La situación en Qatar, lejos de provocar el colapso, ha propiciado que algunos empresarios se pongan a la inventiva y sigan expandiendo sus negocios. Es el caso de Moutaz al Khayyatla, presidente de Power International Holding, una compañía dedicada a la construcción y al sector inmobiliario, pero que ha comenzado a abrirse al sector agrícola en línea con el plan gubernamental Vision 2030 -cuyo objetivo es diversificar la economía qatarí para reducir su dependencia del gas y el petróleo-.
Este empresario, ni corto ni perezoso, ha anunciado la importación de 4.000 vacas provenientes de lugares como Polonia, Alemania, Australia o Estados Unidos. La frontera terrestre de Qatar, que limita con Arabia Saudí, está cerrada debido al bloqueo. Por aquí entraban la mayoría de las importaciones de ganado bovino que surten el mercado qatarí, y para colmo provienen de la granja Al Marai, ubicada precisamente en territorio saudí.
Al Khayyatla no ha visto impedimentos para llevar adelante sus planes de negocio y ha solicitado a la empresa insignia del emirato, Qatar Airways, propiedad del Gobierno, aviones de carga para llevar a cabo tal cometido. Las autoridades del emirato han aceptado tal proposición con el objetivo de ayudar con la situación que atraviesa el país, según ha informado The Independent.
Ésta es una de las anécdotas más curiosas que ha provocado el bloqueo desde que se impusiera el pasado 5 de junio, cuando el cuarteto formado por Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin lanzó un bomba diplomática al acusar a Qatar de financiar al terrorismo. Bien es cierto que aún no hay datos públicos fehacientes que sustenten tales acusaciones, por lo que todo apunta a una confrontación sustentada y secundada por sospechas, especulaciones e intereses ocultos.
Relativa normalidad
Ante esta situación, el Gobierno qatarí no se ha doblegado ante la presión de la coalición encabezada por Riad y ha consegido que el bloqueo casi no se note en Doha. Se han establecido nuevas rutas de comercio por mar, como las dos que conectan con Omán, y Qatar ha recibido apoyo militar y comercial de Turquía, que ha enviado tropas y 105 aviones de carga con alimentos, según Efe.
Los supermecados aparentan la misma imagen de normalidad. Los productos lácteos, aunque se echan de menos algunas marcas, no escasean tanto como se esperaba. Las secciones de frutas y verduras parecen no haber padecido jamás el bloqueo, y en ellas se encuentran desde melones españoles a mangos brasileños.
El Banco Central, además, ha garantizado que va a mantener fija la cotización del rial frente al dólar y ha asegurado que cuenta con "enormes reservas" para hacer frente a una crisis prolongada. El Gobierno también se está haciendo cargo de pagar los aranceles contraídos tras el bloqueo. No obstante, las agencias de calificación de riesgo han mostrado cautela por el peligro de que la crisis se alargue varios meses.
Con todo, parecen no exitir indicios cercanos que avecinen el fin del bloqueo a Qatar y todo apunta a un alargamiento del conflicto en la Península Arábiga. Estas son las claves para entender el bloqueo:
No es el terrorismo, es la hegemonía
El cuarteto árabe prununció una serie de exigencias para desactivar el bloqueo a Qatar, acusado de financiar al terrorismo. Sólamente una de las exigencias expresa el cese de la financiación de grupos armados. Del resto destacan el cierre de la cadena de televisón Al Jazeera, la clausura de la base militar turca en Qatar, romper las relaciones con Irán, o un drástico giro en la política exterior que pondría al emirato bajo la tutela efectiva de Arabia Saudí.
Luciano Zaccara, profesor asistente del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, señala que "Arabia Saudí siempre ha tenido una agenda de política exterior muy activa. Lo que ha pasado es que su agenda ha coincidido con políticas exteriores de otros países en la región". Los saudíes "siempre han exportado por su ideología", recalca.
Lo que se produce en la península es una disputa por la hegemonía regional, en donde "Qatar es el que mejor ha jugado las cartas. Ha querido abarcar más de lo que quería y esto ha pesado a los saudíes." En consecuencia, Arabía Saudí ha visto tambalear su dominio en Oriente Próximo ante el crecimiento de Qatar en los últimos años, el cual ha adoptado políticas exteriores divergentes y conflictivas con los saudíes, llegando a apoyar al principal enemigo de Riad: Teherán.
Para Zaccara el terrorismo sólo representa una coartada para justificar la hostilidad de Arabia Saudí hacia Qatar y tratar de quitarse a un duro competidor de encima. "¿Qué tiene que ver Al Jazeera o el cierre de la base turca en la lucha contra el terrorismo?". Los saudíes, en consecuencia, están sufriendo un importante desgaste de su imagen pues han dejado entrever sus verdaderos intereses. "Primero dispararon y después empezaron a buscar la justificación", dice el experto.
La ambiguedad de Estados Unidos
"Si [Donald] Trump no hubiera ido a Riad y no hubiera hecho el papel tan lamentable que hizo en la cumbre, y después todos los tuits apuntando a Qatar, esto no habría pasado", sentencia Zaccara. El experto afirma que la escalada de la tensión del conflicto ha sido alimentada por el desajustado discurso del mandatario norteamericano, que ha acusado Qatar de terrorismo y ha dado coba a las acusaciones del cuarteto árabe.
El pasado 6 de junio Donald Trump volvía incendiar la red social Twitter con un mensaje publicado tras su visita a Riad. "Durante mi reciente viaje al Oriente Medio, declaré que ya no puede haber financiación de la ideología radical. Los líderes apuntaron a Qatar - ¡mira!".
Paradójicamente, Estados Unidos cuenta con una base militar en Qatar y con lazos comerciales importantes. Para Zaccara, la política exterior de Estados Unidos ha sido completamente ambigua. Por un lado Trump aviva el conflicto árabe y, por el otro, Rex Tillerson, secretario de Estado de EEUU, "ha ido a apagar el fuego porque su país también está sufriendo".
Sin vistas al fin del bloqueo
En los últimos días Rex Tillerson se ha encontrado en la región para buscar salidas a la crisis diplomática con Qatar. El martes visitó Doha para suscribir con su homólogo qatarí, Mohamed bin Abderrahman al Zani, un memorándum de entendimiento contra la financiación del terrorismo, lo que molestó al cuarteto árabe, a pesar de que los dos países firmantes aseguraron de que el pacto no está relacionado con la actual crisis.
Este miércoles, día después de su visita a Qatar, el representante americano ha viajado a Arabia Saudí, donde se reunió con el rey Salman bin Abdelaziz y los ministros de Exteriores de Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin, para tratar de desbloquear la crisis diplomática entre estos y Qatar.
Tillerson ha querido aprovechar el encuentro diplomático para quitar hierro al asunto y tratar de ir arando el terreno para levantar el bloqueo a Qatar, aunque no no ha trascendido ninguna información del encuentro al cierre de esta edición.
Igualmente, y pese a las pocas señales que auguran un entendimiento entre las partes en conflicto, Luciano Zaccara asegura que "Arabia Saudí tiene una guerra en Yemen que les está costando muchísimo, y no pueden irse a otra guerra, es una locura y nadie se lo va a permitir. No creo que estén tan locos".