Bruselas

Pese a su empeño en mantener el suspense hasta el final, era el secreto peor guardado de Bruselas. Ursula von der Leyen ha anunciado este lunes que aspira a repetir un segundo mandato de cinco años como presidenta de la Comisión Europea. Una declaración que lanza la carrera para la renovación de los altos cargos de la UE tras las elecciones a la Eurocámara del 9 de junio.

Von der Leyen ha hecho este anuncio durante una reunión en Berlín con su partido alemán, la CDU, que apoya plenamente su candidatura. La presidenta cuenta además con los avales de los griegos de Nueva Democracia y los polacos de Plataforma Cívica. Al no tener rivales internos, el Partido Popular Europeo (PPE) tiene previsto nombrarla como su cabeza de lista europea en el congreso que celebrará los días 6 y 7 de marzo en Bucarest.

"Estoy tomando una decisión muy consciente y bien pensada. Me gustaría presentarme para un segundo mandato y estoy muy agradecida a la CDU por haberme nominado hoy como cabeza de lista del PPE", ha dicho Von der Leyen en una conferencia de prensa.

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Son los líderes europeos los que proponen al presidente de la Comisión por mayoría cualificada, teniendo en cuenta el resultado de las elecciones a la Eurocámara. Todas las encuestas dan además una victoria del PPE en junio. Además, en el Consejo Europeo, Von der Leyen cuenta con un apoyo muy amplio, incluso entre líderes de distinto signo político: sólo el húngaro Viktor Orbán ha dicho claramente que no le votará.

En los últimos días, la alemana ya ha dejado claro cuál será su prioridad si repite como jefa de la Comisión: impulsar la Europa de la Defensa y el rearme militar, no sólo para apoyar a Ucrania y para frenar a Vladímir Putin, sino también para prepararse al posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. En la Conferencia de Seguridad de Múnich, Von der Leyen ha anunciado que si repite nombrará en su equipo un comisario de Defensa.

La alemana fue elegida por sorpresa y de rebote por los líderes europeos en julio de 2019 a propuesta de Emmanuel Macron, descartando al candidato que postulaba el Partido Popular Europeo (su correligionario Manfred Weber, que nunca le ha perdonado). En aquel momento era una desconocida en la UE y una estrella menguante en Alemania por su cuestionada gestión en el ministerio de Defensa con Angela Merkel. La Eurocámara la ratificó con un margen de apenas 9 votos sobre la mayoría necesaria, con el apoyo de populares, socialistas y liberales.

Su etapa en el poder ha estado marcada por una sucesión de crisis: Covid-19, guerra de Ucrania, emergencia energética, y renovado conflicto en Oriente Próximo. Unas turbulencias sin precedentes que en cada momento estuvieron a punto de abrasarla, pero de las que ha logrado salir reforzada, hasta convertirle en el rostro más reconocible de Europa tanto en los Estados miembros como entre los socios extracomunitarios.