Francia lleva en llamas varias semanas por el polémico sistema de pensiones ideado por Emmanuel Macron, presidente de la República gala. Con el espíritu de la revolución de 1789 por bandera, los franceses se han echado a las calles con el deseo de volver a cambiar el mundo. Una reforma, promulgada de madrugada, que no ha sido bien recibida por la ciudadanía que hasta ahora ha respondido con huelgas y paros en los transportes y en los sistemas educativos y sanitarios.
Las principales urbes francesas se han visto colapsadas por el corte de calles y carreteras, las cuales han amanecido día tras día con toneladas de basura o con mobiliario urbano calcinado. Cientos de miles de personas han salido de sus casas para protestar y manifestar su descontento ante una decisión política histórica que marcará el presente y el futuro de un país que ahora mismo se encuentra en ebullición.
Según los sondeos, dos de cada tres franceses han mostrado su descontento ante esta reforma que ha sido criticada desde muchos sectores, pero que ha sido aprobada por el Constitucional francés y que tendrá como medida más llamativa el retraso de la jubilación hasta los 64 años cuando hasta ahora se encontraba entre los 60 y los 62. Macron comparecerá ante el país el lunes por la tarde para defender su reforma de pensiones.
¿Cuál ha sido la estrategia de Macron?
Emmanuel Macron decidió imponer una reforma para crear un nuevo sistema nacional de pensiones amparándose en el artículo 49.3 de la Constitución, el cual permite aprobar un Proyecto de Ley sin necesidad de aprobación a través del voto parlamentario. Una situación que, por otro lado, ya es historia, ya que ha sido confirmada como Ley por el Constitucional.
A pesar de la vía elegida, la reforma tardará todavía varios meses en poder entrar en vigor. Sin embargo, eso no ha evitado que la tensión y la crispación se hayan apoderado de las calles. Una situación que el Presidente estaba dispuesto a asumir desde que se presentó el proyecto el pasado 10 de enero y que fue aprobado por el Gobierno el 16 de marzo mediante decreto ante la imposibilidad de conseguir los apoyos necesarios en la Asamblea Nacional.
¿Cómo funciona el nuevo sistema de pensiones francés?
La compleja reforma del sistema nacional de pensiones tiene un punto de partida que ha sido el más criticado. Se trata de la edad de jubilación, ya que pasará de los 60/62 años, dependiendo de los casos, hasta los 63/64. Una medida que se implantará antes de que llegue el 2030. Una decisión que ha sido muy atacada por todos los sindicatos.
Otro de los puntos más conflictivos llegará en 2027, cuando será necesario haber cotizado 43 años para poder cobrar la pensión completa. Otra de las medidas que ha provocado el descontento de los sindicatos y, especialmente, del sector más joven de la población, que cada vez más lejana y complicada su entrada y posterior salida del mercado laboral.
La nueva reforma establece una serie de pasos para aquellas personas que empezaron a trabajar a una edad muy temprana. Aquellos que comenzaron su actividad laboral a los 16 años podrían jubilarse a los 58, mientras que los que se iniciaron entre los 16 y los 18 años podrán hacerlo a los 60. Aquellos que no empezaron hasta edades comprendidas entre los 18 años y los 20 tendrán que esperar a los 62.
La reforma impulsada por Macron, aprobada este viernes por el Constitucional y promulgada de madrugada en el Diario Oficial de la República Francesa, el Boletín Oficial del Estado francés, tiene como principales opositores en las calles a los sectores ferroviarios, transportes públicos y trabajadores de sectores energéticos, quienes perderán los beneficios existentes en los regímenes especiales. Estos gozaban de una situación con mejores pensiones y menos años de trabajo para poder llegar a la jubilación a los 58 años por regla general. Sin embargo, con la nueva reglamentación, esto irá desapareciendo paulatinamente.
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Otro de los puntos más importantes del texto original elevaba la pensión mínima cerca de los 1.200 euros brutos mensuales para una carrera completa cotizando a tiempo completo al salario mínimo, quedando excluidas de este sistema las carreras a tiempo parcial. El último de los puntos más conflictivos afectaba a las personas nacidas entre 1965 y 1966, quienes debido a la aplicación progresiva de esta reforma se veían en cierto modo penalizadas al tener que trabajar 3 trimestres más respecto a la regla actual.
¿Cuál ha sido el último conflicto?
Francia lleva incandescente alrededor de dos meses, desde que se empezó a hablar de manera seria de una compleja y completa reestructuración del sistema nacional de pensiones. Sin embargo, la última polémica ha llegado con la aprobación de la ley, la cual ha sido promulgada nada más y nada menos que a las 04:00 horas de la madrugada. Los últimos motivos de conflicto han sido el qué y el cómo de esta aprobación.
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Una situación que ha sido profundamente criticada desde sectores sociales y políticos. "Una ley promulgada de noche, como los ladrones", decía muy enfadado el líder comunista, Fabien Roussel. Por su parte, la ecologista Marine Tondelier cargaba con el siguiente mensaje a través de sus redes sociales: "¡Qué provocación! Nueva fanfarronada de Emmanuel Macron mientras el país nunca ha estado tan fracturado".
El presidente de la República Francesa ha conseguido lo que se ha definido como una "victoria jurídica", pero que a la larga supondrá una derrota social. Los medios nacionales ya han descrito la aprobación de esta ley, y el curioso momento elegido, como una "victoria pírrica" y un "desastre para la nación". Se apoyan para hacer estas afirmaciones en la mayoría contraria de la ciudadanía al proyecto del gobierno francés.
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Laurent Escure, líder del sindicato UNSA, señalaba de esta manera a Macron: "Parece disfrutar echando más leña al fuego. Nada bueno saldrá de esto". Las reacciones en las calles no se hicieron esperar, ya que los disturbios en París han dejado 138 detenidos, mientras que otras grandes ciudades como Rennes o Marsella han registrado ataques contra comisarías o trenes. Ahora, las protestas esperan continuar, como mínimo, hasta el próximo 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, cuando se esperan los mayores conflictos para mostrar su descontento contra la reforma.
¿Qué diferencias hay con el sistema de España?
Muchos españoles están viendo a Francia arder y se preguntan, desde el otro lado de los Pirineos, en qué se parece y en qué se diferencia su sistema de pensiones respecto al que acaba de sacar adelante Macron en el país vecino. Y lo cierto es que ambas reglamentaciones tienen cosas en común y cosas muy diferentes. España y Francia son dos economías calificadas como similares por su baja productividad, sus bajas tasas de empleo y por el excesivo peso de las PYMES. Ambos países se encuentran además marcados por el envejecimiento de su población.
Una de las principales diferencias está en la edad de jubilación y es que España sigue estando muy por encima de Francia. La edad ordinaria está en los 66 años y 4 meses y pasará a ser de 67 a partir de 2027. Eso sí, cualquier español que haya cotizado a 38 años y medio podrá jubilarse a los 65.
España sale ganando en el punto de los años de cotización. En nuestro país, para tener el 100% de la pensión debemos haber cotizado 36 años y medio, los cuales serán 37 a partir el 2027. Si se tienen menos años, se calcula la pensión conforme al 100% de la base reguladora.
Uno de los puntos más diferentes entre ambos sistemas está en la famosa 'doble cotización', ya que en España no hay doble régimen, solo se cotiza a la Seguridad Social a través de las nóminas. En Francia hay dos regímenes, el básico y el complementario obligatorio.
El primero de ellos se asemeja a la Seguridad Social y el otro se compone de un sistema de puntos. Las cotizaciones se traducen en puntos que se van acumulando y cuando un ciudadano francés termina su vida laboral, la mitad de la pensión que le queda procede de esos puntos cotizados, mientras que la otra parte llega por lo cotizado para la pensión de base.
España ofrece, además, dos opciones para el periodo de cálculo, una medida que estará en vigor al menos hasta 2044. Se pueden elegir los últimos 25 años cotizados o los últimos 29 quitando los 24 peores meses. En Francia, se utilizan los mejores 25 años de la vida laboral para calcular el importe y se le suma el complementario obligatorio según los puntos acumulados mientras se ha desarrollado la actividad laboral.
Francia se encuentra ante un momento crítico de su historia reciente. Mientras la nueva ley de pensiones echa a andar tras haber dejado de ser un simple proyecto, las calles arden en busca de lo que consideran una justicia necesaria y una marcha atrás que Macron, ahora mismo, no contempla bajo ningún concepto. El sistema de pensiones, tema de conflicto habitual en Europa, pone al estado francés en el centro de la diana.