en el momento correcto".