Los líderes eslovacos, serbios y húngaros se reúnen en la Nueva Fortaleza de Komarno.

Los líderes eslovacos, serbios y húngaros se reúnen en la Nueva Fortaleza de Komarno. Reuters

Europa

Hungría y Eslovaquia amenazan a la UE con una "insurrección" migratoria si no se extiende el 'modelo Meloni'

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El 'plan Meloni' para deportar a inmigrantes a terceros países sigue ganando adeptos en Europa. Este martes, Hungría y Eslovaquia, dos países con gobiernos populistas que han hecho bandera de la lucha contra la inmigración ilegal en la Unión Europea, se han sumado a la receta de Italia y han pedido "enterrar" el nuevo pacto migratorio de la UE y sustituirlo por un modelo en el que se traslade a los migrantes a centros situados en países extracomunitarios considerados seguros. 

Los dos gobiernos centroeuropeos han cargado contra la solidaridad obligatoria que prevé el pacto, que entrará en vigor en el año 2026 y obliga a un reparto de refugiados o a un pago monetario como compensación.

"Eslovaquia no apoya el pacto migratorio. Rechazamos la solidaridad obligatoria ya que esto no resuelve el problema de la migración". Así de contundente se ha mostrado el primer ministro eslovaco, el populista de izquierdas Robert Fico, en una rueda de prensa en la ciudad eslovaca de Komarno, junto a la frontera con Hungría, tras reunirse allí con sus homólogos de Hungría y Serbia.

Por su parte, el primer ministro ultranacionalista de Hungría, Viktor Orbán, ha señalado que "hay que olvidar las reglas del actual pacto migratorio y crear unas nuevas".

Budapest y Bratislava han reaccionado así al aumento registrado en los últimos tres años del número de inmgrantes irregulares en territorio comunitario, hasta alcanzar un total de 280.000 en 2023, según datos de la agencia europea de protección de fronteras (FRONTEX).

Unas cifras que para Eslovaquia y Hungría son preocupantes, por lo que consideran prioritario combatir la migración de forma más eficaz.

Orbán ha arremetido contra el actual sistema de devolución a los países de origen de las personas que no consiguen asilo, ya que sólo retornan el 20% de ellos.

Amenaza de "insurrección"

El mandatario húngaro considera que si Bruselas no toma cartas en el asunto, hay una amenaza de "insurrección" entre los socios comunitarios, que dejarán de aplicar las reglas del actual pacto migratorio.

Así las cosas, el líder ultranacionalista cree que el pacto migratorio "merece enterrarse lo antes posible, ya que en caso contrario destruirá la cooperación europea".

El debate migratorio fue uno de los asuntos clave de la reunión de líderes de la UE de la semana pasada, centrada en acelerar las devoluciones de migrantes, y valoraron la creación de centros de deportación en el extranjero, una opción que antes se descartó por dudas legales.

En la cumbre se solicitó a la Comisión Europea presentar urgentemente una nueva propuesta legislativa sobre deportaciones.

Orbán, que ha afirmado este martes que "Schengen está muriendo" debido a los controles internos aplicados por ocho estados, ha defendido crear centros para migrantes fuera del territorio de la UE y ha puesto como ejemplo el norte de África. "Podría ser una solución masiva", ha subrayado.

El rechazo de Serbia

Serbia, país que aspira a integrarse dentro de la UE, ha descartado que pueda acoger uno de estos centros de acogida, tal como Albania ha levantado dos campos tras un polémico acuerdo con Italia.

"No creo que Serbia sea un sitio para eso y no pienso que sea razonable”, según ha afirmado este martes el presidente del país balcánico, Aleksandar Vučić.

Hungría y Polonia votaron en contra de todo el paquete migratorio, aprobado en mayo, mientras que países como Austria y Eslovaquia se opusieron a partes específicas. República Checa se abstuvo en las diez votaciones sobre el acuerdo.