El presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, saliendo de la sede del partido en París.

El presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, saliendo de la sede del partido en París. Reuters

Europa

La derecha francesa estalla tras la decisión de Éric Ciotti de asociarse con Marine Le Pen

Macron intentará atraer a moderados de la derecha descontentos con el acuerdo y aumentar el apoyo en las legislativas.

12 junio, 2024 02:37

Segundo terremoto en la política francesa tras la sorprendente disolución de la Asamblea, anunciada el domingo por la noche por el jefe del Estado, Emmanuel Macron. El presidente de Los Republicanos (LR), partido de derecha homologable con el Partido Popular Europeo, Éric Ciotti anunció el martes una alianza con la extrema derecha de Marine Le Pen para las inmediatas elecciones legislativas.

Rompía así un tabú vigente durante toda la V República, el régimen forjado por el general De Gaulle hace más de 60 años, que excluía cualquier pacto nacional con Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN).

Cierto que la derecha heredera del gaullismo hace tiempo que dejó de ser el partido hegemónico del sistema, como prueba el hecho de que su candidato en las europeas del domingo, François Xavier Bellamy, sólo alcanzara el 7,25% de los votos.

Por su parte, el RN de Marine Le Pen tampoco es el Frente Nacional de su padre, Jean Marie Le Pen. La campaña de desdiabolización con la que Le Pen ha dejado atrás el antisemitismo y ha moderado su antieuropeísmo ha dado sus frutos: 31,5% de sufragios el 9-J.

Además, Ciotti, según la definición del analista Alain Duhamel, es “el político de derechas más a la derecha que no es de extrema derecha”. Hasta ahora, al menos.

Sin consultarlo con la dirección de su partido, Ciotti compareció el martes por sorpresa en el informativo de las 13:00 horas del canal TF1, donde anunció una alianza con RN “en todo el territorio nacional”. Según explicó, la extrema derecha no presentará candidatos propios en las 60 circunscripciones que en 2022 eligieron diputados republicanos. Ciotti entiende así que esto garantizará a su partido seguir existiendo en la próxima legislatura.

El líder de LR no habló ni de programas ni de medidas de un futuro gobierno compartido con RN, sólo de “ideas y valores de derecha”. Se justificó en que su formación es “demasiado débil” ahora mismo para mantener la línea “ni Macron, ni Le Pen” que rige desde que en 2017 Macron conquistó la Presidencia (y trajo a gran parte de cuadros y dirigentes de la derecha). “He intentado mantener ese equilibrio, pero no hemos podido romper el muro del sonido”, confesó en TF1.

Protestas en el LR

La noticia, anticipada por Le Figaro, desencadenó una catarata de reacciones negativas y todos los barones de la derecha que salieron en tromba. Valérie Pécresse, presidenta de la región parisina y candidata fracasada a la presidencia de la República dijo: “Yo siempre me he negado a vender mi alma por un plato de lentejas y envolverlo en el interés del país. El honor y las convicciones no son palabras huecas. Todo no se puede comprar”.

Xavier Bertrand, presidente la región Altos de Francia, afirmó que “el ADN de la derecha republicana es nunca los extremos, nunca el Frente Nacional, nunca Marine Le Pen. Ese ha sido siempre mi combate y lo seguirá siendo”.

Laurent Wauquiez, presidente de Auvernia y probable candidato republicano a las presidenciales de 2027, no quiso citar expresamente el nombre de Ciotti, aliado suyo hasta este mismo martes, pero habló de “traición” y añadió: “Creo en la política hecha a las claras”.

Mientras, el presidente del Senado, Gérard Larcher tronó: “No aprobaré nunca, bajo ningún pretexto, un acuerdo con RN contrario al interés de Francia y de nuestra historia”.

Todos ellos y otras personalidades de la derecha francesa como Michel Barnier apelaron a la dimisión de Ciotti, a lo que éste se negó en rotundo. Obsérvese que todos los críticos tienen en común que no se juegan nada en estas elecciones legislativas. Al contrario que Ciotti, diputado en la Asamblea por una circunscripción del sur de Francia, en la Costa Azul, territorio de derechas y con fuerte implantación lepenista.

¿Cuántos diputados van a seguirle? Lo primero no estaba nada claro. El presidente de RN, Jordan Bardella, se jactó anoche en televisión de un acuerdo con “decenas de electos de LR” pero, en público, pocos respaldaron el acuerdo. Sí lo hicieron el jefe de las juventudes del partido y un par de eurodiputados.

En lo que respecta a la militacia, según un sondeo de Odoxa para Le Figaro, publicado en la noche del martes, el 50% de los militantes de la derecha aprueba un pacto con ‘los nacionalistas’ de RN. Entre los militantes del partido de Le Pen, el 79% son favorables al acuerdo.

Elecciones 'exprés'

La disolución de la Asamblea Nacional fue anunciada por Macron el domingo, una hora después del cierre de las urnas de las elecciones europeas. Por ley, los comicios deben celebrarse entre 20 y 40 días después de la disolución. El presidente advirtió de que las votaciones tendrán lugar el 30 de junio y el 7 de julio.

La sorpresa de la convocatoria y la elección del plazo más corto, dejan en evidencia la maniobra de Macron, que intenta forjar una alianza republicana entre su campo y los sectores de la derecha que no se dejen seducir por Le Pen. Y, si puede, entre los socialistas moderados descontentos con el nuevo frente popular que se está definiendo en la izquierda.

Le Pen parte como favorita según la encuesta Ifop para Le Figaro publicada el martes pero cerrada antes del terremoto de la derecha. Sus partidarios tendrían el respaldo del 35% de los votantes en la primera vuelta. La alianza de toda la izquierda (socialistas, ecologistas, comunistas e insumisos) recibiría el 25% de los votos, los partidarios de Macron, 18% y la derecha clásica el 9%.

La baza de Macron es pescar votos a derecha e izquierda para que sus candidatos estén mejor colocados de cara a la segunda vuelta.

Anoche, Edouard Philippe y otras figuras del campo presidencial se lanzaron a por los disidentes del pacto de Ciotti con la extrema derecha. Y a por sus votantes, claro está.

Hay que recordar que las legislativas francesas se disputan en forma de escrutinio uninominal y mayoritario en 577 circunscripciones. Por eso, conviene relativizar las encuestas. No son descartables otros terremotos, en la izquierda, antes del domingo, cuando se cierre el plazo de esta campaña exprés.

Macron se ha jugado el todo por el todo. En caso de victoria de RN, tendrá que nombrar primer ministro al presidente de este partido, Jordan Bardella, y cohabitar con él los tres años que le quedan de mandato.

En ningún caso dimitiría, según declaró al Figaro Magazine que difundió ayer varios extractos de la entrevista realizada el lunes y que se publicará el próximo fin de semana: “No es el RN quien escribió la Constitución ni está en el espíritu de ésta. Las instituciones están claras y el lugar del presidente, también, cualquiera que sea el resultado. Para mí es algo intangible”.