El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el canciller, Olaf Scholz, durante la cumbre de este jueves en Bruselas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el canciller, Olaf Scholz, durante la cumbre de este jueves en Bruselas Efe

Europa

La pinza de Scholz y Meloni deja fuera de juego a Sánchez al endurecer la UE la lucha contra la migración irregular

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La pinza para endurecer la política migratoria entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, líder de la derecha radical europea, y el canciller alemán, Olaf Scholz, el máximo representante de la familia socialista, ha dejado fuera de juego a Pedro Sánchez. En la cumbre celebrada este jueves en Bruselas, el presidente del Gobierno se ha quedado prácticamente solo (con Portugal o Bélgica como únicos aliados) en la defensa de una "visión positiva del aporte de la migración" en términos económicos y sociales. Incluso la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se ha alineado con este "cambio de paradigma" en política migratoria.

En contraste, Sánchez ha rechazado abiertamente la creación de centros de retención o deportación de migrantes fuera del territorio de la Unión Europea -siguiendo el modelo del acuerdo entre Meloni y Albania. "Son fórmulas que no atajan ninguno de los problemas y crean otros nuevos", alega. En su lugar, el presidente del Gobierno defiende adelantar a 2025 (un año antes de lo previsto) la entrada en vigor del Pacto Europeo de Migración y Asilo. También ha reclamado que Frontex firme acuerdos con Senegal y Mauritania para patrullar en aguas africanas, así como un aumento de la partida destinada a migración en el presupuesto de la UE.

Pese a defender una posición diametralmente opuesta, Sánchez no ha querido vetar el texto de conclusiones del Consejo Europeo, que sí refleja el viraje hacia una línea más punitiva y restrictiva en materia migratoria. Los jefes de Estado y de Gobierno han reclamado "considerar nuevos caminos para prevenir y combatir la migración irregular". Este término es el nuevo eufemismo para referirse a los centros de retención de migrantes extracomunitarios. La propia Von der Leyen ha confirmado que los líderes han hablado de estos campos de deportación.

La presidenta de la Comisión ha respaldado además ampliar la lista de países considerados seguros para devolver a los migrantes irregulares o incluso a demandantes de asilo. Italia y Austria quieren incluir a Siria y Afganistán. "Austria lleva un año intentando llegar a un acuerdo que permita repatriar a personas a Siria. Del mismo modo, en el futuro debemos esforzarnos por incluir a Afganistán en las zonas seguras", ha dicho el canciller austríaco, Karl Nehammer. Alega que los refugiados sirios están regresando a Siria desde Líbano y los propios libaneses van a Siria porque allí es más seguro que Líbano.

También el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido deportar a Afganistán a delincuentes convictos afganos, tal y como hizo su propio Gobierno en agosto. Alemania ha endurecido su política migratoria y ha reintroducido controles en todas sus fronteras a raíz de los últimos atentados terroristas y el auge de la ultraderecha. Aunque estaba invitado, Scholz no ha participado finalmente en la minicumbre migratoria convocada por Meloni antes del inicio del Consejo Europeo y se ha declarado escéptico sobre la eficiacia de los centros de retención de migrantes porque "no son la solución para un país tan grande como Alemania". Pero sí ha insistido en la necesidad de "reducir la inmigración irregular" y aumentar la eficacia de las deportaciones.

"El Consejo Europeo pide una actuación determinada a todos los niveles para facilitar, aumentar y acelerar los retornos (deportaciones) desde la UE, utilizando todas las herramientas, instrumentos y políticas de la UE relevantes, incluyendo la diplomacia, la ayuda al desarrollo, el comercio y los visados", rezan las conclusiones de la cumbre, que también han sido firmadas por el propio Pedro Sánchez. Los líderes europeos le han dado además luz verde al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, para tomar las "medidas apropiadas" con el fin de contrarrestar los ataques de Rusia y Bielorrusia lanzando migrantes contra su frontera.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversa con su colega danesa, Mette Frederiksen, durante la cumbre de este jueves en Bruselas

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversa con su colega danesa, Mette Frederiksen, durante la cumbre de este jueves en Bruselas UE

A la minicumbre migratoria de Meloni sí han asistido otros primeros ministros socialistas, como la danesa Mette Frederiksen (que de hecho era una de las coorganizadoras) o el maltés Robert Abela. También estaban Países Bajos, Austria, Chipre, Grecia, República Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungría. Frederiksen se ha declarado "muy satisfecha" de que cada vez más Estados miembros apoyen la línea dura contra la migración que ella siempre ha defendido. "Nadie piensa que la gente huye por diversión, y tenemos muchas guerras y conflictos. Pero no podemos seguir trayendo a tanta gente a Europa", ha dicho.

En contraste, Sánchez ha defendido en el Consejo Europeo una aproximación al fenómeno migratorio en positivo". "Es evidente que si queremos hacer frente al reto demográfico europeo, si queremos garantizar la sostenibilidad de nuestras pensiones y del Estado del bienestar, también garantizar el crecimiento económico que tiene ahora mismo España o Europa en su conjunto, necesitamos el aporte también de la migración", alega el presidente del Gobierno.

"Esa migración tiene que ser regular, tiene que ser segura, tiene que ser ordenada y es lo que ha defendido el Gobierno de España. Es decir, equilibrar mucho más el mensaje que traslada Europa en materia migratoria", ha insistido Sánchez.