El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está siendo sujeto de dos investigaciones por presunto "fraude, abuso de confianza y sobornos", de acuerdo con un documento judicial emitido por la policía.
Las sospechas contra el mandatario israelí, que niega cualquier tipo de acto ilícito, fueron reveladas por los medios de comunicación a raíz de una demanda judicial emitida por unos detectives judiciales. Estos investigaban los detalles de las negociaciones que su exjefe de personal, Ari Harow, mantuvo con la Policía para convertirse en testigo del estado.
Ari Harow ha trabajado como jefe de personal de Netanyahu durante dos años a partir de 2008, cuando el político aún estaba en la oposición. Regresó en 2014 para servir como jefe de gabinete del primer ministro, pero renunció un año más tarde en medio de acusaciones de corrupción, las cuales negó, según The Guardian.
Harow fue acusado de haber utilizado sus lazos con Netanyahu para promover sus intereses privados. La policía ha recomendado que sea procesado por soborno y violación de confianza, pero la fiscalía aún no ha presentado cargos formales en su contra.
Mientras que el alcance de las investigaciones en los llamados casos 1000 y 2000 -el primero sobre presuntos donaciones ilegales y el segundo sobre intentos de influir en la cobertura de los medios - se sabe desde hace mucho tiempo, es la primera vez que Netanyahu ha sido designado públicamente como sospechoso, según el rotativo británico.
Ataques contra el Gobierno
La oficina de Netanyahu ha negado las acusaciones y ha señalado que los investigadores están intentando derribar su gobierno. "Rechazamos completamente las acusaciones infundadas contra el primer ministro. La campaña para cambiar el gobierno está en marcha, pero está destinada al fracaso, por una simple razón: no habrá nada porque no había nada", ha dicho en un comunicado.
La última acusación, relacionada con sobornos, se trata de una tercera investigación de corrupción (el caso 3000) que se ha centrado en las acusaciones de cohecho dentro del círculo íntimo del primer ministro, en relación con un acuerdo para comprar submarinos de Alemania.
Por si fuera poco, la mujer de Netanyahu, Sara, también ha sido entrevistada por la policía en un caso separado, el cual está relacionado con un presunto uso ilícito de fondos públicos en la residencia del primer ministro.
Orden de censura
Entre tanto, una jueza israelí ha impuesto este viernes una censura informativa sobre los dos casos de corrupción en los que podría estar implicado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, informó a los medios de comunicación una portavoz policial.
"La honorable jueza Einat Ron, presidenta de la Corte de Magistratura del Distrito Central, ha impuesto una orden de secreto en los casos denominados 1000 y 2000", ha dicho la portavoz Luba Samri, según EFE.
"La orden se aplica a todo detalle del proceso de negociaciones con Ari Harow (exjefe de oficina de Netanyahu) y su representante y el contenido de estas" y es válida hasta el próximo 17 de septiembre, ha añadido Samri.
Mientras tanto, el partido del Netanyahu, el Likud, está debatiendo si buscar un sustituto en el marco de las investigaciones judiciales. No obstante, si se muestra su inocencia, seguirán depositando su plena confianza en el actual primer ministro de Israel.