Macron tras depositar su voto en la segunda vuelta de las legislativas francesas.

Macron tras depositar su voto en la segunda vuelta de las legislativas francesas. Reuters

Europa

Macron busca una "coalición lógica" con la izquierda no radical tras la derrota de la ultraderecha

Sorpresa colosal en las legislativas: el Nuevo Frente Popular gana pero sin mayoría absoluta, el centro sobrevive y los de Le Pen terminan terceros.

8 julio, 2024 02:51

Sorpresa colosal en las legislativas francesas. Una participación extraordinaria (estimada en el 67%) alumbró una Asamblea dividida en tres bloques y medio. Sin mayoría absoluta. El primer ministro, Gabriel Attal, presentará este lunes su dimisión pero anoche aseguró que seguirá en funciones "el tiempo que el deber lo exija".

Durante la V República los nuevos gobiernos, nacidos de mayorías absolutas, entraban en funciones de inmediato. Esta vez no será así. El presidente de la República va a tomarse su tiempo para elegir un primer ministro. Emmanuel Macron, tan locuaz habitualmente, anoche no quiso hablar. Pero su entorno hizo saber que tratará de formar "una coalición coherente".

Es decir, sin la extrema derecha ni la extrema izquierda. Ni Marine Le Pen -derrotada cuando parecía que se asomaba a las puertas del poder- ni Jean Luc Mélechon - cuyos insumisos son el mayor componente de la coalición Nuevo Frente Popular- están invitados a la fiesta. Marginar a la primera es sólo cuestión de voluntad. Esquivar al tribuno de la izquierda, requerirá más tiempo y ciencia.

Lo primero es fácil porque la Constitución no impone plazo alguno al presidente de la República. El sistema de elecciones legislativas, mayoritario a dos vueltas, fue diseñado para producir mayorías absolutas. De derechas o de izquierdas. El presidente puede nombrar a quien quiera. Aunque elige, naturalmente, al líder del bando ganador y éste es quien reclama la confianza de la Cámara baja.

Por eso, el Elíseo hizo saber anoche que el presidente esperará a la constitución de la Asamblea para decidir. La primera fecha clara es el 18 de julio. Ese día los 501 diputados elegidos este domingo más los 76 que lograron el acta en la primera vuelta hace siete días elegirán al presidente de la Asamblea. Para ello hace falta una mayoría absoluta en los dos primeros intentos, pero basta una mayoría simple en el tercero.

Macron tanteará el terreno. Pero es más que probable que París acoja los Juegos Olímpicos, que se inauguran el 27 de julio, con un gobierno en funciones. El crédito político de Macron está bajo mínimos. Anoche todos los líderes políticos le criticaron sin piedad. Incluido su primer ministro actual, Attal, o su lejano antecesor, Édouard Philippe, quienes, emancipados, no dudaron en criticar la decisión inesperada del presidente de disolver la Asamblea como respuesta a la aplastante victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas del 9 de junio. Hace menos de un mes.

Un mes que parece un siglo. Tal es el terremoto político desatado en Francia. Aunque a la hora de enviar esta crónica no había aún resultados definitivos, la nueva Asamblea Nacional debe parecerse mucho a este recuento realizado por Ifop para Le Figaro.

El primer ministro saliente, Gabriel Attal, en el momento en que anunció su dimisión.

El primer ministro saliente, Gabriel Attal, en el momento en que anunció su dimisión. Reuters

El Nuevo Frente Popular tendrá entre 188 y 199 diputados. De ellos, entre 87 y 93 son insumisos, esto es, miembros de La Francia Insumisa (LFI). Su jefe natural (que no se presentaba a las elecciones) es Melénchon y en el Parlamento Europeo forman grupo con Podemos. Habrá de 58 a 60 socialistas (entre ellos François Hollande, expresidente de la República) y entre 34 a 36 ecologistas. Una decena de comunistas deberán elegir con quién forman grupo, ya que son suficientes por sí mismos. Completan el ala izquierda del hemiciclo otra decena de diputados, disidentes de las familias principales, regionalistas o independientes. En la Asamblea disuelta tenían 149 diputados.

La mayoría presidencial ocupaba 250 escaños en la Asamblea disuelta. Ahora serán entre 164 y 169. De ellos, de 107 a 112 serán miembros de Renacimiento (partidarios de Macron), 20 centristas del grupo Modem que lidera François Bayrou y 23 militantes de Horizonte del exprimer ministro Édouard Philippe. Completan el grupo 14 diputados no encuadrados en ninguna de las tres familias.

El tercer grupo de la Asamblea es el de Reunión Nacional y sus aliados del desertor Eric Ciotti que sumará entre 135 y 143 diputados. De hecho, el partido de Marine Le Pen es el más numeroso de la nueva Asamblea. Jordan Bardellla, el presidente del partido, es eurodiputado. Antes contaban con 88 escaños.

Finalmente, la derecha homologada con el PP europeo ha sobrevivido a la disolución y a la OPA de la extrema derecha. Serán 63, dos diputados más que en la legislatura anterior.

El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, comparece tras conocer los resultados.

El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, comparece tras conocer los resultados. Reuters

Anoche, entre los analistas predominaba el pesimismo y se destacaba la falta en Francia de tradición de compromiso político para formar gobiernos de coalición como en Alemania. La conclusión lógica es que nadie parece capaz de liderar un Ejecutivo. Eso debería abocar a un Gobierno técnico. Y a nuevas elecciones que no pueden convocarse antes de un año.

El futuro de Francia y de los franceses es incierto. Pero lo que anoche estaba claro es que el nuevo Gobierno no estará dirigido ni por Bardella, ni por Mélenchon, ni por Attal.