Fico, el 'otro Orbán' prorruso y antioccidental que cortó la ayuda militar de Eslovaquia a Ucrania
El veterano populista, que ya gobernó en tres legislaturas, considera que Kiev es en parte responsable de la guerra y promueve un acercamiento a Moscú.
15 mayo, 2024 17:33Prorruso, crítico con Occidente, político de corte populista y contrario a la ayuda militar a Ucrania. Son cuatro características del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, al que muchos denominan como el 'otro Orbán', herido este miércoles tras recibir cinco disparos en el abdomen a la salida de una reunión con su Gobierno en una localidad situada a 150 kilómetros de Bratislava.
El veterano político eslovaco de 59 años, que ya gobernó el país durante tres legislaturas (2006-2010, 2012-2016 y 2016-2018), volvió al poder tras ganar las elecciones legislativas el 30 de septiembre del año pasado. Desde octubre gobierna en coalición con el partido La Voz, que se define como socialdemócrata, y el partido ultraderechista Partido Nacional Eslovaco.
Su discurso contra la inmigración ilegal y la ayuda a Ucrania le dio la victoria en las urnas Con 30 años de política a sus espaldas, Fico supo aprovechar el descontento generado entre las clases más desfavorecidas de Eslovaquia por la inflación y la gestión fallida del Ejecutivo que le precedió, tumbado con una moción de censura en diciembre de 2022.
[El primer ministro eslovaco Robert Fico, en estado crítico tras ser disparado en el abdomen]
El controvertido político tuvo que renunciar como primer ministro en 2018 tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, que investigaba nexos de su Gobierno con la mafia, lo que desencadenó manifestaciones multitudinarias antigubernamentales.
Durante sus años en la oposición, Fico adoptó un discurso más populista, nacionalista y con énfasis en la inmigración ilegal. Se le compara con su homólogo húngaro, Viktor Orbán, y también, aunque en menor medida, con el partido Ley y Justicia de Polonia.
Viraje en política exterior
Si Eslovaquia había apoyado de manera incondicional a Ucrania desde que Rusia la invadió en febrero de 2022, suministrando armas y abriendo las fronteras a los refugiados que huían de la guerra, el nuevo Ejecutivo prorruso dio un giro de 180 grados a la política exterior del país.
En una de sus primeras decisiones, Fico cortó el suministro de armamento a Ucrania, tal y como había prometido en campaña, bajo el pretextexto de que Kiev es en parte responsable de la guerra provocada por la invasión rusa, y abogando por una negociación con Rusia para poner fin al conflicto, incluso sin garantías de integridad territorial para los ucranianos.
El líder populista mostró su oposición a las sanciones de la UE a Rusia, prometió impedir que Ucrania se adhiera a la OTAN -lo que a su juicio sería la garantía de una Tercera Guerra Mundial- y señaló, en una de sus primeras declaraciones tras su victoria, que Eslovaquia tiene "problemas mayores que la cuestión ucraniana" como los precios de la energía o el coste de vida.
Más allá de romper la unidad de acción de la Unión Europea con Ucrania, Fico ha emprendido otras medidas controvertidas, como la eliminación de la Fiscalía Especial Anticorrupción, y otras que recuerdan las políticas de control de los medios de comunicación y de las ONG que lleva a cabo el Gobierno del ultranacionalista Orbán en Hungría, muy criticadas en Bruselas por vulnerar el Estado de derecho.
El primer ministro eslovaco ha cargado contra opositores y ONG, acusándolos de seguir instrucciones del financiero George Soros y ha sido un gran crítico de las leyes LGTBI, los musulmanes y los inmigrantes, prometiendo estabilidad y orden en contraposición a las cuotas de reparto solidario de refugiados de la UE.