Assange quema su último cartucho en los juzgados británicos para evitar ser extraditado a EEUU
Una vez en territorio estadounidense, según sus abogados, se enfrentaría a una posible condena de hasta 175 años de prisión.
21 febrero, 2024 02:54Tras una batalla de más de una década, Julian Assange se enfrenta a su última oportunidad para no ser extraditado a Estados Unidos, donde se enfrenta a un total de 18 cargos. En una vista de dos días que comenzó el martes, el Tribunal Superior de Londres estudiará si concede al fundador de Wikileaks, que lleva en la prisión de Belmarsh desde hace casi cinco años, permiso para apelar una decisión de extradición adoptada en 2022 por la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel.
Su destino se encuentra ahora en manos de dos jueces. Si ambos deniegan la apelación, Assange tendría que ser extraditado al país norteamericano en un plazo de 28 días. Y una vez en territorio estadounidense, según sus abogados, por los cargos penales relacionados con la difusión por parte de su organización de material clasificado y cables diplomáticos en 2010 y 2011, podría enfrentarse a una pena de hasta 175 años de prisión.
Edward Fitzgerald, uno de los abogados de Assange, señaló en un comunicado que si su cliente era extraditado, existía “un riesgo real de que sufra una flagrante denegación de justicia”. "Esta acusación legalmente sin precedentes pretende criminalizar la aplicación de prácticas periodísticas ordinarias de obtención y publicación de información clasificada veraz del más obvio e importante interés público", afirmó el letrado en un documento recogido por el diario The Guardian.
A principios de 2021, un juez de Londres bloqueó inicialmente el traslado de Assange a EEUU bajo el argumento de que era probable que se suicidara si se le retenía en las duras condiciones carcelarias estadounidenses. No obstante, el gobierno del país norteamericano recurrió la decisión ante el Tribunal Supremo y ganó la apelación, por lo que se anuló la decisión del magistrado.
Un año después, en junio de 2022, el gobierno británico aprobó la extradición de Assange a EEUU. Sus abogados intentarán anular esa aprobación en la vista celebrada entre el 20 y 21 de febrero, en lo que podría ser su último cartucho en los tribunales británicos. En la sesión, los letrados argumentarán que el procesamiento de Assange tiene motivaciones políticas y supone un ataque inadmisible a la libertad de expresión, ya que es la primera vez que se acusa a un editor en virtud de la Ley de Espionaje estadounidense.
Una “cuestión de vida o muerte”
La semana pasada, Stella Assange, la mujer del fundador de WikiLeaks, señaló que su marido no sobreviviría si era extraditado a Estados Unidos. “Su salud está en declive, física y mentalmente. Su vida corre peligro cada día que pasa en prisión y, si es extraditado, morirá”, indicó. El año pasado, en una carta abierta dirigida al rey Carlos III y publicada por Declassified UK, Assange denunció las pésimas condiciones en las que se encontraba la prisión de Belmarsh, la cual ha sido calificada en ocasiones como la 'versión británica de Guantánamo'.
El hermano de Assange, Gabriel Shipton, comparó la situación del fundador de WikiLeaks con el opositor ruso Alexéi Navalny, que falleció en la prisión de Siberia en la que se encontraba el pasado viernes. "Sé exactamente lo que se siente al tener a un ser querido injustamente encarcelado sin esperanza", afirmó a la cadena británica BBC. "Que fallezcan, eso es lo que vivimos temiendo: que Julian se nos pierda, que se pierda en el sistema penitenciario estadounidense o incluso que muera en la cárcel en el Reino Unido".
[El creador de Wikileaks, Julian Assange, nominado al Nobel de la Paz 2024]
Assange tiene ahora dos opciones. Si gana, se convocará una nueva vista de apelación completa para reconsiderar su impugnación. Si pierde, su única vía sería recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), donde ya ha presentado un recurso a la espera de la sentencia de Londres. Stella Assange declaró la semana pasada que, si fuera necesario, solicitarían al tribunal una medida cautelar de emergencia de conformidad con la norma 39.
¿Héroe o villano?
La figura de Julian Assange ha sido sumamente polémica a lo largo de los años. Sus defensores lo ven como un héroe por exponer oscuros secretos militares de Estados Unidos, como el vídeo que reveló un ataque estadounidense que resultó en la muerte de 11 personas, incluidos dos periodistas de Reuters. Además, consideran su encarcelamiento como un ataque directo a la libertad de expresión.
Durante la mañana del martes, primer día de la vista, varias decenas de personas se congregaron a las puertas de los Reales Tribunales de Justicia, en cuyas vallas ataron cientos de lazos dorados con las palabras 'Free Assange Now'. “Si esta acusación prospera, otros casos vitales no saldrán a la luz”, afirmó Tim Dawson, vice secretario general de la Federación Internacional de Periodistas en la entrada del edificio.
Sin embargo, la fiscalía estadounidense sostiene que las filtraciones de WikiLeaks, catalogadas como "uno de los mayores compromisos de información clasificada en la historia de Estados Unidos", han comprometido la seguridad de sus agentes a lo largo de los años y agurmenta que no hay justificación para tales acciones criminales.
Joe Biden, quien no ha revocado el proceso iniciado durante la presidencia de Donald Trump, se enfrenta a una creciente presión tanto nacional como internacionalmente para retirar la acusación contra Assange en un tribunal de Virginia. Destacadas organizaciones de medios de comunicación, defensores de la libertad de prensa y el Parlamento australiano están entre quienes condenan el enjuiciamiento bajo la Ley de Espionaje de 1917, una medida sin precedentes por la divulgación de información clasificada.
El pasado jueves, Anthony Albanese, primer ministro de Australia y compatriota de Assange, respaldó una moción que exigía el retorno del fundador de WikiLeaks a su país natal, denunciando enérgicamente la persecución judicial que ha enfrentado y declarando un simple "ya basta".