Un militar ucraniano prepara un dron de reconocimiento Furiia antes de sobrevolar las posiciones de las tropas rusas cerca de Bakhmut.

Un militar ucraniano prepara un dron de reconocimiento Furiia antes de sobrevolar las posiciones de las tropas rusas cerca de Bakhmut. Reuters

Europa

Rusia acelera la marcha al norte y al sur de Avdivka ante las presiones electorales de Putin

Mientras el ejército ruso continúa su avance, Ucrania opta por retirarse de algunas zonas para mejorar su defensa y evitar pérdidas humanas.

2 marzo, 2024 03:16

Fuentes ucranianas confirmaron este viernes la entrega del emplazamiento de Orlivka, unos diez kilómetros al noroeste de Donetsk. Las imágenes que llegan de la zona muestran un montón de edificios derruidos y calles vacías, como es habitual allí donde entran los rusos. Desde que Kiev rindiera la ciudad de Avdivka, en lucha desde 2014, el avance ruso ha sido constante en todas las direcciones, lo que sin duda invita a la preocupación.

El ejército ucraniano, más cauteloso desde la llegada de Oleksander Syrskyi al alto mando, ha preferido retroceder una decena de kilómetros para preparar mejor su defensa, entre constantes quejas por la escasez de munición.

Lo más probable es que Rusia tome pronto la ciudad aledaña de Tonen'ke, después de haber conquistado en días previos Stepove y Seberne. A partir de ahí, veremos hasta qué punto Ucrania es capaz de estabilizar el frente aprovechando la orografía y la barrera natural que suponen los riachuelos que separan estas ciudades de Semenivka y la carretera O0542.

[Putin amenaza con armas nucleares para "destruir la civilización" si Occidente envía tropas a Ucrania]

Si Ucrania consigue parar ahí a las tropas rusas, se podrá hablar de una falsa alarma con una explicación clara: Rusia está mandando miles y miles de tropas a ataques casi suicidas, asumiendo unas bajas abismales a cambio de poder vender sus avances en forma de propaganda.

¿Por qué estas prisas después de casi nueve años de guerra en la zona? La razón es muy sencilla: Vladímir Putin quiere convertir las elecciones del 17 de marzo en una reivindicación de su figura como líder. Para ello, ha prohibido la presencia de toda oposición en las urnas y necesita buenas noticias desde el frente. Cuantos más avances, mejor, al coste que sean.

Si a eso le juntamos la pobre labor comunicativa tanto de Kiev como de sus aliados, haciendo públicas sus diferencias e insistiendo en los problemas logísticos a los que se enfrentan, la coyuntura era demasiado favorable como para que el Kremlin la dejara pasar.

Urgencia y carne de cañón

También puede suceder que Ucrania no estabilice el frente del Donbás. Ahí, podríamos empezar a hablar de un derrumbamiento de consecuencias impensables. De momento, Rusia también está atacando al sur de Avdivka y consiguiendo avances, lo que obliga a las tropas ucranianas a estar en continuo movimiento.

Los soldados rusos se exponen, pero no hay proyectiles suficientes para detenerlos a todos. El ejército de Syrkyi ha conseguido frenar las acometidas sobre Novomikhailivka, a pocos kilómetros de Vuhledar, el gran objetivo ruso en la zona desde el principio de la guerra, pero no se sabe cuánto tiempo puede aguantar ahí.

El problema para Rusia, como decíamos, incluso en el caso de que consiguiera volver a acercarse a Vuhledar, es el elevadísimo número de tropas y de equipos que está perdiendo por el camino. Solo la toma de Avdivka ya le costó la vida a más de 16.000 hombres y hasta trescientos tanques quedaron inutilizados. En los últimos días, vemos continuas imágenes de cadáveres en las carreteras, tanques destrozados por misiles ucranianos e incluso aviones derribados por su exceso de exposición.

Un misil nuclear balístico intercontinental Yars es disparado durante un entrenamiento desde la base de Plesetsk, Rusia.

Un misil nuclear balístico intercontinental Yars es disparado durante un entrenamiento desde la base de Plesetsk, Rusia. Reuters

Cuando en una guerra se da una situación así, es difícil evaluar con precisión lo que está sucediendo. Rusia avanza desde la desesperación, como si no hubiera un mañana… pero el caso es que sí lo hay y habrá que medir hasta qué punto estas conquistas acaban costándole caro al ejército de Putin. Pronto, el barro anegará los campos y cada metro ganado supondrá el doble de sacrificio, lo que añade otro motivo de urgencia.

Ante tal avalancha, Ucrania solo puede defenderse, pero eso no implica necesariamente un síntoma de debilidad, sino de pura necesidad. Es exactamente lo que Estados Unidos exigía en la contraofensiva de verano: un ataque sin mirar hacia atrás que pudiera venderse como un éxito, independientemente de las bajas y el material que se perdiera. Tanto Zelenski como el general Zaluzhnyi se negaron a ello. Prefirieron salvar las vidas de sus soldados a conquistar a la desesperada. Putin y Gerasimov han optado por todo lo contrario.

Acuerdo con Países Bajos

En todo ello, influye también, como es natural, los problemas que Ucrania está teniendo con la ayuda internacional. El paquete de más de 60.000 millones de dólares que aprobó el Senado estadounidense aún ni siquiera se está debatiendo en la Cámara de Representantes, donde su “speaker”, el republicano Mike Johnson, se sigue negando a abordar la cuestión mientras no haya un acuerdo sobre el cierre de la frontera con México.

[La Eurocámara pide dar a Ucrania toda la ayuda militar necesaria para derrotar a Putin]

No es este el único problema para Zelenski: la Casa Blanca tardó una eternidad en autorizar el envío de los misiles de larga distancia ATACMS y la venta por parte de terceros países de los cazas F-16. Meses después de ambas autorizaciones, lo cierto es que los ATACMS llegan con cuentagotas y de los F-16 no hay ni rastro. Se supone que siguen los cursos de formación a los pilotos ucranianos en Reino Unido, Dinamarca, Rumanía y los propios Estados Unidos, pero todo está llevando mucho más tiempo del previsto.

Al menos, en la medida de sus posibilidades, Europa está respondiendo al desafío. Aparte de los 50.000 millones de euros que comprometió la Unión Europea para la defensa de Ucrania y la enfática retórica del presidente francés, Emmanuel Macron, este mismo viernes, el presidente Zelenski y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anunciaron la firma de un acuerdo de seguridad que supone la concesión de 2.000 millones de euros en ayuda militar solo para este año. El acuerdo tiene una duración de diez años, aunque no se ha especificado públicamente la aportación en los siguientes nueve.

[Scholz y la OTAN rechazan la idea de Macron de enviar tropas a Kiev entre las amenazas de Rusia]

Reino Unido también se ha comprometido a reservar 310 millones de dólares de su presupuesto de defensa solo para surtir a Ucrania de munición. Ahora mismo, es lo que más se necesita en el frente, dado que Rusia cuenta con el importante apoyo de Corea del Norte.

El país dirigido por Kim Jong-Un ha enviado ya un millón y medio de piezas de artillería a Rusia… aunque la calidad de estas piezas está en sería cuestión. En cualquier caso, sirven para mantener un ataque del que Ucrania se defiende a duras penas y economizando sus recursos.