Tras tres semanas desaparecido, el líder opositor ruso, Alexei Navalni, ha reaparecido en el círculo polar ártico, en concreto, en la colonia penitenciaria conocida como 'Polar Wolf Prison' o IK-3 (que puede albergar hasta 1.050 presos). El centro se encuentra a unos 2.000 kilómetros al noreste de Moscú, en Kharp -en el distrito autónomo de Yamal-Nenets-.
'Polar Wolf Prison' fue fundado en 1961 en el área en el que anteriormente se localizaba un gulag soviético (campo de trabajos forzados). El aliado de Navalny, Ivan Zhdanov, lo ha catalogado como "una de las colonias penitenciarias más septentrionales y remotas" de Rusia.
"Las condiciones en las colonias de régimen especial son bastante terribles, se trata de una detención en aislamiento máximo", dijo el defensor de los derechos humanos Igor Kalyapin a The Moscow Times. "Creo que Navalny fue enviado tan lejos precisamente para garantizar el máximo aislamiento físico posible, por lo que incluso viajar allí sería un problema", añadió.
"IK-3 siempre ha funcionado como una colonia para reincidentes especialmente peligrosos", dijo el periodista ruso Leonid Nikitinsky al periódico Novaya Gazeta, tras visitar Kharp en 2006. Señaló, además, que la zona sufre duras condiciones climáticas.
'Polar Wolf Prison' o IK-3 es conocido por retener a Platon Lebedev, antiguo socio comercial del ex oligarca exiliado Mikhail Khodorkovsky (en la década de los 2000). Lebedev fue declarado culpable de evasión fiscal, lavado de dinero y fraude. Dichas acusaciones fueron relacionadas con motivaciones políticas.
Ivan Vostrikov, ex coordinador regional de Navalny en Tyumen, que también visitó Kharp, dijo que "es casi imposible escapar de allí: hay cientos de kilómetros de tundra a un lado y las montañas de los Urales polares al otro".
"Brutalidad física"
Los relatos de prisioneros IK-3 describen un ambiente particularmente duro con condiciones de vida básicas junto con brutalidad física y psicológica.
Algunos prisioneros se han quejado de la falta de ropa y otros elementos esenciales en la colonia, informó el medio de comunicación independiente Vyorstka , citando documentos judiciales.
El convicto Maxim Bakhvalov, que cumplió condena en IK-3 entre 2017 y 2020, afirmó que a su llegada a la colonia solo le proporcionaron un par de botas de invierno y un traje gastado.
Otro prisionero, Sergei Chesnokov, afirmó que se enfermaba con frecuencia después de que su ropa quedó inutilizable y la administración de la prisión no le proporcionó reemplazos.
El recluso Sergei Sheikhin presentó una demanda contra la colonia en 2022, quejándose de que su unidad estaba confinada en una celda sin luz natural ni agua caliente. Algunos incluso acusaron a los guardias de prisión de tortura.
[Alexei Navalni reaparece en una prisión en el círculo polar ártico tras tres semanas desaparecido]
La Fiscalía del distrito autónomo de Yamal-Nenets informó -al menos dos veces desde el año pasado- sobre el incumplimiento de las leyes de protección laboral, las normas de seguridad contra incendios y las normas sanitarias en el IK-3.
"Cuando los prisioneros entran a la colonia, los llevan a los baños. Cuando una persona se desnuda y va a lavarse, le cortan el agua y entran personas con máscaras y empiezan a golpearlo. En mi caso esto duró aproximadamente media hora. Había unas 15 personas, tanto prisioneros como empleados", dijo el preso Mikho Khulilidze, que cumplió su condena en IK-3. "Me pusieron en el suelo y me golpearon con porras y puños en las nalgas, la cabeza, la cara y las costillas. No nos proporcionaron asistencia médica", asegura.