Triangulares. Retirada. Consignas de voto. Llamamientos dramáticos a impedir que la extrema derecha llegue al poder por primera vez desde 1940. Respiren. Se lo voy a explicar fríamente. Sí, la extrema derecha está a las puertas del poder en Francia. Y eso será un hito...
Datos. En la primera vuelta de las elecciones legislativas, celebradas el pasado domingo, Reunión Nacional (RN) y sus aliados obtuvieron 10.442.724 votos; la izquierda reunida en el Nuevo Frente Popular (NFP), 8.6010.932 votos; la mayoría fiel al presidente Emmanuel Macron, 6.709.555 votos; Los Republicanos (LR, afines al PPE), 2.256.283 votos.
Hubo candidatos no encuadrados en los grandes partidos de extrema derecha (377.000 votos), de extrema izquierda (367.000 sufragios), centristas (204.000 votos) y derechistas (604.000 votos). Y, finalmente, regionalistas (150.000 votos).
[Le Pen gana la primera vuelta y Macron y Mélenchon piden votar contra la extrema derecha]
Si las elecciones legislativas se rigieran por el sistema proporcional de circunscripción única de las europeas a una vuelta, hoy sabríamos cuántos diputados tiene cada grupo. Pero las legislativas se disputan en Francia por el sistema mayoritario uninominal a dos vueltas en 577 circunscripciones. Como si fueran 577 mini presidenciales.
Pasan a segunda vuelta los dos candidatos más votados en la primera vuelta y, además, los que obtengan más del 12,5% de los votos en relación al censo electoral de cada circunscripción. Cuando la abstención supera el 50%, apenas hay triangulares (cuando hay tres candidatos que alcanzan la segunda ronda en una circunscripción), como en 2017 (una) o 2022 (ocho). Pero el domingo pasado, la participación superó el 68%. Así que esta vez hay 306 triangulares y ¡seis cuadrangulares! Récord. Si le suman los duelos de sólo dos candidatos, quedan 501 circunscipciones por decidir.
El domingo, 76 candidatos fueron elegidos por superar el 50% de los votos: 38 de RN y un aliado, 32 de izquierdas (20 insumisos, 5 socialistas, 4 ecologistas y tres comunistas), dos macronistas, dos candidatos independientes y un derechista.
Los candidatos que han pasado a la segunda vuelta tienen hasta las 18.00 horas de este martes para decidir si se mantienen o se retiran. Normalmente, eso da lugar a negociaciones (y mercadeos) hasta el último minuto. El lunes por la noche, el presidente del RN (y aspirante a primer ministro), Jordan Bardella declaró que estaban hablando con Los Republicanos, partido que oficialmente ha manifestado que no va a retirarse ni va a dar consigna a sus votantes.
Porque, claro, no sólo vale sólo con retirar a tu candidato, lo normal es pedir a tus partidarios que voten por otro. Para impedir que triunfe quien consideras que es un peligro para la democracia. Abrió fuego la noche del domingo Jean Luc Mélenchon, que se comprometió a retirar a todos sus candidatos llegados en tercer lugar en todas las circunscripciones donde el RN de Le Pen y Bardella resultó el más votado.
Así, por ejemplo, el candidato insumiso del NFP Noé Gauchard (23,16%) se retiró para impedir que Noé Calbrix (RN), que fue el más votado en primera vuelta (36,26%), se imponga en la segunda vuelta a la ex primera ministra Élisabeth Borne (28,93%) en Calvados. La líder trotskista de Lucha Obrera bramó: "¿Madame jubilación a los 64 años es ahora el muro de contención frente a RN? Así es como los politicuchos de izquierdas venden a los obreros. Y luego, osarán dar lecciones a la gente y lamentar la despolitización". Veremos el domingo, pero creo que Borne lo tiene difícil.
Por el contrario, el primer ministro, Gabriel Attal, no debería pasar apuros tras obtener el pasado domingo el 44% de los sufragios en Altos del Sena...
Los números son favorables a la extrema derecha de Marine Le Pen... porque obtuvo más votos el pasado domingo. Entre el RN y sus aliados del expresidente del LR, Éric Ciotti, suma 443 candidatos en segunda vuelta. De estos, 260 terminaron en primera posición y 180 superaron el 40% de los votos. Repartidos por todas las regiones de Francia con excepción de París y otras grandes metrópolis.
La izquierda del NFP ha logrado calificar para segunda vuelta a 414 candidatos, de los que 128 fueron los más votados en la primera. Los partidarios de Macron calificaron a 321 candidatos a segunda vuelta de los que sólo 68 lograron el primer puesto.
La derecha clásica está al borde del precipicio porque sólo terminó primera en 19 circunscripciones. Cuando Bardella habla de un Gobierno de unidad nacional con personalidades ajenas a su partido es evidente que está pensando en estos náufragos de la derecha...
Cómo despejar las triangulares
En las 306 triangulares posibles, RN tiene el candidato más votado en 132. Y aquí es donde pueden desempeñar un papel muy importante las retiradas de los llegados en tercer lugar. La izquierda tiene 129 'terceros' y los macronistas 90. Los primeros son partidarios de retirarlos.
Pero los macronistas no tienen una posición común. Unos, como el primer ministro y (parece que) el propio Macron, quieren retirarlos todos. Otros como el centrista François Bayrou, y el ex primer ministro Édouard Philippe, opinan que se debe estudiar cada caso. Porque a ellos (y a Macron hasta anteayer) les repudia tanto la extrema derecha como la extrema izquierda.
Seguramente encuentren las mismas dificultades a la hora de pedir a sus partidarios que han acabado en tercer lugar que se retiren de la contienda para impedir la victoria de RN, que cuando la izquierda se opuso a la reforma de la jubilación que acabó sacando adelante con más pena que gloria el Ejecutivo centrista tras meses de durísima oposición en el Parlamento y en la calle. Bruno Le Maire declaró el lunes que le parecía bien que se retiraran para facilitar el triunfo "de algún socialdemócrata", pero no de un insumiso fiel a Melénchon.
En el último recuento de este martes, AFP llevaba contabilizadas al menos 200 retiradas. De las que 110 son miembros del Frente Popular y más de 70 del campo presidencial. Esta tarde a las 6 se sabrá cuantas triangulares quedan y el mapa de enfrentamientos definitivo de la segunda vuelta.
Y veremos si la extrema derecha está cerca de volver al poder en Francia por primera vez desde 1940. Aunque las circunstancias de 2024 sean otras muy diferentes. Porque la retórica es una cosa y la matemática electoral otra.