El domingo pasado, miles de personas protestaron en las calles de Estambul contra la ley aprobada por la Gran Asamblea Nacional (el Parlamento turco) en julio, a propuesta del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente Recep Tayyip Erdoğan, para sacar a millones de perros sin dueño de las calles del país. Sobre el papel, la ley recoge que los gobiernos locales tendrán que hacerse cargo de los animales en refugios, esterelizarlos o castrarlos, y vacunarlos, a fin de darlos en adopción. Pero los refugios son muy pocos, 322, y sólo tienen espacio para unos 100.000 perros, muy lejos de los cuatro millones que se estima que hay en las calles del país.
La oposición y diferentes grupos activistas de protección de animales ya han denominado esta iniciativa como 'ley de matanza'. Varios carteles de la protesta en Estambul decían que "los refugios son campos de exterminio", y los activistas denuncian que muchos animales ya han sido sacrificados y enterrados en zanjas. La organización Humane Society International condenan, en este sentido, "toda forma de crueldad contra los animales callejeros". Los gatos también iban a verse afectados por la ley. Pero la presión popular evitó que sucediera.
La oposición ha anunciado que intentará cambiar la legislación en el Tribunal Supremo. Muchos turcos ven en los animales callejeros una estampa tr
De hecho, los gobiernos locales dirigidos por el Partido Republicano del Pueblo (CHP) han afirmado que se negarán a cumplir la nueva ley. Sin embargo, The National explica que el incumplimiento por parte de alcaldes puede acarrear condenas de hasta dos años de cárcel.
Algunas organizaciones, en cambio, promueven la medida de Erdogan. Murat Pinar fundó una asociación de que su hija Mahra, de 9 años, fuera atropellada por un camión y muriera mientras huía de una jauría de perros, explica The National. Los artículos en su página web explican que a diario se enfrentan a "ataques de perros, niños despedazados, personas atropelladas por coches mientras huyen de los perros y personas muertas por perros".
Los datos oficiales proporcionados por el Gobierno indican que, en los últimos años, los perros callejeros han contribuido a 55 muertes, más de 5.000 heridos y 3.500 accidentes de tráficos. Pero, según Humane Society International, la iniciativa de Erdogan no es "ni humanitaria ni eficaz".