La condena de las colonias israelíes en territorio palestino por el Consejo de Seguridad de la ONU y la clave abstención de EEUU provocaron un grave e inusual choque entre Israel y la Administración de Barack Obama, a pocas semanas de que este finalice su mandato.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó con extrema dureza la resolución del Consejo, que exige el final de la colonización y trata de garantizar la viabilidad de la solución de dos estados, así como la decisión norteamericana de permitir que esta fuese aprobada.
"Israel rechaza esta resolución en la ONU vergonzosa y anti-israelí y no va a cumplir sus términos", dijo el primer ministro en un comunicado, en el que acusa directamente a "la administración Obama" no solo de "fracasar en proteger a Israel contra esta conspiración en la ONU", sino también de "confabular entre bastidores" para sacarla adelante.
Para remachar, Netanyahu añade que Israel "está deseando trabajar con el presidente electo Trump" y con el Congreso para "anular los perniciosos efectos de esta absurda resolución".
Diez años de vetos
Se trata de la primera vez en una década que EEUU deja pasar una resolución de condena a Israel sin utilizar su derecho a veto, en una ruptura de su posición habitual de que la cuestión de las colonias debe solucionarse a través de negociaciones de paz.
Además, este cambio de postura se llevó a cabo en contra de la petición de Trump, que solicitó a Obama que vetase la propuesta. Tras su aprobación, el presidente electo publicó en su cuenta de Twitter: "Sobre la ONU, las cosas serán diferentes después del 20 de enero".
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, explicó que su país se abstuvo en la ONU ante la resolución impulsada por Egipto porque el texto, a diferencia de otros anteriores, condena tanto los asentamientos israelíes como la violencia del lado palestino.
"Aunque no estamos de acuerdo con todos los aspectos de esta resolución, condena correctamente la violencia y la incitación y los asentamientos y llama a las dos partes a dar pasos constructivos para revertir las tendencias actuales y avanzar hacia la solución de los dos Estados", dijo en un comunicado. "El texto no busca imponer a las partes una solución al conflicto. Reserva para las partes la negociación del final del conflicto", agrega la nota.
Estados Unidos considera que tanto los asentamientos israelíes como la violencia del lado palestino "ponen en peligro" la solución de los dos Estados. "Por eso no podemos, con la conciencia tranquila, obstaculizar una resolución en las Naciones Unidas que deja claro que ambas partes deben actuar ya para preservar la posibilidad de la paz", argumenta Kerry.
"Hoy Estados Unidos actuó con un objetivo principal en mente: preservar la posibilidad de la solución de los dos Estados, la que cada Gobierno del país durante décadas ha defendido como el único camino para conseguir una paz justa y duradera entre los israelíes y los palestinos", defendió Kerry.
Palestina celebra la decisión
Los palestinos, por su parte, celebraron el gesto de la ONU, que el presidente Mahmud Abás calificó de "fuerte bofetada" a Israel.
"La resolución del Consejo de Seguridad es una bofetada a la política israelí. Es una condena internacional absoluta, unánime, de los asentamientos y un voto de apoyo a la solución de dos estados", dijo Abás.
Los movimientos islamistas Hamás y Yihad Islámica se felicitaron también por la decisión.
"Hamás da la bienvenida a esta resolución y se felicita por los cambios positivos en la postura de la comunidad internacional que apoya los derechos palestinos en los organismos internacionales", dijo en un comunicado su portavoz, Fauzi Barhum.
En el mismo, exhorta a la comunidad internacional a hacer más por la causa palestina y poner fin a la ocupación israelí.
Por su parte, Mushir al-Masri, manifestó que esta resolución, que condena y declara ilegales los asentamientos, reitera claramente el rechazo del mundo a la política de Israel.
La resolución, aprobada con 14 votos a favor, cero en contra y una abstención, exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en territorio ocupado e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.
Esa vía, sin embargo, está en peligro por la expansión de las colonias, que está llevando a una "realidad de un Estado", señala el texto, que considera los asentamientos "una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz, justa, duradera y completa".
Estados Unidos vetó en 2011 una resolución similar, pero en esta ocasión permitió que el texto saliese adelante con el apoyo, entre otros, de países como España, Francia, Reino Unido o Venezuela.