Una Gaza verde, moderna y sin palestinos: el plan de la ultraderecha israelí para colonizar la Franja
Un evento auspiciado por organizaciones de colonos judíos presentó un plan para el reasentamiento en la Franja una vez que concluya el conflicto.
31 enero, 2024 02:29Una Ciudad de Gaza verde, moderna, impulsada por la alta tecnología, habitada por judíos, abierta a los extranjeros, pero, sobre todo, libre de palestinos. Esta es la visión que tiene el rabino Eitan Cahn para el futuro de esta urbe que ahora se encuentra en ruinas tras la intensa ofensiva israelí en la Franja después del ataque terrorista perpetrado por Hamás en Israel el pasado 7 de octubre. Esta futura ciudad se llamaría ‘Nueva Gaza’.
En una convención celebrada el domingo en Jerusalén, el Consejo Regional de Samaria, el Movimiento Nachala Israel y otros grupos consiguieron congregar a cientos de personas, mayoritariamente colonos israelíes, en un estridente evento con ambiente festivo que tuvo lugar en un auditorio de la Ciudad Santa. Bajo el título de ‘La colonización aporta seguridad: retorno a la Franja de Gaza y al norte de Samaria’, la cita contó con la participación de destacadas figuras de la política israelí, que entre bailes y cánticos, expresaron consignas nacionalistas.
Casi un tercio de los ministros del Gobierno israelí estuvieron presentes, incluyendo políticos destacados como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, o el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir. También asistieron legisladores del partido Likud de Benjamin Netanyahu, otros representantes ultraderechistas de la Kneset, líderes religiosos y familiares de soldados desplegados en Gaza en la actualidad.
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El propósito de la reunión no era otro que proporcionar un plan para restablecer los asentamientos judíos en Gaza y en la parte norte de la Cisjordania —un territorio que los colonos denominan Samaria— ocupada una vez concluya el conflicto, promoviendo “la migración voluntaria” de palestinos. Según el diario Israel Hayom, durante la conferencia se proporcionó detalles sobre asentamientos judíos, mapas y las fases de preparación.
El programa presentado en el evento detalló la creación de varios asentamientos en la Franja de Gaza: Yishai se construiría en las afueras de la devastada ciudad de Beit Hanoun; Maoz, en la costa sur de Gaza; las Puertas de Gaza estarían en la destruida ciudad de Jan Yunis; y también habría una zona dedicada a asentamientos haredíes llamada Hessed La’alafim al sur de Rafah.
Al mismo tiempo, durante la reunión, se instó repetidamente al primer ministro Benjamin Netanyahu a reconocer que la auténtica victoria en el conflicto solo se alcanzará mediante el reasentamiento judío en la Franja. Israel, por el momento, aún no tiene un plan oficial para Gaza tras el conflicto.
"Si no queremos otro 7 de octubre, tenemos que volver a casa y controlar [Gaza]. Tenemos que encontrar una forma legal de emigrar voluntariamente [los palestinos] e imponer penas de muerte a los terroristas", dijo Ben-Gvir, el actual ministro de Seguridad Nacional, durante su intervención en la conferencia.
Otro ministro del Likud, Haim Katz, vio la contienda como una ocasión histórica. “Hoy, después de 18 años, tenemos la oportunidad de reconstruir y expandir la tierra de Israel. Esta es nuestra oportunidad final”, apuntó el responsable de la cartera de Turismo.
Una vieja aspiración
La idea de reasentar Gaza no es ni mucho menos nueva. Este objetivo proviene de décadas de frustración por la decisión adoptada en 2004 por el entonces primer ministro Ariel Sharon de desmantelar 21 asentamientos israelíes en Gaza, conocidos como Gush Katif, y expulsar a sus 8.000 residentes judíos, un proceso que concluyó en 2005. Entonces, Israel decidió abandonar unilateralmente la Franja y regresar a las fronteras previas a 1967.
Tras los intensos ataques israelíes en la Franja durante los últimos meses, muchos gazatíes se enfrentan al temor de que esta ofensiva, que ya ha desplazado a más del 80% de la población local y la ha empujado hacia el sur, especialmente a Rafah, tenga por objetivo hacer la región inhabitable y forzar a la gente a huir a Egipto.
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Según informó la BBC este martes tras analizar varias imágenes satelitales de la Franja, se estima que entre 144.000 y 175.000 edificios de la Franja han quedado destruidos o dañados, lo que representa entre el 50 y el 61% de todos los inmuebles del enclave.
La Autoridad Palestina ha condenado la conferencia, afirmando que refleja las inclinaciones de la derecha israelí para desestabilizar la región. "La reunión colonial de Jerusalén supone un desafío flagrante a la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acompañada de una incitación pública a desplazar por la fuerza a los palestinos", declaró en un comunicado el Ministerio palestino de Asuntos Exteriores, en referencia a un veredicto del tribunal de la ONU de la semana pasada en la que pedía a Israel adoptar todas las medidas necesarias para evitar un genocidio en Gaza.
Una amenaza plausible
Netanyahu se halla ahora en una encrucijada entre sus aliados de extrema derecha y la presión de Estados Unidos para evitar una presencia israelí prolongada en el enclave. El destino de Gaza ya ha generado numerosas tensiones entre Israel y la Casa Blanca, ya que la administración Biden insta a concluir la confrontación con Hamás y respaldar una solución de dos Estados, la misma resolución que propone la Unión Europea.
Aunque Netanyahu no participó en la conferencia, al ser consultado al respecto en una rueda de prensa el sábado, resaltó que los legisladores y ministros tienen libertad para expresar sus opiniones. No obstante, subrayó que, en el momento actual, la recolonización de la Franja no es algo que esté sobre la mesa.
De momento, el primer ministro y otros altos funcionarios israelíes se han mantenido firme en su postura, recalcando en numerosas ocasiones que no tienen ninguna intención de volver a ocupar Gaza, más allá de mantener una presencia de seguridad indefinida. La mayoría de los israelíes también parecen rechazar este plan. En una encuesta reciente realizada por la Universidad Hebrea, tan solo el 35% de los encuestados apoyaría una anexión y el reasentamiento en el enclave, aunque, sin duda, representa una parte significativa de la población israelí.
Sin embargo, expertos como Dror Etkes, investigador de Kerem Navot, una organización de la sociedad civil que monitorea los asentamientos en Cisjordania, advierten que las ambiciones de estas organizaciones de extrema derecha deben tomarse "muy en serio", dada su trayectoria en Cisjordania y su significativa representación en el gobierno, según explicó a The Wall Street Journal.
Nachala, por ejemplo, ha fundado seis grupos de asentamientos en Cisjordania que albergan 400 familias. Daniela Weiss, directora de la organización y activa participante en el asentamiento y la planificación de avanzadas ilegales en Cisjordania, defendió en una entrevista al medio Arutz Sheva que Israel debe dejar de lado las presiones externas y centrarse en regresar a la Franja de Gaza. “Ahora es el momento de volver a Gaza, Biden no debe impedírnoslo”, afirmó.