Un autobús lleno de fieles cristianos coptos que iban de excursión al monasterio de San Samuel en el sur de Egipto ha sido este viernes el escenario del terrorismo. Un grupo de hasta 10 encapuchados vestidos con uniformes militares ha abierto fuego al vehículo a su paso por una carretera cerca de Al Adua, un pueblo de la provincia de Minia.

Las imágenes del lugar donde se han producido el ataque, en un lugar desértico del sur del país, muestran la crudeza de este nuevo atentado a la minoría cristiana. El vehículo ha quedado completamente destrozado por las balas y los cuerpos yacían desperdigados por el suelo del camino secundario por donde transitaba el autobús cuando sufrió la emboscada.

Hasta 28 personas han perdido la vida y otras 26 han resultado heridas de diversa consideración. Entre las víctimas mortales había un alto número de niños, algunos de ellos de entre 2 y 4 años, según el último balance oficial. La cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas, dada la gravedad de los heridos.

Ningún grupo ha asumido la autoría del ataque hasta el momento. Pero la fecha del ataque, víspera del inicio del ramadán; y el objetivo, apuntan hacia una dirección. Rita Katz, directora de la agencia de inteligencia SITE, ha indicado en su cuenta de Twitter que es probable que el Estado Islámico reivindique la barbarie. En otro mensaje en la red social ha recordado que la organización terrorista lleva meses amenazando a los coptos con más ataques.

Los cristianos coptos de Egipcio se han convertido en la obsesión asesina de los islamistas de Oriente Próximo. El pasado domingo de ramos varios ataques a iglesias cristianas del país dejaron al menos 45 muertos. El Estado Islámico reivindicó los ataques horas después.

De hecho, a partir de ese ataque terrorista, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, declaró el estado de emergencia en todo el país y desplegó fuerzas del Ejército en los alrededores de lugares públicos e iglesias para protegerlos.

En un mensaje televisado, Al Sisi señaló directamente al Estado Islámico como responsable de la masacre del viernes: "Tratan de dividir a los musulmanes y a los cristianos de nuestro país, Egipto responderá al terrorismo"

Tras la masacre de este viernes, Al Sisi ha convocado una reunión de su gabinete de emergencia y ha ordenado una ‘operación cerrojo’ en las carreteras cercanas al lugar donde el autobús ha sido atacado. El objetivo es detener a toda costa a los responsables de lo sucedido.

Una minoría masacrada

Los coptos egipcios constituyen entre un 8 y un 12% de la población de Egipto -durante años el gobierno del país mantuvo su número en secreto aludiendo motivos de seguridad nacional- y son la minoría cristiana mayoritaria en Oriente Próximo, lo que siempre les ha valido el lugar de objetivo prioritario. De hecho, en los últimos 25 años, el número de coptos fallecidos en atentados o en ataques directos supera ampliamente los 130, aunque ha sido en los últimos cuatro años cuando ese número ha crecido de forma exponencial.



La matanza de este viernes se produce un día antes de que arranque el ramadán y un mes después de la histórica y arriesgada visita del papa Francisco a Egipto. Durante su estancia, el pontífice abogó por un "no" rotundo a "la violencia en nombre de Dios". Bergoglio ha condenado la nueva masacre a última hora de este viernes a través de un telegrama de condolencia enviado a las autoridades egipcias: “Es un ataque bárbaro cargado de odio sin sentido.