Las autoridades han encontrado rastros de explosivos en algunos cadáveres del avión de Egyptair que el pasado mayo se precipitó sobre el Mediterráneo con 66 personas a bordo, según han informado las autoridades egipcias.

Egipto descartó entonces que se tratara de un atentado terrorista y ningún grupo reivindicó la tragedia. La mayoría de las víctimas eran egipcias, salvo 15 ciudadanos franceses.

Le Figaro informó en septiembre de que investigadores galos habían hallado trazas de TNT en los restos de la aeronave pero se les impidió examinarlas con más detenimiento, una afirmación que las autoridades egipcias desmintieron.

No hubo llamada de auxilio antes de que el avión desapareciera y en el audio de cabina se habla de fuego en la aeronave.

El incidente tuvo lugar meses después de que un avió ruso con 224 personas a bordo se cayera sobre la península del Sinaí después de sufrir una explosión en su interior. La rama egipcia del autodenominado Estado Islámico reivindicó la tragedia.

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