El sindicato hegemónico de los agricultores franceses se queja de que las promesas que hizo el Gobierno hace una docena de días, y que le llevaron a levantar las protestas, no se están concretando y va a llevar a cabo nuevas acciones selectivas en supermercados e hipermercados para manifestar su descontento.
"Se van a llevar a cabo acciones, más bien destinadas a los grandes comercios", ha anunciado este lunes Arnaud Rousseau, el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), que ha puntualizado que "no habrá un movimiento nacional por el momento. El mundo agrícola no amenaza. Abogo por el espíritu de responsabilidad".
En una entrevista con la emisora France Info, Rousseau ha insistido en que "todo el mundo quiere que esto funcione", y que se pretende evitar que el Salón de la Agricultura de París que se va a celebrar del 24 de febrero al 3 de marzo se desarrolle con tensión y violencia.
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Pero también avisó de que de aquí a entonces "no vamos a abandonar nuestras ambiciones" porque considera que hay varios temas en los que no se ha avanzado.
Promesas incumplidas
La FNSEA lanzó la consigna el 1 de febrero de poner fin a las importantes protestas que se habían desarrollado durante dos semanas en toda Francia, con autopistas y carreteras cortadas por cientos de tractores, muy pocas horas después de un tren de anuncios y promesas al sector del primer ministro, Gabriel Attal.
Para Rousseau, "hay que acelerar" porque desde esos anuncios no ha habido encuentros con los miembros del Gobierno. Este martes, el presidente de la FNSEA debe finalmente ser recibido por Attal.
Entre sus reclamaciones está un cambio en la evaluación del uso de pesticidas porque a su parecer no está suficientemente reconocido el esfuerzo que han hecho los agricultores para reducir el uso de los más peligrosos.
Sobre ese punto, el primer ministro dijo el 1 de febrero que se suspendía la aplicación del plan Ecophyto para recortar en un 50% su utilización de aquí a 2030, mientras se hace una nueva evaluación en concertación con las asociaciones agrícolas.
Otra de las reclamaciones destacadas por Rousseau fue el del barbecho obligatorio del 4% de las tierras impuesto por la Política Agraria Común (PAC), sobre la que se espera que se concrete una derogación de Bruselas.
El responsable de la organización agrícola dijo que sobre esa cuestión espera que "esta semana será más decisiva" porque "es una decisión muy esperada".
Igualmente hizo hincapié en que necesitan que "antes de las elecciones europeas se abran temas como la PAC" que tardarán "más tiempo".