El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado que el régimen de Damasco y los rebeldes sirios han firmado un acuerdo de cese de las hostilidades inmediato que incluye un compromiso a mantener conversaciones para poner fin a casi seis años de conflicto.
Rusia e Irán, aliados de Bashar al Asad, y Turquía, opuesta al gobernante, serán los valedores de este “frágil” pacto, afirma Moscú.
“Como sabemos muy bien, los acuerdos logrados son muy frágiles, requieren especial atención y paciencia, una estrategia profesional y un contacto constante con nuestros socios”, ha aseverado el mandatario ruso, según recoge la agencia estatal TASS.
El Ministerio de Exteriores turco ha confirmado la noticia en un comunicado -aunque no habla específicamente de Irán- y asegura que aquellos grupos que el Consejo de Seguridad de la ONU considera terroristas están excluidos del acuerdo. No está claro, sin embargo, qué grupos opositores suscriben el pacto.
Tras una crisis diplomática desencadenada hace algo más de un año después de que Turquía derribara un avión ruso, Ankara y Moscú han acercado posturas y asumido un papel proactivo en el conflicto sirio.
En verano, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió disculpas a su homólogo ruso para retomar las relaciones bilaterales. Y aunque Turquía se opone a Asad, los dos países acordaron recientemente la evacuación del golpeado este de Alepo, antiguo bastión de la oposición a Asad.
Las relaciones turco-rusas sufrieron un test de estrés la semana pasada cuando un policía turco asesinó a disparos al embajador de Moscú en Ankara. Los dos países acordaron que el incidente no tendría consecuencias diplomáticas y al día siguiente Rusia, Turquía e Irán celebraron una cumbre en Moscú para abordar el conflicto sirio.
El papel mediador de Rusia en la guerra, sin embargo, se ha puesto constantemente en entredicho por su involucramiento militar para apoyar a Asad, su tradicional aliado en la región.
A finales de septiembre, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que Rusia había matado a cerca de 4.000 civiles desde su entrada en el conflicto. Y este otoño, Damasco y sus aliados escalaron la ofensiva sobre Alepo para hacerse con la ciudad al completo, lo que lograron recientemente.
Dos acuerdos de alto el fuego auspiciados por Estados Unidos y Rusia este año resultaron en fiasco. Asimismo, hace meses se congelaron las conversaciones de paz entre el régimen de Damasco y la oposición siria en Ginebra.
Conversación entre Putin y Asad, que apoya el alto el fuego
El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró este jueves en conversación telefónica al líder ruso, Vladímir Putin, que apoya el alto el fuego y el arreglo político del conflicto.
"El líder sirio se mostró dispuesto a cumplirlos", según informó el Kremlin en un comunicado tras el acuerdo de cese del fuego alcanzado hace unas horas entre Damasco y la oposición armada siria.
Ambos dirigentes "valoraron altamente los acuerdos alcanzados con mediación rusa y turca sobre el alto el fuego y la transición a un proceso político".
"También se expresó la opinión de que el inicio en Astaná de las negociaciones para el arreglo pacífico en Siria sería un importante paso en el camino hacia la solución definitiva de la crisis", agrega la nota oficial.
El escenario de la reanudación de las negociaciones de paz sirias no será Ginebra, sino Astaná, la capital de Kazajistán, según acordaron hace un par de semanas Putin y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Los acuerdos han sido saludados por los principales grupos opositores -la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN) y la Coalición Nacional Siria (CNFROS)-, aunque advirtieron que el Ejército Libre Sirio responderá ante cualquier violación.