Miembros de Hamás en Gaza.

Miembros de Hamás en Gaza. Foto de archivo Reuters

Europa

Misiles antitanque, armas de vacío... Hamás creó su arsenal con bombas de Israel que no explotaron

Varias fuentes de inteligencia sostienen que las milicias palestinas construyeron sus propias armas a partir de municiones israelíes lanzadas en Gaza que no funcionaron. 

30 enero, 2024 02:17

Para poder perpetrar los ataques del 7 de octubre, Hamás estuvo años acumulando armamento en la Franja de Gaza. La mayoría de armas procedía de Irán, que ha tejido una potente red de grupos proxies a los que financia y apoya en Oriente Medio, como Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen y, también a Hamás en el costero enclave palestino. Pero además de los drones de ataque de fabricación iraní o de los lanzacohetes norcoreanos (probablemente facilitados por el régimen de los ayatolás), parte del arsenal que se ha encontrado en la superficie y en el laberinto de túneles que hay bajo Gaza procede del propio Ejército de Israel

Esa es la conclusión a la que han llegado funcionarios militares y de inteligencia israelíes consultados por el New York Times. Según esas fuentes, la milicia palestina habría construido numerosos cohetes y misiles antitanque a partir de municiones procedentes de bombas que Israel ha lanzado en Gaza en los últimos 17 años (cuando se instauró el bloqueo) y que no llegaron a detonar. 

"Las municiones sin detonar son la principal fuente de explosivos para Hamás", ha señalado Michael Cardash, exsubjefe de la División de Eliminación de Bombas de la Policía Nacional de Israel y consultor de la policía israelí al rotativo estadounidense. "Están cortando bombas abiertas de Israel, bombas de artillería de Israel, y muchas de ellas, por supuesto, están siendo utilizadas y reutilizadas para sus explosivos y cohetes", ha añadido. 

Un soldado israelí en la Franja de Gaza.

Un soldado israelí en la Franja de Gaza. Reuters

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De acuerdo con los expertos en armas consulados por el New York Times, cerca del 10% de las municiones normalmente no detonan, pero en el caso de Israel, la cifra podría ser mayor y alcanzar el 15% porque se trata de un arsenal antiguo. Esas tasas se traducen en miles de toneladas de municiones sin explotar que pueden ser reutilizadas. De hecho, de una bomba de unos 340 kilogramos podrían fabricarse cientos de misiles o cohetes. En concreto, según se ha podido ver en los vídeos de los ataques de septiembre, se han fabricado bombas termobáricas (o de vacío), misiles antitanque y otros dispositivos.

No obstante, no sólo las armas caseras tienen ADN israelí; al parecer, Hamás también estaría armando a sus combatientes con cientos fusiles, balas y granadas robadas de bases militares israelíes que estaban mal vigiladas. Eso es lo que recoge un informe militar de principios del año pasado que constataba los robos y detallaba cómo los materiales se habían distribuido a Cisjordania y Gaza a través de la península egipcia del Sinaí. "Estamos alimentando a nuestros enemigos con nuestras propias armas", se lee en una línea del informe, al que ha tenido acceso el New York Times.