Más de 1.500 personas asesinadas y 212 personas secuestrada por Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica). Este es el balance de la incursión yihadista en Israel del pasado 7 de octubre. Entre los rehenes, el español Iván Illarramendi, de 46 años, que se había instalado en un kibutz a solo dos kilómetros de la Franja de Gaza junto a su mujer Dafna Garcovich, de 47 años, y nacionalidad chilena.
Desde ese día, nada se sabe de Iván y de Dafna. Tampoco del resto de los secuestrados, salvo las dos ciudadanas estadounidenses (Judith y Nathalie Raanan) que han sido liberadas. Según el líder del brazo político de la Yihad Islámica, Mohamed al Hindi, la mayoría de los israelíes secuestrados durante la incursión de Hamás son militares. Pero no ha dicho nada sobre el resto de secuestrados que no son israelíes.
Más de 200 personas son un grupo numeroso. Y la pregunta que surge, aparte de cuál puede ser su paradero, es quién los está manteniendo cautivos. En un principio, y por lógica, Hamás. Pero dentro de la organización terrorista, hay un grupo que se encarga de los secuestrados: la Shadow Unit.
¿Cuál es el origen de Shadow Unit?
El origen de Shadow Unit se remonta a 2016. Fue entonces cuando Hamás reveló la existencia dentro de su seno de una unidad especializada en retener rehenes y comandada por el líder del ala militar de Hamás, Muhammed Deif. Su primera acción fue mantener oculto durante cinco años al soldado israelí Guilad Schlait que fue liberado tras ser intercambiado por 1.000 prisioneros palestinos.
Lo poco que se sabe de Shadow Unit a lo largo de su historia es lo que Hamás ha querido comunicar. Y nunca ha dicho ni cuántos componentes integran la sección, ni quién es su dirigente concreto.
La razón que llevó a Hamás a crear la Shadow Unit fue la de encontrar una forma de negociar la liberación de los prisioneros palestinos detenidos por Israel. Según Joe Truzman, colaborador del Long War Journal de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), en declaraciones a Fox News Digital, estos prisioneros son “venerados” por el grupo terrorista.
Dicho de otra manera, al contar con una unidad especialmente entrenada para supervisar la operación con rehenes, Hamás puede participar y negociar con más éxito en la liberación de los prisioneros palestinos.
¿Cómo funcionan?
La unidad se centra únicamente en mantener retenidos a los rehenes. Es decir, que no participa en las operaciones de combate o en los propios secuestros. De sus componentes sólo se sabe que, en algunas de sus escasísimas apariciones públicas, lo hacen todos vestidos de negro y con la cara cubierta.
Así sucedió el pasado año, cuando su presumible jefe apareció en una plaza pública de Gaza junto el líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar.
En 2016, recordemos año de su fundación, en un vídeo en el que mostraban al soldado israelí Schalit antes citado, hicieron hincapié en dos aspectos: uno, en “tratar a los prisioneros enemigos con dignidad y respeto de acuerdo con las disposiciones del Islam”; y, dos, se enorgullecían de haber humillado al Mossad, la agencia de inteligencia de Israel.
La participación de Shadow Unit en la supervisión de los dos centenares de rehenes “simplemente complica mucho las cosas”, remarca Joe Truzman. Lógicamente, se refiere a los esfuerzos del gobierno israelí para asegurar su liberación.
Porque hasta la fecha, y de ello se muestran orgullosos, ninguno de los rehenes que han mantenido en cautividad han sido rescatados por comandos judíos. ¿Dónde los esconden? En cárceles subterráneas y en pisos de seguridad repartidos por Gaza.
Según relata el propio Truzman, y citando a medios de comunicación en lengua árabe, la unidad ha perdido por ataques aéreos de Israel a cinco de sus miembros: Sami al-Hamayda, Abdullah Labad, Khaled Abu Bakra, Muhammad Rashid Daoud y Abdul Rahman Mubasher. Todos ellos fueron considerados mártires.
¿Cuál es su actual reto?
En sus pocos años de historia, Shadow Unit nunca ha tenido un reto como el que tiene en la actualidad: retener al mismo tiempo a 203 personas. Hasta ahora, su ‘récord’ estaba en media docena de prisioneros.
Algunos expertos consideran que, al igual que el ataque del sábado 7 de octubre se fraguó tras meses de preparación, la Shadow Unit ha tenido tiempo suficiente para adaptarse a esta nueva situación.
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Sin embargo, Truzman señala que es probable que no pueda atender a tantos prisioneros a la vez: “No estoy muy seguro de si Hamás sabía o entendía completamente cuántos rehenes podían secuestrar. Creo que, probablemente, no esperaban tantos”.
Además, apunta a los problemas de salud que sufrieron los secuestrados cuando fueron liberados, como ocurrió con el caso citado del soldado israelí Guilad Schlait. “Si tuvieron problemas para cuidar a un hombre, no estoy seguro de que tengan la capacidad para cuidar a todos los rehenes”, apunta Truzman.
Con Gaza bombardea y aislada, algunos expertos creen que los rehenes son una de las causas de que la ofensiva israelí se haya retrasado. Las preguntas que surgen son: ¿Entrará el Ejército de Israel y liberará a los rehenes? ¿Se hará de otra manera? ¿Habrá negociaciones e intercambio de prisioneros? De momento, Hamás ha pedido liberar a 6.000 prisioneros palestinos a cambio de todos los rehenes.