Cientos de miles huyen al sur de Gaza mientras Biden trata de contener a Netanyahu en el norte
EEUU ha anunciado la reapertura del paso de Rafah, que conecta Gaza con Egipto y que se ha convertido en la única vía de salida para los palestinos.
16 octubre, 2023 02:50Hace cinco días, Joe Biden anunció personalmente que iba a asegurarse de que Israel, su principal aliado en Oriente Próximo, tuviese "todo lo necesario para defenderse" y "responder" al salvaje ataque terrorista que Hamás acababa de lanzar desde la Franja de Gaza y en el que murieron unos 1.300 israelíes. Durante diez minutos, el presidente de Estados Unidos detalló la ayuda que estaba enviando al país que gobierna Benjamin Netanyahu: municiones, sistemas para reforzar la Cúpula de Hierro y un amplio despliegue militar que incluye el envío de portaviones y destructores.
Con este apoyo casi incondicional, el mandatario demócrata daba luz verde a que las tropas israelíes asediasen el pequeño territorio palestino. Apenas unas horas antes, Israel había anunciado el "cerco total" de la Franja, dejando a más de dos millones de gazatíes sin acceso a agua potable, alimentos o electricidad. "Hamás no defiende el derecho del pueblo palestino. Utilizan a civiles palestinos como escudos humanos", se limitó a decir el mandatario.
En los últimos días, sin embargo, después de que Israel diese un ultimátum a más de un millón de palestinos para que abandonasen en 24 horas la zona norte de Gaza -donde se presupone que va a lanzar una incursión terrestre- Biden ha suavizado su postura.
Primero fue el viernes, cuando anunció que estaba hablando con los gobiernos de Israel, Egipto y Jordania para "paliar los efectos de la evacuación ordenada". Y este domingo Biden fue más allá y advirtió a Israel de que volver a ocupar la Franja de Gaza sería un "gran error". "En mi opinión, Hamás y los elementos extremos de Hamás no representan a todo el pueblo palestino", aseveró el presidente estadounidense.
[El avispero de Oriente Próximo: la guerra puede escalar mientras Irán ya tiene listo "el gatillo"]
Este domingo, en parte empujado por las críticas procedentes de organismos como Naciones Unidas y en parte instigado por las manifestaciones que se han producido en diversos puntos de EEUU, Biden ha levantado el teléfono y ha llamado a Netanyahu para pedirle que, al menos, desbloquee los suministros de agua. El líder israelí ha accedido.
Previamente, la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, había alertado que el agua se había convertido "en una cuestión de vida o muerte". Sobre todo después del desplazamiento masivo de los ciudadanos del norte al sur, donde se sitúa su única posible vía de salida: el paso de Rafah, que conecta con la península del Sinaí, en Egipto.
El cruce, sin embargo, lleva cerrado toda la semana. Y es que las autoridades egipcias, que han denunciado bombardeos en la zona fronteriza, temen una entrada masiva de refugiados palestinos a su país tras el inicio de la incursión terrestre israelí. Su mayor preocupación es que cientos de miles de palestinos se asienten permanente en el norte del Sinaí. Eso, para el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, sería "permitir la liquidación de la cuestión palestina a expensas de otras partes".
Por este motivo, Egipto lleva siete días condicionando la reapertura del canal a que se garantice que la ayuda humanitaria llega a Gaza y, sobre todo, que no se pone en riesgo la seguridad nacional de Egipto. Sobre ello han discutido este domingo el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y al-Sisi en El Cairo. Al parecer, según ha anunciado el funcionario estadounidense, se ha acordado la reapertura del paso de Rafah, aunque no se ha especificado ni cuándo ni en qué condiciones. Como medida de precaución, Egipto ha trasladado tropas a la frontera de Gaza este domingo.
Durante su gira por hasta seis países árabes, Blinken también ha aprovechado para pedir a los israelíes que utilicen todas las precauciones posibles "para evitar daños a los civiles". Asímismo, el jefe de la diplomacia estadounidense ha reconocido que "muchas familias palestinas en Gaza está sufriendo sin que sea culpa suya". Desde el inicio del ataque de Israel contra este territorio palestino, el de mayor envergadura en 75 años, cerca de 2.600 palestinos han muerto y 9.000 han resultado heridos, según los últimos datos del Ministerio de Salud gazatí.