Agencias

A pesar del éxito del primer día del alto el fuego, que permitió la liberación de 13 israelíes, 10 tailandeses y un filipino por parte de Hamás y 39 presos palestinos por parte de Israel, las Brigadas al Qasam -brazo armado de la organización palestina- amenazó con pausar los intercambios hasta que "la ocupación (Israel) cumpla los términos del acuerdo relacionado con la entrada de camiones de ayuda al norte de la Franja de Gaza, y debido al incumplimiento del acuerdo sobre normas para la liberación de prisioneros". Una acusación que el Estado judío negó.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que las fuerzas israelíes no abandonarán la Franja de Gaza hasta que todos los rehenes sean devueltos a Israel y que cualquier negociación futura con el grupo islamista Hamás se llevará a cabo "en medio de los combates". "Si quieren seguir discutiendo el próximo acuerdo, será mientras caen las bombas y las fuerzas están luchando, esa es la base", afirmó Gallant.

La diplomacia internacional también estuvo en jaque. Hamás se pronunció agradeciendo la "postura clara y audaz" de Pedro Sánchez al "condenar las matanzas indiscriminadas del Estado ocupante contra civiles en la Franja" y al defender "el reconocimiento de un estado palestino". Al igual que el primer ministro belga, Alexander De Croo, también crítico con la matanza de civiles en Gaza.

Hamás acompaña a una de las rehenes liberadas hacia los miembros de Cruz Roja. Reuters

Gracias a la mediación de Catar, Egipto y EEUU, Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo para el canje de un total de 50 rehenes por 150 prisioneros durante cuatro días de tregua en la Franja de Gaza, que comenzó el viernes y que casi se ve interrumpido un día después.

Al igual que sucedió el primer día de intercambios, los 17 rehenes liberados este sábado -13 israelíes y 4 tailandeses- se entregaron a la Cruz Roja, que los sacó de la Franja por el cruce de Rafah a Egipto, donde quedaron en custodia de los servicios de seguridad israelíes para ser llevados a Israel y ser sometidos a los primeros chequeos médicos.

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Más tarde, 39 presos palestinos -33 niños de ellos niños, según Reuters-, fueron liberados de sus respectivas cárceles -la de Megido en el caso de los adolescentes varones y la de Damon en Haifa en el caso de las mujeres- a la prisión de Ofer, cercana a Jerusalén, para ser puestos en libertad y transferidos por la Cruz Roja al pueblo ceracno de Beitunia, en Cisjordania ocupada, la misma operación que se llevó a cabo el día anterior.

Amenaza de Hamás

"Retrasamos la liberación del segundo grupo de prisioneros hasta que la ocupación (Israel) cumpla los términos del acuerdo relacionado con la entrada de camiones de ayuda al norte de la Franja de Gaza, y debido al incumplimiento del acuerdo sobre normas para la liberación de prisioneros", informaron en un comunicado las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás. Fuentes israelíes negaron a EFE haber violado los términos del pacto.

Israa Jaabis, una de las prisioneras palestinas liberadas, abraza a una familiar en Jerusalén. Reuters

Taher al Nono, asesor de Ismail Haniyeh, jefe del buró político de Hamás, acusó horas antes del anuncio de las brigadas a Israel de violar los términos del acuerdo para el intercambio de 50 rehenes israelíes por 150 presos palestinos, cuatro días de tregua y la entrada de 200 camiones diarios de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.

"La ocupación ha llevado a cabo operaciones de tiro contra muchos ciudadanos durante la tregua, lo que provocó el martirio de dos ciudadanos ayer", aseveró Nono, en lo que consideró una ruptura del alto el fuego. Un dato confirmado por la ONU.

Egipto confirmó que unos 50 camiones con ayuda humanitaria con destino al norte de la Franja entraron por el cruce de Rafah; mientras que la Media Luna Roja dijo que fueron 61. Según Hamás, el acuerdo contemplaba la entrada de al menos 200 camiones diarios.

Finalmente, "los obstáculos fueron superados a través de las comunicaciones cataríes-egipcias con ambos lados" y los intercambios continuarion, informó Catar.

Protestas en Tel Aviv

Miles de israelíes, unos 100.000 según los organizadores, se congregaron en Tel Aviv para conmemorar los 50 días del ataque de Hamás contra Israel, para pedirle al Gobierno que los libere a todos y recordar que seguirán luchando hasta que el último de ellos vuelva a casa.

"Estamos hoy aquí para gritar y decir que seguimos esperando que vuelvan y que esperamos que el Gobierno y el Ejército hagan algo para traerlos a casa de nuevo", dijo a EFE Kerem Ben Ami, cuñada de Ohad, secuestrado junto a su mujer, Raz, el 7 de octubre cuando se encontraban en el kibutz de Be'eri.

La diplomacia, en peligro

Hamás agradeció ayer la "postura clara y audaz" del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander De Croo, quienes criticaron -el mismo día del inicio del alto el fuego- el elevado número de víctimas civiles gazatíes en la guerra entre Israel y el grupo islamista en la Franja de Gaza.

"Apreciamos la postura clara y audaz del primer ministro belga, Alexander De Croo, que afirmó su rechazo a la destrucción de Gaza y al asesinato de civiles; y del español Pedro Sánchez, que condenó las matanzas indiscriminadas del Estado ocupante contra civiles en la Franja, y apuntó la posibilidad de que su país reconozca unilateralmente el Estado palestino, si la Unión Europea no da este paso", afirmó Hamás en un comunicado.

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