Nicolás Pascual de la Parte, ex embajador de España ante la OTAN y hoy eurodiputado del PP, en el hemiciclo de Estrasburgo.

Nicolás Pascual de la Parte, ex embajador de España ante la OTAN y hoy eurodiputado del PP, en el hemiciclo de Estrasburgo. EPP

Europa HABLANDO SOBRE EL MUNDO

Nicolás Pascual de la Parte: "La UE no sabe qué hacer con Rusia, yo digo que volver a la contención de la Guerra Fría"

  • EURODIPUTADO Y EXEMBAJADOR ANTE LA OTAN / "O la UE se fortalece en Defensa o decidirán por nosotros y nos harán pagar la factura de Ucrania".
  • "España es el débil en el Estrecho porque no nos hacemos valer ante EEUU, si lo hiciéramos la relación con Marruecos cambiaría".
  • "No veo una guerra total, las armas nucleares lo impiden... y China no se distraerá de su objetivo de ser la primera potencia mundial".
Estrasburgo (Francia)
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Fue embajador de España ante la OTAN, el último del Gobierno de Mariano Rajoy, y hoy es un flamante eurodiputado. Nicolás Pascual de la Parte (Cieza, Murcia, 1959) recibe a EL ESPAÑOL en Estrasburgo, durante el segundo pleno del mes de octubre. Apenas acaba de estrenarse en la política parlamentaria, después de una larga carrera diplomática y en puestos ejecutivos de altísimo rango.

Tanto bagaje trae en su currículum que, a pesar de ser un novato, nadie dudó en el Partido Popular Europeo sobre quién debía ser el líder del grupo en una de las materias que van a marcar la legislatura. Bruselas estrena comisario de Defensa, con la UE decidida a, por fin, dotarse de personalidad bélica y de seguridad.

Los populares tienen a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a 14 primeros ministros en el Consejo y son el grupo mayoritario en la Eurocámara. Él es el coordinador del PPE, por delante de quienes llevan años (y hasta décadas) en las instituciones. Se le ve algo perdido en los pasillos o en la cantina del Parlamento Europeo. Pero en su despacho, hablando de lo que más sabe, parece un general en la batalla, con todo el mapa en la cabeza, las posiciones enemigas estudiadas y las tácticas claras. Pero como no lo es, en realidad, él sí nos revela las vulnerabilidades de su ejército... 

¿Qué tal el desembarco en la política parlamentaria después de tantos años de diplomacia?

Es una novedad, pero estoy muy contento. He llegado al Parlamento Europeo en un momento en el que puedo aportar muchas cosas en todos los temas relacionados con la seguridad y la defensa. Con motivo de la guerra de Ucrania, se ha impuesto la necesidad de que haya una Europa la defensa, cosa que no existía. La subcomisión parlamentaria va a elevarse a categoría de comisión plenipotenciaria y estos temas están cobrando una relevancia que no habían tenido nunca desde la fundación de la Unión.

En todos estos asuntos es donde tengo yo mi ignorancia bien organizada [risas], y donde tengo cierta influencia más o menos reconocida. Soy el coordinador del PPE en la comisión, así que tengo una capacidad de motriz política que agradezco mucho.

Será difícil avanzar en asuntos tan delicados, que nunca los Estados miembros han querido comunitarizar, por mucho que hoy haya una amenaza externa como Rusia.

Aquí las cosas hay que negociarlas a varias bandas. Todos los franceses te van a decir casi lo mismo en temas de seguridad, con independencia de su formación política. Y los alemanes, casi igual. Los consensos hay que armarlos, primero en el seno de la delegación española; después con el resto de familias políticas; y finalmente con los países. Es un juego bastante poliédrico. 

Los bloques norte-sur, este-oeste, ricos-pobres... 

¡Son muchos equilibrios! Pero a mí negociar siempre me ha gustado, es uno de mis puntos fuertes y creo que siempre sale mejor algo cuando se hace entre varios. 

¿Qué se puede hacer desde el grupo parlamentario? A cualquiera que se le pregunte dirá que hay que devolver a Europa a su peso en el mundo, que debe influir más... pero sin política exterior común, que necesita una defensa común, que necesita otra arquitectura institucional...

La situación, tal como yo la veo, es la siguiente. El nuevo comisario de Defensa tiene que ser ratificado, lo primero. Y eso pasará, o no, en dos semanas. 

Sí. 

Así las cosas, la Comisión ha prometido preparar un Libro Blanco de Defensa, que llegará sobre marzo o abril del año que viene. Simultáneamente, aquí en el Parlamento tenemos que presentar un informe sobre la futura política de defensa europea, con sus hitos fundamentales. Pero la secuencia tiene cinco escalones, y a mi juicio, para tener una defensa común, debe comenzar por tener lo que en inglés se llama una Threat Joint Assessment, una evaluación conjunta de las amenazas.

Y eso no está ni empezado...

...pero si eso no existe, no hay marco para ninguna política. Tenemos que identificar las amenazas comunes a todos, como cualquier país, pero con la diferencia de que somos 27. Aquí ya hay que negociar. Cada uno defenderá lo suyo, pero tenemos que llegar a una lista común que se negocia en el Consejo.

Lo que ocurre es que sería necesario crear un formato en el Consejo de la UE para los ministros de Defensa, que ahora no existe, como sí ocurre en la OTAN. Cuando yo estaba de embajador de España en la Alianza Atlántica, algunas decisiones las tomaban los ministros de Exteriores. Pero sobre todo, los de Defensa, que se reunían todos los meses. Ellos planificaban, decidían y ejecutaban. Aquí en Europa, los de Defensa si se reúnen, lo hacen junto a los de Exteriores. 

"La Europa de la Defensa enfrenta cinco escalones para echar a andar, y no hemos subido ni el primero"

No tiene sentido si la apuesta es tan clara como para poner un comisario. 

¡Claro! Segundo escalón lógico: después de las amenazas comunes, hay que identificar cuáles son nuestras debilidades y vulnerabilidades. No puede ocurrir otra vez que descubramos que no tenemos munición, que ni la fabricamos y que ni tenemos stock. ¡Pero tampoco lo tiene Estados Unidos! Ésa es una debilidad que tenía que haberse detectado antes. El nuevo comisario tendría que hacer maping out de vulnerabilidades y necesidades de cada Estado miembro.

Este segundo escalón exige una cosa que es muy difícil, compartir información de inteligencia. Porque ningún país va a hacer públicas sus debilidades. Esa información tiene que intercambiarse a través de círculos muy reducidos de confianza. De momento, no se hace. Los Estados lo que intercambiamos es información, pero no inteligencia. Si no cuenta con eso, difícilmente el nuevo comisario va a poder hacer ese trabajo.

Imaginemos que lo logramos, ¿cuál es el tercer paso?

Si somos capaces de intercambiar entre los Veintisiete esa inteligencia, lo siguiente es la industria de defensa. Es decir, los recursos e instrumentos necesarios para hacer frente a esas amenazas. Y eso se articula en torno a la industria y el negocio de defensa. A mí no me gusta hablar de 'campeones nacionales', pero sirve para explicar la dimensión que hay que tener para competir internacionalmente con los americanos, con los chinos, o con los ingleses. 

Pero también habrá que organizar que, por ejemplo, si los franceses hacen buenos aviones, nosotros no vamos a fabricar aviones. 

A eso aún no he llegado, ahora viene... pero antes, hay muchas cosas que ya podemos hacer conjuntamente: drones, que nadie tiene, por ejemplo; o munición; información; misiles antiaéreos. Capacidades que todos necesitan y que conjuntamente se harían mejor. Ya una segunda fase es renunciar a hacer cosas porque lo haga otro. Eso es más peliagudo, y actualmente no estamos en esa posición. Llegará con el tiempo, si todo va bien. 

Pero mientras no seamos eficientes, vamos mal. Puede pasar que la UE sea un gran bloque político pero amorfo en Defensa, porque los tanques de uno no sean operativos con los del otro.

Estaríamos condenados al fracaso, eso es insostenible a medio plazo. Las empresas europeas que no tengan tamaño suficiente tendrán que cerrar. Sin ninguna decisión política, por la fuerza del mercado. Simplemente, porque no habrá demanda para ellas.

Entonces, tiene que haber mercado. Y de momento, no lo hay. 

Tiene que haber un proceso de consolidación industrial, que es el cuarto escalón. Y el quinto y último, pero quizás el más importante, es la movilización de los recursos financieros necesarios. Aquí no tenemos dinero para esto. Aquí tenemos, de aquí a 2028, sólo 1.500 millones al año, y eso son peanuts. Nada.

Hasta que no tengamos un nuevo marco financiero plurianual, no podemos incrementar el presupuesto de defensa. Pero para el próximo marco habría que esperar a 2028, y no podemos estar cuatro años sin dinero. Porque en esos cuatro años, Rusia puede haber invadido Moldavia, Ucrania, Estonia, Letonia... yo qué sé. De modo que hay que tocar todas las posibilidades.

¿Cuáles son?

Una de ellas serían inversiones por parte del BEI [Banco Europeo de Inversiones]. Hay quien dice que, según sus estatutos, no se puede invertir en armamento. Pero sí puede hacerlo en investigación y desarrollo, masivamente. Y como todas las tecnologías ahora son duales, no tienes por qué confesar que quieres hacer tanques. Porque habrá una aplicación civil y una aplicación militar... y ahí el BEI, sin modificar sus estatutos, puede meter mucho dinero. 

Ojo, porque el BEI lo preside ahora una señora, Nadia Calviño, que viene de un Gobierno que se autodefine 'pacifista'. 

A esa señora se le doblará la mano fácilmente. 

¿A qué se refiere?

A que esa señora no está ahora en una posición de fuerza, precisamente. Y según vaya saliendo más cosas en España, menos. Si esto [su implicación en el caso Globalia] hubiese ocurrido hace un año, Calviño no sería presidenta del BEI. Y ella lo sabe.

Así que con una interpretación generosa, laxa, inteligente de los estatutos del BEI, éste puede invertir en lo que necesitamos. En las primeras fases de desarrollo de la investigación, nadie dice para qué es... ¿Inteligencia Artificial? ¿Computación cuántica? Luego ya verás en qué la aplicas. ¿Internet de las cosas? ¿Drones? A lo mejor son drones meteorológicos, y resulta que a la mitad de ellos les metes un misil. Seamos innovadores y creativos. 

¿Qué más opciones hay?

También se puede ir por la vía de los incentivos fiscales: descontar el IVA de los proyectos conjuntos entre Estados miembros. Y, lo que ya son palabras mayores, emitir deuda, ir a los mercados a por el dinero. Eso significa, en el fondo, anticipar el presupuesto del que hablábamos, que empieza en 2028, porque la deuda hay que devolverla.

¿Y si no se logra acuerdo a Veintisiete para ninguna de estas cosas?

Si no hacemos esto, pero sí queremos aumentar el presupuesto de defensa, hay que hacer una transferencia interna de otras partidas. Y de dónde lo hacemos, ¿de la cultura, de los fondos de cohesión, de los estructurales? Eso sería una lucha a muerte, porque los países siguen manteniendo la restricción del 1% del PIB como presupuesto de la Unión.

Mire, en Estados Unidos el presupuesto federal es del 6% o 7% del PIB. Y nosotros llevamos ya 20 años con la discusión de que hay que subir al 1,5% o incluso al 2%... Si queremos ser una federación de Estados... con un 1% no se crea ninguna federación. 

Nicolás Pascual de la Parte, coordinador del PP Europeo en la comisión de Defensa del Parlamento Europeo.

Nicolás Pascual de la Parte, coordinador del PP Europeo en la comisión de Defensa del Parlamento Europeo. EPP

Pero eso no está sobre la mesa. 

Pues no. Pero entonces no nos sorprendamos cuando llegue el momento de transferir fondos de una partida a otra, porque a los españoles nos va a tocar, ya que será de la PAC [Política Agraria Común] o los fondos de cohesión. Tenemos que ser conscientes, y hacer esta reflexión a nivel nacional. O ponemos más, o nos quitarán más.

Ya tenemos los cinco escalones de la Europa de la defensa. ¿Qué viene ahora?

Lo fundamental es que todo el mundo participe. Porque todos tenemos ejércitos, pero no todos tienen industria de defensa. Sólo cinco o seis, España entre ellos. ¿Cómo haces para que a los demás les interese? Creando interés. ¿Y como creas interés? A través de incentivos positivos.

Explíqueme eso.

Por ejemplo, si usted se mete en estos proyectos conjuntos europeos, la economía de escala le va a permitir adquirir munición un 30% más barata. Si usted se incorpora al proyecto europeo del dron, los tendrá de calidad y a un precio muy barato. Y lo mismo para defensa antiaérea, para una fragata europea, un carro de combate... no es igual que Luxemburgo adquiera material que si lo hace la UE. Eso también lo tiene que identificar el comisario para atraer a todos.

¿Para todo esto, hay tiempo en esta legislatura de cinco años?

Deberíamos, por lo menos, sentar las bases. Es decir, la Europa de la defensa no se hará en dos años. Pero hay que ser capaces de tener capacidades críticas conjuntas. Hoy dependemos de los americanos hasta en la información; tenemos que tener drones, defensa antiaérea... eso es fundamental. 

¿Y cómo nos fiamos los unos de los otros? 

Para hacer aviones juntos, ya veremos cómo avanzamos. Pero es urgente tener defensa antiaérea ya. Porque si Putin se pone bruto, necesitas tener un escudo antimisiles. Es lo primero que necesitas. Para eso se necesitan muchos drones, mucha inteligencia y mucha cibernética. ¡Eso hay que desarrollarlo ya mismo! Y no es muy caro, relativamente.

Vayamos un poco atrás, al tercer escalón, el de intercambiar inteligencia. ¿Nos vamos a fiar? Mire que tenemos, como mínimo, un 'caballo de Troya' con la Hungría de Viktor Orbán... ¿Quién va a querer contarle a Budapest lo que mañana sabrá Moscú? 

Rusia, a día de hoy, ya es consciente de todas nuestras vulnerabilidades. Se dedica a esto profesionalmente a través de su red de espías, de sus bots, de la desinformación... Moscú ya sabe perfectamente lo que no tenemos y lo que sí. Y por eso se cuidan de hacer según qué cosas, porque sabe que en una guerra total, su gente no duraría ni dos semanas contra la OTAN.

¿Que siempre tendrán la amenaza nuclear? Bueno, ésa es una amenaza que vamos a vivir con ella para siempre. 

Y no sería más que la destrucción mutua asegurada. 

Ahí la clave es que no sabemos qué hacer con Rusia. ¡No tenemos ni idea! Estamos reaccionando a una guerra, pero ¿tenemos una estrategia?

Dígamelo usted. 

¡Hay muchas! Tenemos el containment, que fue la de la Guerra Fría, que es la que nos llevó a la victoria a partir del famoso Telegrama largo de George Kennan. Ése fue el señor que, en 13 folios, le dijo al presidente Truman que había que hacer toda una serie de bases militares, rodeando como un cinturón a Rusia para que no invadiese Occidente y amenazar con el arma nuclear.

Esa contención nos valió, con la carrera de armamento, con Reagan y la llamada Guerra de las galaxias. ¿Volvemos a la containment o vamos a la confrontation, o vamos al engagement, o vamos al critical dialogue? Contención, confrontación, acuerdo, diálogo crítico... ¿a qué vamos? ¡Pero tenemos que decidirlo, porque es el vecino del quinto!

"Hasta 2028, no hay dinero para la Europa de la Defensa; pero no podemos esperar, Rusia puede seguir invadiendo"

¿Y no depende de quién tenga las llaves? No es lo mismo Vladímir Putin de vecino que... 

Pero es que nadie nos asegura que su sucesor vaya a ser mejor que él. Tenemos que contar con la Rusia que existe hoy, no hacer especulaciones. Así que tenemos una Rusia agresiva e imperialista, que quiere recuperar el imperio zarista de toda la vida. Entonces, tenemos que reformar la arquitectura de defensa europea conforme a esas variables. Y para eso, se tiene que crear una estrategia defensiva que identifique la relación que hemos de mantener con la Rusia de Putin. 

¿Y cuál es la posición de Nicolás Pascual de la Parte y/o del PP? ¿Qué deberíamos hacer los europeos con Rusia?

Mi postura es la actualización del containment. Es decir, crear una disuasión suficientemente fuerte para que al aventurerismo ruso no se le ocurra invadir ningún otro país. Yo soy de los que piensan que nunca habría ocurrido lo de Ucrania sin que hubiese habido antes un Afganistán. Aquello de salir corriendo me recordó a Vietnam, y eso fue definitivo para convencer a Putin de la debilidad de Occidente. Una invitación.

Vio que no estábamos dispuestos a la guerra real.

Y la debilidad es provocadora, hace que todos tus vecinos abusen de ti. Entonces, teniendo además en cuenta el cambio en Alemania, cuando se va Merkel; y teniendo en cuenta cómo está Francia, y que EEUU está muy polarizado, nos fuimos corriendo de Afganistán después de que él viera que quedarse con la Península de Crimea le costó nada más que unas pequeñas sanciones, que al cabo de un año ya se habían olvidado.

Putin creyó que le habríamos puesto unas sanciones, que las habría toreado. Y si hubiese entrado rápidamente a deponer a Zelenski, como era su intención, habría sido 'aquí paz y después, gloria'. Ahora estaríamos hablando otras cosas. Pero no le salió el plan y ahora estamos en una guerra de trincheras y desgaste.

Si no sabemos qué queremos con Rusia, tampoco sabremos cómo queremos acabar la guerra.

Imagina que ahora hubiera opciones de llevar a Putin a la mesa negociadora. ¿Quién lo lleva, y a cambio de qué? Ese debate no se quiere hacer. Seguimos con lo de apoyar tanto cuanto haga falta, y tanto tiempo como sea necesario. ¡Son frases vacías!

Porque, mire usted, no estamos ayudando a Ucrania a ganar la guerra, sino a defenderse. Por le prohibimos pasar de medio campo. No puede atacar. Es absurdo. Si no les dejas ir a la portería contraria a meter goles, a lo más que aspiramos es a que Kiev mantenga la portería a cero. Y ya sabemos lo que pasa cuando juegas a la defensiva. Que al final, te marcan un gol, y pierdes la final. Pues Ucrania va a perder la guerra. Si no hacemos algo, va a perder y en muy poco tiempo, además.

¿Y ese 'algo' qué es?

Ayudarle a vencer la guerra. Es decir, atacar a Rusia, en las bases militares y en las infraestructuras críticas que le permiten seguir alimentando su maquinaria de guerra. 

Y ese debate no se tiene. 

No se quiere tener.

¿Estamos esperando a ver si gana Kamala o Trump en Estados Unidos?

Es una excusa lo de Estados Unidos. Pero imagine que gana Trump, y corta el grifo. ¿Europa está en condiciones de seguir sola en el apoyo de Ucrania? 

Sin Estados Unidos, por lo que ha contado usted... 

Pues ese debate hay que tenerlo también. Pero no se tiene. ¡Y eso hay que decirlo! Nadie quiere afrontar eso, ninguno de los jefes de Estado y de Gobierno quiere hablar de eso. Todo el mundo apuesta a que gana Kamala Harris. ¿Y si no gana?

Que parece ser, últimamente, que no vaya a ganar, la verdad. 

Pues eso, ¿y no existe un plan B? ¿Europa tiene ese plan para sostener a Ucrania sin la participación de EEUU? A lo mejor lo hay, pero yo no lo he visto...

Por eso, el Libro Blanco del que hablábamos antes y la revisión de la Brújula Estratégica que toca ahora, deberían incluir todas estas reflexiones. ¿Cómo protegerse contra la Rusia del futuro? En mi opinión, crear una deterrence, una disuasión, muy fuerte. Y eso sólo lo haces si tienes los recursos. Como en la Guerra Fría, le metes ocho brigadas en la frontera a los rusos, misiles crucero en Alemania...

¿Y eso tiene que hacerlo la Unión, tiene que hacerlo la OTAN, la UE bajo el paraguas de la OTAN...?

El responsable de la defensa colectiva del territorio europeo es la OTAN. Eso hay que mantenerlo, porque en caso de guerra abierta tenemos la OTAN. La UE no está para enfrentarse a Rusia en una guerra abierta, sino para prevenir conflictos, para gestionar crisis, para la reconstrucción y el desarrollo... ¿Un pilar europeo, dentro de la OTAN, en el futuro sería capaz de hacerlo? Pues ojalá. Pero hoy no existe esa herramienta europea, capaz además de actuar por su cuenta si EEUU no quiere. Eso nos haría más fuertes y más autónomos. Queremos la autonomía estratégica, ¿no?

¿Y eso encaja con el pensamiento de Trump? Él quería que Europa pasara su 'pubertad' de una vez. 

Trump es un hombre de negocios, práctico. Si le dices que nosotros los europeos vamos a participar más del esfuerzo bélico, que nos vamos a armar, él claro que te lo compra. Querrá que te armes con su armamento, el americano. Ése sería el problema, porque como sabemos, según el papel de la Comisión, queremos tener en nuestros productos un 65% europeo. Ahora estamos al 20% y el 80% es armamento americano. 

Bueno, 65% está bien...

...no estaría nada mal empezar por el 35%. 

Eso genera industria. Y España lo podría aprovechar, somos uno de esos países con industria de defensa dentro de la UE. 

Pero claro, para crear esa industria hay que crear un mercado, y hay que incidir tanto en la oferta como en la demanda. Y de momento, sólo estamos haciendo la oferta. Los gobiernos europeos tienen que comprometerse a adquirir a 15 o 20 años, si no, no va a haber inversión en las plantas. Porque en Europa la industria de defensa está en manos privadas. A diferencia de Rusia o China, que son empresas públicas y el gobernante puede decir mañana mandar aquí o allí los recursos. En Europa, no.

Para eso, en teoría, sí que hay voluntad. En el discurso público ya se dice que no tenemos ni pistolas ni balas. 

Lo que hemos dicho, los proyectos comunes. Para eso está la EDA [European Defence Agency] y la Comisión, para que identifiquen esos proyectos comunes, el joint procurement. Un suministro colectivo en el cual todos nos vemos identificados.

¿Habrá una Europa que compre armamento?

No, eso es un debate falso. Europa no va a hacer eso, Europa no tendrá un ejército, como no lo tiene la OTAN. 

Señor exembajador de España en la OTAN. Pongámonos en un universo paralelo en el que usted, en lugar de caer aquí en la Eurocámara, hubiese sido lo que hoy es Mark Rutte. ¿Por dónde hay que empezar en la OTAN?

Debe crear un pilar europeo fuerte que haga a Europa competir de manera abierta y justa con Estados Unidos. Que ellos tengan acceso a nuestro mercado y nosotros al suyo. Quitando algunas firmas inglesas y alguna italiana, Leonardo, el resto de europeos hoy no podemos. Debería ser igual que Boeing y Airbus, que están en competencia libre y sana. Somos socios, pero competidores.

Y para eso, los americanos tienen que comprender que el dinero de los contribuyentes europeos está para proyectos europeos, no para comprar material americano. No va a ser fácil, porque ya están haciendo cosas como crear empresas filiales, en suelo europeo, para poder beneficiarse de los proyectos conjuntos, una burda trampa.

"Si Putin dice ahora que quiere negociar, puede desgarrar la UE y la OTAN: no queremos todos lo mismo"

Eso, desde el punto de vista material. ¿Y en el político?

Decidir qué queremos en la guerra de Ucrania. Es decir, cómo mantener a la OTAN unida el día en que haya que llegar a una paz. Porque si esa paz no convence a los países del Este, la OTAN puede sufrir un desgarro interno muy fuerte. ¿Qué van a decir los bálticos y Polonia? Que la OTAN no les protege el suficiente. 

Como Putin se quede un solo centímetro cuadrado, van a decir eso.

De momento, hacemos un frente común porque tenemos un enemigo común. Pero dentro de la OTAN hay líneas de fractura muy claras. A los países del Este, fronterizos con Rusia, no les vale nada que no sea una derrota total de Rusia. Otra cosa sería una amenaza para su seguridad, porque pueden ser los siguientes: Moldavia, Estonia...

A Estados Unidos y Canadá les basta con un debilitamiento estructural de Rusia, que salga de este conflicto mucho más débil de lo que entró. Pero no necesariamente una derrota total, sino un debilitamiento estructural que le impida más aventuras invasoras, porque no tenga capacidad. Y después, estamos los restos: Alemania, Francia, Italia, España, que queremos que se firme una paz cuanto antes y que se...

...que se acabe el problema...

...que se hagan todas las concesiones que se tengan que hacer. ¡Eso Putin lo sabe! 

Ahí tenemos la ventaja de que la nueva Alta Representante viene de Estonia. 

Sí, Kaja Kallas. Otra cosa es la influencia que le dejen tener. Porque esto no lo va a negociar Putin con ella. 

No, pero...

Esto lo negociará Putin con Scholz y con quien sea presidente de EEUU. O sin Scholz, directamente con Washington.  

Sí, pero además de Kallas está el nuevo comisario de defensa, el lituano Andrius Kubilius. 

Los dos bálticos. 

Eso ya es una declaración de intenciones de Von der Leyen. 

Cierto, es un mensaje a Rusia clarísimo. 

Eso sí es prepararnos para el día en que haya que negociar.

Lo malo es que ese día, a lo mejor ni cuentan con los europeos, sino que son los americanos, los rusos y los chinos los que, por encima de nuestras cabezas, lleguen a un acuerdo. Y luego nos hagan pagar la factura con la incorporación de Ucrania a la UE.

¿Los bandos ya están definidos? Desde la Guerra Fría, las democracias occidentales nunca habían tenido tan claro quién estaba enfrente... China, Rusia, Irán y Corea del Norte abren frentes coordinadamente.

E incluso Corea del Norte ha enviado ya soldados a la guerra de Ucrania, lo cual es preocupante. La gente, no se ha percatado de que se está internacionalizando el conflicto, lo cual es peligrosísimo. Estamos entrando en esferas concéntricas que ya recuerdan a conflictos internacionales, a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial. 

¿Estamos en el prólogo de la Tercera Guerra Mundial? 

Yo creo que no, porque el arma nuclear se hizo para eso, para evitar la Tercera Guerra Mundial. Lo que ha garantizado 80 años de paz ha sido el arma nuclear. 

Eso lo decía Thatcher hace ya 40 años. 

Ha cumplido su misión, que era disuadir con la Mutual Assured Destruction, el famoso MAD, a las grandes potencias de enfrentarse directamente. Porque el arma nuclear central se hace para no utilizarla.

Ahora bien, los rusos ahora están con una nueva doctrina de las armas nucleares tácticas, que podrán utilizar siempre y cuando se vea amenazado su interés nacional. ¿Eso qué es? Pues lo decide Putin. Y así, el umbral de utilización del arma nuclear ha dejado de estar fijo como estaba antes. Ahora es variable en función de la voluntad de Putin, y eso te hace el mundo mucho más inseguro.

El eurodiputado del PP Nicolás Pascual de la Parte, exembajador español ante la OTAN.

El eurodiputado del PP Nicolás Pascual de la Parte, exembajador español ante la OTAN. EPP

Mientras tanto, en Europa parece que no queremos saber nada de esto.

Antes usar la nuclear era el fin de la humanidad. Pero ahora, con las armas tácticas, un misil de alcance medio puede acabar con una división, por ejemplo, sin afectar mucho más. ¿Eso provocaría que Estados Unidos y Europa respondan nuclearmente la Rusia? Pues hombre, va a ser que no... Y entonces, ¿qué pasa?

El problema que tenemos, es que hemos perdido la iniciativa con respecto a Rusia. Y el que lleva la iniciativa en un conflicto, va ganando siempre. En ajedrez, las negras siempre se defienden de las blancas, a no ser que den un golpe maestro que invierta la iniciativa. Putin juega con las blancas, y puede escalar o desescalar el conflicto a voluntad. 

Sobre todo, porque nosotros no queremos escalar el conflicto en ningún caso. Queremos que desaparezca. 

Nosotros tenemos que responder y, de momento, el miedo a la escalada nos evita comportarnos con Ucrania como deberíamos. Ayudarla a vencer. Y estamos en un bucle, porque el miedo a la escalada, sobre todo en Alemania, te paraliza acciones necesarias para que Putin no gane la guerra. Y eso hace que Ucrania no pueda ganar, con lo cual nos estamos autoinfligiendo la derrota. 

Y además nos están abriendo nuevos escenarios. Hace un año, el 7-O en Israel y ahora, Xi Jinping demostrando que puede invadir Taiwán el momento en el que quiera. Oriente Próximo, el Pacífico y Ucrania son demasiados frentes. 

No es tan fácil invadir Taiwán. La operación militar más delicada es un desembarco. Necesitas una superioridad inmensa, casi de 1 a 10, para que tenga éxito. Además, te pueden cortar las líneas de suministro. No es una operación fácil. 

Y probablemente, ésa es la falta de incentivo que tiene Xi para hacerlo. Pero quizá llegue un momento en el que sí le compense generar ese nuevo frente, en una guerra global contra Occidente. 

Yo creo que hay una cosa en contra de esa teoría. China quiere ser la primera potencia del mundo, y no quiere hacer nada que les desvíe de ese objetivo. Si ellos calculan que con el actual crecimiento cumplen su objetivo de serlo en 2049, no lo harán. Eso sí, una vez que lo sean, ya mandan ellos.

Mientras el primer ejército del mundo sea el norteamericano es muy aventurado, no quiero decir imposible. Teniendo en cuenta lo prudentes que son los chinos, para ellos sería una aventura jugarse la primogenitura por una islita. ¿Para qué me voy a jugar yo eso con una guerra que puedo perder y que me puede volver 20 años atrás?

No les merecería la pena.

Yo creo que no, de momento. Pero eso tiene otra lectura inversa. La economía china últimamente da señales de fragilidad, y si el ritmo de crecimiento le aleja ese objetivo de primacía mundial, entonces a lo mejor sí. Porque si ya que no lo voy a ser, quizá necesito una motivación exterior para justificar el dominio social del Partido Comunista Chino sobre la sociedad. Si el contrato social de crecer al 5% anual ya no funciona, quizá sí necesite invadir Taiwán. 

Vayamos a Oriente Próximo. ¿Por qué en España se ve a Israel no como el aliado de Occidente en la región, sino como el culpable de todos los males? 

Tenemos con Israel los mismos traumas históricos que tenemos con Estados Unidos. En España, la derecha y la izquierda son antiamericanas y antiisraelíes, una cosa que no ocurre en ningún lugar del mundo.

Los judíos, desde que los expulsamos, los hemos acusado de maquinar con los masones, de confabulaciones con los protestantes contra el mundo católico... y de ese poso histórico, la derecha rancia piensa que los judíos son enemigos naturales. La izquierda, que al principio era muy partidaria de Estado judío porque nació con la autogestión socialista de los kibutzim, ahora lo ve como, como el paradigma del imperialismo americano y como la punta de lanza en Estados Unidos contra el mundo árabe.

¿Ha hecho bien Pedro Sánchez en reconocer el Estado palestino?

Era un objetivo de política interior, básicamente. Quitarle votos a Sumar. Le ha quitado todas sus banderas. Y en Podemos suben la apuesta. 'Ahora tienes que romper relaciones diplomáticas con Israel, y si no, tampoco te apoyo'.

Es una dinámica diabólica en la que ha entrado Sánchez. Para quitarle electorado, les quita esa bandera, y cuando los otros se dan cuenta, suben la demanda. En términos prácticos, ¿de qué ha servido el reconocimiento? Para absolutamente nada. 

"Nadie cree en la solución de dos Estados, pero no podemos decir que no hay solución para Oriente Próximo"

¿No avanza en la posibilidad de dos Estados?

Ninguno creemos ya en ello, Alberto. Tuvo su momento, su oportunidad y se perdió en los Acuerdos de Oslo. Pero como no tenemos nada mejor que echarnos a la boca, seguimos diciendo que la única solución es la de los dos Estados, y a otra cosa mariposa.

Pero Hamás no quiere un estado palestino; Hezbolá no quiere un estado palestino; Irán no tiene estado palestino. Israel tampoco lo quiere, por lo menos el Gobierno actual. Los países árabes no hacen nada a favor del Estado palestino. ¿Arabia Saudí, Egipto, Irán? ¿Quién lo quiere? 

Los palestinos.

¿Pero quiénes?

Los ciudadanos

¿Los ciudadanos? ¿Y por qué votaron a Hamás en 2006? Hamás ya decía que quería la destrucción de Israel... 

Ahí podríamos hasta discutir, eurodiputado. Uno puede ser proisraelí y entender que, recién salidos los colonos en 2006, un ciudadano pobre de Gaza vote al primero que le promete vengarse de la ocupación que lo sometía. 

Cuando Sharon sacó a sangre y fuego a sus colonos de Gaza, ¿qué pasó al día siguiente? Que cayeron cientos de cohetes sobre el sur de Israel, lanzados desde la Franja. Eso es lo que hay. 

Mire, tres días antes del 7-O yo estaba comiendo con la embajadora israelí en Madrid. Y me dijo algo así como 'no sé si es en una semana o en dos, pero ya está, firmamos en breve con los saudíes los acuerdos de Abraham'. 

Efectivamente, ése era el tema. 

Y yo le pregunté 'embajadora, entiendo que los saudíes, si de verdad se quieren arreglar con los israelíes, necesitan decir que hay una solución para los palestinos'. Y me contestó 'sí, hay solución para los palestinos ahí'.

Sí, pero con el odio recrecido tras este año, habrá que esperar una década o más. ¡Generaciones! 

¿Por qué la UNRWA estaba infiltrada por Hamás, la FINUL ha dejado que Hezbolá construya túneles debajo de sus pies... por qué Naciones Unidas en Oriente Próximo no sirve? 

Yo he estado en los campos de refugiados y he visto el trabajo de la UNRWA... es insustituible. La UNRWA tiene ovejas negras, pero no hay que cerrarla por eso. Hay que limpiarla, cambiar sus estatutos, controlar dónde va el dinero con mecanismos mucho más estrictos. ¿Que ha habido 20 o 30 o 40 manzanas podridas? ¡Me da igual, son 12.000!

Cierto es que claro, si estás trabajando ahí durante años con esa gente, puede haber un proceso de simbiosis. Yo lo entiendo, estás ahí viendo la miseria, la injusticia... al final te pones de su parte. Y de ahí a que ayudes a Hamás, que son los que te gobiernan...

...y de quienes dependen todos tus suministros para los niños, por ejemplo. 

Es muy difícil evitar eso. Pero proponer acabar con la UNRWA es todavía peor. 

"La política exterior española no tiene definidos sus intereses en ningún documento oficial, y así ocurre, que no somos nadie"

Señor embajador, el Gobierno de España tiene crisis diplomáticas con Israel, con Argelia, con Argentina, con México... una relación, como mínimo discutible con la tiranía venezolana. Y una relación extrañísima que nadie entiende con Marruecos. En la que es Mohamed VI el que abre y cierra el grifo de las relaciones. 

Siempre ha sido así.

¿Cuál es nuestra política exterior y hacia dónde va?

El problema que tenemos en España es que no existe ningún documento oficial donde esté definido el interés nacional. ¡No está definido! Y sin eso no tienes nada.

Si vas a la estrategia de defensa o de seguridad británica o americana, en el primer párrafo te dice cuál es el interés nacional británico o de Estados Unidos. Y después, cómo lo quieren conseguir. En España, ¿por qué no se ha definido? Porque les obligaría a tomar unas medidas que no se quieren tomar. Así que sin interés nacional, tú verás lo que haces... puedes no hacer nada, que es lo que se hace.

¿Y qué habría que hacer?

Lo primero, definir el interés nacional. Cualquier Gobierno después de Sánchez debe hacer eso antes que nada. Y es bastante fácil: proteger los intereses de los españoles fuera de España; potenciar la presencia económica en nuestras empresas; exportar nuestros valores y nuestra cultura, especialmente el español, que es un arma nuclear que no tiene ningún país del mundo. ¡Ni los ingleses! A ver cómo ponemos eso en valor... y finalmente, la posición geoestratégica de España.

Defíname eso.

España es una potencia media con intereses globales. Por tanto, solos no podemos hacerlo todo. Así parte de nuestros intereses y de nuestra política exterior se ha de vehicular por la OTAN y por la Unión Europea. Pero en esos foros debemos estar de una forma activa y no sentados, cosa que no se hace porque no se quiere hacer. 

La última definición que leí es que la nuestra era una política exterior feminista, igualitaria, sostenible, inclusiva y mediopensionista. Bueno, pues eso es lo que hay... 

¿Por qué nunca ejercemos la circunstancia de ser la puerta del Mediterráneo como una carta geopolítica a nuestro favor? No digo usar el estrecho como si fuese Bab el Mandeb, pero si tenemos la llave de entrada y salida del Mediterráneo, que es el mar donde empiezan todas las guerras...

No, no. Tenemos una de las llaves.

Pero somos el país fuerte, en teoría.

No. El país fuerte en el Estrecho es Reino Unido, porque tiene el apoyo de EEUU. Tenemos dos bases, Morón y Rota. Pero Washington se fía más de Londres que de Madrid. Y por tanto, olvídate, proqué el armamento que hay en Gibraltar no lo sabemos, pero sospechamos que tienen armas nucleares metidas en los túneles. 

Pero hay una circunstancia previa y es la posición geográfica de España. 

Pero el que garantiza el tránsito al Mediterráneo es Reino Unido. De hecho, en la OTAN, la misión primordial de España es garantizar el eje marítimo Canarias-Estrecho-Baleares. Si hay una invasión rusa, hasta que llegue Estados Unidos, ese eje lo tiene que garantizar España con submarinos o aviación. Pero insisto, quien manda en el estrecho es Reino Unido. Desde Ceuta y Melilla, no controlamos nada. 

¿Y cómo hacemos para ejercer esa carta? ¿Cómo hacemos para dejar de vivir nuestra posición geográfica como una debilidad, en lugar de como una oportunidad? 

No mandamos nosotros porque no ponemos en valor político nuestra importancia geoestratégica. Ningún país se ha comprometido con EEUU más que España.

Nicolás Pascual de la Parte, eurodiputado del PP, en Estrasburgo, antes de su entrevista con EL ESPAÑOL.

Nicolás Pascual de la Parte, eurodiputado del PP, en Estrasburgo, antes de su entrevista con EL ESPAÑOL. EPP

¿A qué se refiere?

Tenemos la parte marítima del escudo antimisiles toda en España. En Rota hay cinco destructores, que pronto serán seis. ¡Ningún país quería tenerlo! Cuando Estados Unidos planteó el escudo antimisiles, tenía una pata terrestre y otra marítima. La terrestre no la quería ningún país, y al final se dividió entre Polonia y Rumanía. Y la marítima, no la quería en Italia ni la quiso Reino Unido. ¿Por qué? Por el grado de vulnerabilidad respecto a Rusia. Ahora mismo, como tenemos cinco destructores de EEUU, habrá 500 misiles rusos apuntando a Rota

Bueno, pues ese incremento exponencial de la vulnerabilidad española ante Rusia no lo traducimos en réditos políticos. Los presidentes norteamericanos no visitan España. Todos visitan Londres cuatro veces, Berlín cinco, París tres y Roma dos. ¿Madrid? Cero. Lo máximo es mandar a su hija y a su mujer a la Feria de Abril de Sevilla, con Obama.

¿Cómo se cambia eso? 

Pues se lo dices a los americanos claramente. Yo no puedo ser únicamente el hangar de vuestros buques. No quería ningún otro aliado, y fue Zapatero el que lo aceptó. Fue lo último que hizo antes de disolver las cortes en 2010. Pues exijo un tratamiento político acorde con mi compromiso militar, y tú vienes a España tres o cuatro veces por legislatura, y mi embajador tiene acceso a tu secretario de Estado. Es decir, me tratas como a Italia o como a Francia o como a Alemania, o te llevas los destructores de aquí.

¿Ves qué fácil? Esos americanos lo entienden perfectamente porque están acostumbrados a ese lenguaje. ¿Qué ocurriría en este caso? Que Marruecos se asustaría. Si España pasa a ser el socio privilegiado en el Mediterráneo de Estados Unidos, Marruecos perdería importancia y comparativamente, sería el eslabón débil. ¡Ahora es el eslabón fuerte!

No seremos nosotros los que tenemos que salvar el honor de Marruecos, sino el nuestro. 

Nosotros tenemos que fortalecernos y fortalecer nuestra relación con Estados Unidos para convertirnos en el aliado privilegiado del sur de Europa. A partir de entonces, la relación con Marruecos cambiará, porque cambiaría la relación de fuerzas.