Israel ultima la ocupación de Gaza City y piensa ya en trasladar su operación militar al sur de la Franja
Apenas hay noticias de Hamás ni de sus milicias. Puede que se esté guardando algún as bajo la manga.
18 noviembre, 2023 02:48"Estamos en proceso de desmantelar el despliegue militar en el norte de la Franja de Gaza". Con estas palabras anunció el teniente general Herzi Halevi, jefe de las IDF israelíes, el cambio inminente en la estrategia de su ejército en la guerra contra Hamás. Si bien Halevi dejó claro que aún quedaban objetivos por alcanzar en la zona norte, lo cierto es que los esfuerzos van a centrarse cada vez más en el sur. De hecho, el pasado miércoles se lanzaron octavillas sobre la ciudad de Jan Yunís solicitando a los civiles que huyan de la localidad cuanto antes... sin especificar a dónde.
Jan Yunís es el gran centro urbano del sur de Gaza y, como todo centro urbano, está asociado a los centros de mando de Hamás. Hablamos de una población de casi 300.000 habitantes que sin duda se habrá visto incrementada en las últimas semanas debido a la afluencia de refugiados de la zona norte. Desde la primera semana de ocupación israelí de la Franja, esta ha quedado dividida en dos a la altura de la N10, con una zona de seguridad que abarca aproximadamente dos kilómetros. Eso hace que, en realidad, ahora haya dos Gazas y que las IDF puedan ocuparse de ellas por separado en vez de tener que enfrentar múltiples amenazas.
En el sur, aparte de Jan Yunís, se pueden encontrar varios campos de entrenamiento de Hamás. Eso supone un reto para las fuerzas israelíes, que sospechan que buena parte de los terroristas que defendían Gaza City se han marchado vestidos de civiles o han huido por la red de túneles hacia posiciones meridionales. Israel necesita "limpiar" estos campos para evitar que puedan volver a ser utilizados y de paso incautarse de todas las armas que haya almacenadas. Tampoco se pierde la esperanza de encontrar ahí a algunos de los rehenes.
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El gran problema, de nuevo, va a tener que ver con la población civil. Israel insistió en que los gazatíes evacuaran el norte y se calcula que cientos de miles han escapado al sur, sea en busca de mayor seguridad, sea porque sus casas han quedado destruidas en los bombardeos de las últimas seis semanas. ¿Qué tiene pensado Israel para esos civiles a los que pidió desplazarse al sur y ahora pedirá que se vuelvan a desplazar al norte, donde solo quedan escombros? ¿Habilitará sus propias zonas de seguridad en forma de campos de refugiados? No parece que nada de eso esté planeado.
Lo que queda en el norte
Por otro lado, como decía Halevi, la operación en el norte no está terminada ni mucho menos. Sorprende la contundencia con la que el jefe de las IDF ha anunciado el cambio de página. Sigue habiendo núcleos de resistencia de Hamás en Beit Hanún, al noreste de la Franja y, desde luego, los hay en Gaza City. Aunque es cierto que Israel se ha encontrado con muchos menos problemas de los previstos a la hora de entrar en la ciudad y establecerse en hospitales, escuelas e incluso el ayuntamiento, aún hay muchos barrios por conquistar.
Es muy complicado geolocalizar exactamente los avances de Israel en la zona salvo por vídeos aislados en los que se puede captar alguna referencia. En las últimas actualizaciones, los expertos colocaban a las IDF a unos cuatro kilómetros de la frontera con Israel. Eso es bastante territorio aún por controlar. Da la sensación de que en realidad lo que ha pasado es que Israel no ha encontrado lo que andaba buscando en el norte de Gaza y de ahí la decisión de ir a buscarlo cuanto antes a otra parte.
Tal vez, Israel esperaba una resistencia numantina que hiciera más lenta la guerra, pero más provechosa la victoria. No está siendo así salvo por determinadas excepciones. Apenas hay noticias de Hamás ni de sus milicias. En cuanto a los civiles, ni rastro de actividad partisana o de revueltas populares. Puede que todo se deba a la aplastante superioridad militar israelí, pero también puede que Hamás se esté guardando algún as bajo la manga.
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Dos rehenes asesinados
El propio primer ministro Benjamin Netanyahu reconocía el pasado jueves en una entrevista a la cadena CBS una cierta decepción ante lo encontrado en el hospital Al Shifa. Israel estaba convencido de que capturaría a numerosos terroristas, se haría con copiosos arsenales de armas y, con suerte, obtendría pistas clave para la liberación de los rehenes. "Hay señales de que han estado en el hospital", dijo Netanyahu en referencia a los secuestrados el 7 de octubre en territorio israelí.
La recuperación de dos cadáveres en las inmediaciones del hospital, pertenecientes a dos de las rehenes, hace pensar que el primer ministro lleva razón. Sin embargo, lo que se va descubriendo es aún muy poco. Las IDF insisten en mostrar túneles, refugios y armas, pero bien es pronto aún para desenmarañar el laberinto que hay montado bajo el Al Shifa, bien, como decía Netanyahu, los terroristas han huido en cuanto se han visto rodeados llevándose armas y rehenes consigo... o bien, sin negar la presencia de miembros de Hamás en el hospital, que parece más que demostrada, el Al Shifa no escondía ese centro de mando vital que justificaría el ataque brutal al que ha sido sometido. Las tres opciones permanecen aún abiertas.
La Franja de Gaza es un territorio muy pequeño, de un tamaño aproximadamente cinco veces menor que la provincia de Guipúzcoa. No es fácil esconderse en un terreno en su mayor parte desértico. Menos aún con el paso de Rafah cerrado y la huida a Egipto imposibilitada. Hamás soñaba con un doble frente coordinado con Hezbolá, pero Hezbolá ha preferido guardar la ropa. La rendición será cuestión de tiempo, pero parece inevitable.