Agencias

Las Fuerzas aéreas y de infantería del Ejército israelí han dado en la noche del viernes al sábado un paso más en sus operaciones. Tras horas de fuertes bombardeos en la zona norte de la Franja de Gaza y del corte de las comunicaciones electrónicas en todo el territorio, ya de madrugada miles de soldados israelíes accedieron al terreno gazatí a la altura de Beit Hanoun, donde se han enfrentado a las milicias de Hamás.

Esta nueva acción ofensiva de las Fuerzas de Defensa israelíes fue anunciada poco antes por su portavoz militar, Daniel Hagari. "Además de los ataques que hemos lanzado en los últimos días, las fuerzas terrestres van a desplegar sus operaciones esta misma noche", indicó Hagari durante una intervención televisada a nivel nacional.

En su alocución explicó que los bombardeos se han incrementado para atacar loos túneles de Gaza y la infraestructura del enemigo. "Además de los ataques que hemos llevado a cabo en los últimos días, vamos a desplegar a nuestras Fuerzas terrestres esta misma noche", ha dicho en declaraciones recogidas por Reuters. Incrementando la expectativa por el comienzo de la tan anunciada invasión de Gaza.

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Las tropas de Israel siguen acumulándose a las afueras de la Franja, donde Israel ha desplegado una intensa campaña de bombardeos aéreos desde el mortífero ataque lanzado por Hamás el 7 de octubre.

Este mismo viernes los palestinos han visto cortado su servicio de telefonía e Internet, facilitado por la empresa Jawwal, por los intensos bombardeos.

La Media Luna Roja Palestina (organización humanitaria que forma parte de la Cruz Roja) ha emitido un comunicado en el que informa de que ha perdido por completo el contacto con su sala de operaciones en Gaza y con todos los equipos que tiene operando sobre el terreno. En la misma línea se han pronunciado otras ONG durante las últimas horas del viernes.

Mientras Israel comenzaba su nuevo ataque, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobaba por amplia mayoría una resolución no vinculante que instaba a una tregua inmediata y a la liberación de los rehenes civiles del conflicto. Además, pese a los intentos de Canadá vía enmienda, el texto aprobado por un centenar de países -entre ellos, España- no menciona a Hamás ni el ataque terrorista del 7 de octubre. 

El Ejército israelí pidió el pasado 12 de octubre que casi la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza debían trasladarse al sur en un plazo de 24 horas. La orden pretendía alejar a los civiles de los "objetivos terroristas de Hamás", una organización que concentra sus fuerzas en el norte del enclave.

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Tras llevar a cabo la evacuación de los habitantes del norte de la Franja, el portavoz militar, Jonathan Conricus, afirmó entonces: "Estamos preparando la zona para una importante actividad militar en la ciudad de Gaza. Esa es la siguiente etapa. Por eso pedimos a los civiles que se desplacen hasta el sur".

En medio de este panorama el presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, realizó el miércoles unas declaraciones pensando en lo que ocurrirá cuando termine esta guerra. Y en este sentido señaló que el futuro debe pasar por la solución de dos Estados: el israelí y el palestino en convivencia pacífica.

En esa misma rueda de prensa el presidente estadounidense señaló que, una de las razones por las que el grupo islamista Hamás atacó el sur de Israel y mató a 1.400 personas además de capturar a más de 200 rehenes de diferentes nacionalidades, fue para impedir la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudí.