"Repugnante, salvaje y, al parecer, deliberado". Con estas palabras se ha referido el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al bombardeo perpetrado el lunes contra un convoy de ayuda en Siria que ha paralizado la asistencia humanitaria en el país.
"Hoy están presentes en este recinto representantes de Gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado e incluso planificado y llevado a cabo atrocidades infligidas por todas las partes del conflicto contra los civiles sirios", ha denunciado Ban en su último discurso en el cargo ante la Asamblea General de la ONU, que se reúne esta semana en Nueva York. "Muchos grupos han matado a muchos inocentes, pero ninguno más que el Gobierno [sirio]", ha subrayado.
Los proyectiles acabaron el lunes con un número indeterminado de civiles -incluidos 13 voluntarios de la Media Luna Roja Siria- y muchos otros resultaron heridos en el ataque contra el convoy humanitario mientras descargaba asistencia en la región de Alepo, ha confirmado el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja este martes.
Además, 18 de los 31 camiones que formaban el convoy de Naciones Unidas y Cruz Roja resultaron totalmente destruidos, con lo que dejaron a miles de personas de los 78.000 habitantes de la localidad Urm al Kubra en la región de Alepo sin asistencia vital para su supervivencia. En el ataque también resultó alcanzado un almacén de la Media Luna Roja.
"Por ahora no tenemos una visión global de lo que pasó, pero se ha tomado la decisión de que todas las operaciones humanitarias de convoyes sobre el terreno quedan suspendidas por el momento", ha afirmado en rueda de prensa el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), Jens Laerke. Cruz Roja ya había anunciado el lunes que posponía el envío de convoyes humanitarios a cuatro ciudades dada la escalada de la violencia.
Estados Unidos ha responsabilizado a Rusia del ataque y ha anunciado que "replanteará" si seguir cooperando con el Gobierno ruso, que a su juicio debe demostrar "rápida y significativamente" si aún está comprometido con el acuerdo para un alto el fuego en el país árabe. Moscú asegura que ni las fuerzas rusas ni las del Ejército sirio bombardearon el convoy.
Sea quien sea el culpable, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, recuerda que “se trata de una flagrante violación del Derecho Internacional Humanitario, lo que es totalmente inaceptable". Además, ha alertado: "El ataque contra personal e instalaciones de salud puede tener serias repercusiones en las operaciones humanitarias en marcha en el país, privando a millones de personas de una ayuda esencial para sobrevivir”.
Este lunes el Gobierno sirio dio por finalizada la tregua, que -con episodios de violencia- ha durado una semana. Sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, ha aseverado este martes que el acuerdo no ha muerto todavía.
Siria es uno de los conflictos más peligrosos del mundo para los trabajadores humanitarios. Durante los pasados 5 años, 54 voluntarios y voluntarias de la Media Luna Roja Siria han perdido la vida mientras ayudaban a los demás.