Protesta contra un proyecto de ley sobre agentes extranjeros en Tiflis.

Protesta contra un proyecto de ley sobre "agentes extranjeros" en Tiflis. Reuters

Europa

Georgia aprueba la polémica 'ley rusa' de agentes extranjeros a pesar de las protestas

La presidenta del país, casi con total seguridad, vetará el proyecto, aunque el Parlamento podrá anular su decisión con una nueva votación. 

14 mayo, 2024 14:26

El Parlamento de Georgia aprobó este martes la polémica ley sobre "agentes extranjeros" tras votar a favor en la tercera y última lectura del proyecto. Esta norma ha sido condenada por los opositores como un paso inspirado en el Kremlin hacia la represión de las libertades civiles, lo que ha generado una crisis política en el país. En las últimas semanas, las protestas han sido frecuentes en todo el país, especialmente en la capital, Tiflis. 

El proyecto de ley se enfrenta ahora a un probable veto por parte de la presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, aunque el Parlamento puede anular su decisión celebrando una votación adicional sobre el proyecto.

Poner en marcha esta ley, según afirman los expertos, podría tener serias implicaciones para la sociedad georgiana. Según los términos de la propuesta, las organizaciones que reciban más del 20% de su financiación del extranjero estarían obligadas a registrarse como agentes de influencia extranjera, un requisito que los críticos denuncian como autoritario y presuntamente inspirado en las políticas del Kremlin para reprimir a los opositores en Rusia.

En cambio, el partido gobernante y promotor de la norma, Sueño Georgiano, sostiene que esta ley es esencial para asegurar la transparencia en el panorama político y financiero del país. El fundador multimillonario del partido, Bidzina Ivanishvili, ha afirmado recientemente que Georgia debe salvaguardar su soberanía frente a los intentos de injerencia por parte de actores occidentales que intentan imponer sus agendas.

Mientras tanto, las protestas se han convertido en una constante nocturna frente al Parlamento de Tiflis, con multitudes que expresan su descontento de una manera enérgica noche tras noche. Dentro de la propia institución legislativa, la tensión también ha llegado a altas cotas, con enfrentamientos físicos entre los propios legisladores, reflejando la profunda división y la intensidad del conflicto que ha polarizado a la nación.

El gobierno retiró una legislación similar el año pasado en respuesta a las protestas, sin embargo, en esta ocasión, no ha mostrado indicios de reconsiderar su postura antes de las elecciones parlamentarias previstas para octubre.

El proyecto de ley ha exacerbado una crisis política ya latente, y las comparaciones con las leyes empleadas por el gobierno de Vladímir Putin para reprimir la disidencia en Rusia han reavivado el doloroso recuerdo del conflicto bélico entre Georgia y Rusia en 2008. Esta breve pero intensa contienda dejó huellas indelebles en la psique georgiana y aún continúa resonando en la conciencia colectiva a pesar del paso de los años.

La ‘ley rusa’ también ha suscitado grandes preocupaciones tanto en Washington como en Bruselas. Gert Jan Koopman, director general de la Dirección de Ampliación de la Comisión Europea, afirmó que esta norma afectará a la candidatura de Georgia para entrar en la Unión Europea. "La ley, tal y como está redactada, es inaceptable y creará graves obstáculos para la vía de adhesión a la UE", declaró Koopman recientemente. 

"La votación de hoy centrará las mentes en la urgente necesidad de un cambio de régimen en Georgia. Con la vista puesta en las elecciones de octubre, confío en que la unidad que se ha visto en nuestras calles en las últimas semanas marcará un antes y un después en la historia de nuestra nación", afirmó Tina Bokuchava, líder parlamentaria del opositor Movimiento Nacional Unido (MNU). "El lugar que nos corresponde es Europa, pero para que este sueño se haga realidad primero hay que acabar con el dominio de Ivanishvili".

El Kremlin, que niega cualquier papel en la inspiración del proyecto de ley georgiano, afirmó el martes que la crisis era un asunto interno de Tiflis y acusó a potencias exteriores de injerencia. "Vemos una intervención desvelada en los asuntos internos de Georgia desde el exterior", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Se trata de un asunto interno de Georgia, no queremos interferir ahí de ninguna manera".