Al menos 29 personas murieron y otras 55 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado hoy con un coche cargado de explosivos en la entrada de una sucursal bancaria en el sur de Afganistán.
El portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak, manifestó a Efe que la mayoría de las víctimas son civiles y apuntó a los insurgentes como responsables de la masacre, que se ha producido contra una sucursal del Banco de Kabul en Lashkargah, capital de la provincia de Helmand. También hay miembros de las fuerzas de seguridad entre las víctimas.
Según Zwak, el número de fallecidos puede aumentar durante las próximas horas, debido a que las víctimas están siendo todavía evacuadas del lugar donde se produjo el atentado.
El portavoz explicó que el atacante suicida intentó aproximarse con el vehículo lo más cerca posible a la sucursal bancaria, pero al ser descubierto por los guardias de seguridad detonó los explosivos en el primer control de la entrada.
Un oficial de la administración local, que pidió el anonimato, concretó a Efe que en la sucursal bancaria se encontraban muchos miembros de las fuerzas de seguridad que se habían acercado hasta allí para recoger sus salarios antes del fin de la festividad musulmana del Ramadán, que tendrá lugar en los próximos días.
La violencia insurgente en Afganistán
Ningún grupo insurgente ha reivindicado todavía la autoría del atentado.
Este es el segundo ataque de relevancia contra una sucursal del Banco de Kabul en el último mes, después del que se produjo a finales de mayo perpetrado por varios insurgentes en la provincia oriental de Paktia, que causó siete muertos y 31 heridos.
Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, los insurgentes han ido ganando terreno en diversas partes de Afganistán y en la actualidad controlan, tienen influencia o se disputan con el Gobierno al menos el 43 % del territorio, según datos de Washington.