El Ejército israelí ha anunciado este lunes la muerte de Muhammad Salah, responsable de los proyectos en el Cuartel General de Fabricación de Armas de Hamás, en una operación en la Franja de Gaza, mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu ha admitido estar "preparado para un acuerdo parcial" con Hamás para lograr el retorno de parte de los rehenes.

"Salah era parte de un proyecto para desarrollar armas estratégicas para la organización terrorista Hamás y dirigía varios escuadrones que trabajaban en el desarrollo de armas", afirma el Ejército israelí en un comunicado.

Las operaciones militares siguen intensificándose en la Franja de Gaza, donde Israel esá cerca de controlar el oeste y norte de Rafah, prácticamente arrasada y donde la población sufre hambre severa y enfermedades que se creían ya erradicadas como la hepatitis. 

El Ejército israelí mata al terrorista de Hamás que se encargaba del desarrollo de fabricación de armas.

Un "acuerdo parcial" con Hamás

La muerte de este responsable de Hamás tiene lugar mientras el Gobierno israelí confirma que está "preparado" para llegar a un "acuerdo parcial" con el grupo terrorista para el rescate de los rehenes que aún están secuestrados. 

"Estamos obligados a continuar luchando tras una pausa para lograr nuestra meta de destruir a Hamás", ha afirmado Netanyahu este domingo por la noche en el programa Los patriotas, de la cadena del derechista Channel 14, en su primera entrevista en un medio hebreo desde el 7 de octubre.



Poco después de su emisión, la Oficina del Primer Ministro envió un comunicado clarificando que "es Hamás quien se opone al acuerdo, no Israel", ante las críticas surgidas hacia Netanyahu por sus declaraciones, en las que se reprochó al líder israelí su intención de sostener el conflicto en lugar de ceder para concretar la tregua.

"El primer ministro ha dejado claro que no abandonaremos Gaza hasta el retorno de los rehenes, vivos y muertos", zanjó el comunicado.



De los 251 secuestrados el 7 de octubre, quedan en el enclave 116 cautivos, al menos 40 de ellos muertos según Israel -más de 70 según Hamás-; mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos muertos.

Sobre el curso de la guerra, el primer ministro dijo en la entrevista que "el escenario de alta intensidad de la guerra va a terminar" y ocurrirá "muy pronto". Una vez concluya esta fase, Israel podrá enviar más fuerzas al norte, a la frontera con Líbano, para enfrentarse a Hezbolá.

"Lo vamos a hacer. En primer lugar y más importante por motivos defensivos y en segundo lugar para que los evacuados puedan volver a sus casas", ha señalado.

La respuesta de Hamás 

En respuesta, Hamás publicó un texto insistiendo en que cualquier acuerdo debe incluir "una afirmación clara de alto el fuego permanente y una retirada completa de la Franja de Gaza" como "necesidad inevitable para bloquear los intentos de Netanyahu de evadir, engañar y perpetuar la agresión".



La organización islamista aseguró que las declaraciones de Netanyahu "son una clara confirmación de su rechazo a la reciente resolución del Consejo de Seguridad y las propuestas del presidente Biden".



La resolución, aprobada el 10 de junio, apoyó la propuesta de tregua del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la que Israel y Hamás negocian estas últimas semanas bajo la mediación de EEUU, Egipto y Catar.

Este borrador de acuerdo estadounidense recoge en su primera fase una alto el fuego temporal durante el que se produciría un intercambio parcial de rehenes (mujeres, ancianos y heridos), a cambio de cientos de presos palestinos.



Sin embargo, Hamás e Israel siempre chocan en la misma línea roja: el alto el fuego definitivo, una condición indispensable para los islamistas y algo inaceptable para Netanyahu, cuyos objetivos de guerra pasan primero por la destrucción de sus capacidades militares y de gobierno.