El exfutbolista y diputado Mijaíl Kavelashvili, de 53 años, fue investido este domingo 29 de diciembre presidente de Georgia en una ceremonia en la sede del Parlamento.

El exfutbolista y diputado Mijaíl Kavelashvili, de 53 años, fue investido este domingo 29 de diciembre presidente de Georgia en una ceremonia en la sede del Parlamento. Irakli Gedenidze

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Mijaíl Kavelashvili ya es el nuevo presidente de Georgia: la oposición sigue considerando su victoria "ilegítima"

Agencias
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El exfutbolista y diputado Mijaíl Kavelashvili, de 53 años, ha sido investido este domingo presidente de Georgia en una ceremonia en la sede del Parlamento, al que la oposición le niega toda legitimidad, en una vuelta de tuerca de la crisis georgiana que amenaza con una nueva ola de protestas.

Kavelashvili se ha convertido en el primero de los seis presidentes del país elegido no por voto universal, sino por un colegio electoral de 300 miembros, en el que los representantes de las formaciones opositoras no participaron por considerar viciado el procedimiento.

"Juro ante el pueblo y Dios defender la Constitución, la independencia y la unidad del país", así se ha pronunciado Kavelashvili en una ceremonia en la que no ha habido invitados extranjeros.

Zurabishvili, "la presidenta legítima"

Poco antes de la investidura, la presidenta europeísta Salomé Zurabishvili ha abandonado la residencia presidencial y ha declarado ante cientos de sus partidarios que ella sigue siendo la "única presidenta legítima de Georgia".

"Nada ha cambiado, esté yo o no en la residencia. Esta residencia presidencial fue un símbolo mientras estuvo en ella un presidente legítimo", ha afirmado Zurabishvili mientras calificaba de "parodia" la investidura de Kavelashvili.

Zurabishvili, a su vez, ha acusado a Sueño Georgiano, la formación gobernante, de falsificar los resultados de las elecciones parlamentarias de octubre pasado con lo que sumió el país en una crisis, de la que sólo se puede salir mediante la celebración de unos nuevos comicios.

"No tenemos miedo a nada, ni siquiera a la cárcel. "Me llevo la legitimidad y la bandera y, lo más importante, vuestra confianza", ha sentenciado ante los aplausos de los que han acudido a expresarle su apoyo.

La víspera, cuando miles de tiflisenses formaron una cadena humana contra la decisión del Gobierno de aplazar hasta 2028 el comienzo de las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea, el alcalde de Tiflis, Kaja Kaladze amenazó a Zurabishvili con medidas legales si no abandonaba la residencia presidencial.

"La apropiación de un edificio gubernamental es un delito que se castiga con penas de entre 3 y 15 años de prisión", advirtió el edil.

Tarjetas rojas para Kavelashvili

Desde la residencia presidencial cientos de opositores se han dirigido hacia la sede del Parlamento, donde han comenzado a protestar con pitadas y a enseñar tarjetas rojas en alusión al pasado futbolístico de Kavelashvili.

En su discurso de investidura, el exfutbolista ha afirmado que "Georgia se enfrenta a una polarización artificial de la sociedad impuesta desde el exterior".

"Aprecio a todos los ciudadanos de Georgia, independientemente de sus opiniones políticas. Seré el presidente de todos", dijo Kavelashvili, que ha prometido empeñar todos sus esfuerzos para consolidar y unir a la sociedad.

Según la Constitución georgiana el presidente ejerce como jefe del Estado, sus funciones son meramente representativas, ya que el poder ejecutivo recae sobre el Gobierno, que es conformado por la mayoría parlamentaria.

"Es un día histórico. En este edificio se proclamó la independencia de Georgia en 1991, y ahora finalmente se ha formalizado la república parlamentaria", ha aseverado el presidente del Legislativo, el diputado de la formación gobernante, Shalva Papuashvili, al comienzo de la ceremonia de investidura.

La oposición mantiene sus demandas

La oposición, que acusa al Gobierno de Sueño Georgiano de abandonar la senda de la integración en Europa y de llevar a cabo una política de aproximación a Rusia, convoca desde hace un mes acciones diarias de protesta para exigir la celebración de nuevas elecciones parlamentarias. A juzgar por las declaraciones de sus dirigentes, estas demandas se mantienen en la agenda.

"Zurabishvili seguirá siendo presidenta legítima hasta que se celebren nuevas elecciones parlamentarias", dijo uno de los líderes de la oposición, Nikanor Melia, de la Coalición por el Cambio.