El pasado viernes se produjo la tan ansiada liberación de parte de los rehenes israelíes tomados por Hamás, a cambio de la excarcelación de presos palestinos por parte de Israel. En total, la organización terrorista puso en libertad a trece israelíes, diez ciudadanos tailandeses y un filipino.
"Cada uno de ellos es un mundo", dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu, y bien es cierto que cada una de las personas que -después de 49 días en paradero desconocido- vuelve a estar con sus familias, fuarda tras de sí una historia única.
"Me dijo (por videollamada) que no llorara, que le dijera a mamá que volvería", asegura Roongarun, hermana de Vetoon Phoome, un trabajador agrícola tailandés de 33 años que lleva viviendo en Israel desde hace cinco años. "Dijo: No estoy muerto, no estoy muerto", dijo Roongarun, calificando su supervivencia como un "milagro". Por el momento, continúan secuestrados otros 20 ciudadanos de Tailandia -según informó su propio Gobierno-.
Las imágenes de niños pequeños y mujeres mayores abrazando a sus seres queridos han dado un poco de luz a esta guerra que ya se prolonga 50 días. Entre las historias que más llama la atención es la del pequeño Ohad Munder-Zichri, que cumplió 9 años mientras permanecía bajo el control de los terroristas.
Ohad fue secuestrado junto con su madre Keren y su abuela Ruti en el Kibutz Nir Oz mientras visitaban a su familia por el Shabat. Ohad es conocido por su amor por los cubos de Rubik, llegando a protagonizar una exhibición de arte realizada por fans de dicho juego. "Estoy esperando ver a Ohad. No puedo esperar para darle su cubo de Rubik, que sé que le encantaba y que probablemente lo extrañaba mucho", dijo su prima Roni Haviv, de 27 años.
Un miembro anónimo de la familia de Ohan cuenta que durante su retención por Hamás, tuvieron acceso a las noticias, pudiendo estar al tanto de todo lo que iba aconteciendo y el trascurso de la guerra. "Tenían una televisión y una radio de transistores. Escuchábamos las noticias de Israel", asegura.
Otra de las víctimas es Emilia Aloni, de 5 años, apresada junto a su madre Danielle, de 44 años. Ambas fueron secuestradas en el Kibbutz Nir Oz junto a la hermana de Danielle, su cuñado y sus dos hijas gemelas de tres años -quienes aún permanecen como rehenes-.
"¿Me extrañaste? ¿Pensaste en papá?", preguntó Yoni Asher -figura destacada de la organización que representa a las familias de los rehenes, que descubrió el rapto de su familia por redes sociales- a sus hijas Raz y Aviv -de 4 y 2 años respectivamente- tras ser liberadas junto con su madre el pasado viernes. La mayor de las niñas, tal y como puede verse en un vídeo, le cuenta a su padre que había soñado con volver a casa, a lo que éste le responde "tu sueño se ha hecho realidad. Pronto nos iremos a casa. Sólo estamos aquí para que los médicos te revisen y luego nos vamos a casa".
También pudo volver a casa Yaffar Adar, de 85 años, que se convirtió en uno de los símbolos de la catástrofe del 7 de octubre, tras aparecer en un vídeo con los terroristas de Hamás en un carrito de golf; Emilia Aloni, de 5 años, secuestrada junto con su madre Danielle.
Una vez completa la liberación de los rehenes de Hamás, Israel liberó a 39 prisioneros palestinos (24 mujeres y 15 menores de 18 años) en la ciudad de Beitunia, en Cisjordania. Allí una multitud de personas, con ambiente de celebración, esperaba para recibirles.
En Jerusalén Este los festejos se vieron eclipsados con disturbios, después de que las autoridades israelíes intentaran dispersar a la multitud con gases lacrimógenos.