El reformista Masud Pezeshkian, ganador de la segunda vuelta de las presidenciales de Irán.

El reformista Masud Pezeshkian, ganador de la segunda vuelta de las presidenciales de Irán. Reuters

Oriente Próximo

El reformista Pezeshkian se impone en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Irán

El cirujano, que promete un acercamiento a Occidente y revivir el pacto nuclear, ha sabido aunar el descontento popular con las políticas de Raisi.

6 julio, 2024 08:22

El reformista Masud Pezeshkian se ha impuesto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Irán y se convertirá en el próximo presidente del país, informó este sábado la Comisión Electoral iraní.

Pezeshkian, cirujano cardiaco de 69 años, logró un 53,6 % de los votos frente al ultraconservador Saeed Jalili con un 44,3 %, en unas elecciones que tuvieron una participación del 49,9 % con 30.573.931 de votos.

En sus primeras declaraciones tras ganar las presidenciales, Pezeshkian ofreció este sábado una "mano de amistad a todos", en un mensaje de conciliación nacional.

Los iraníes eligen presidente y sucesor de Raisí al reformista Masud Pezeshkian.

"Daremos la mano de amistad a todos. Todos son de este país. Debemos utilizar a todos por el progreso del país. Son nuestros hermanos", dijo el también exministro de Sanidad a la televisión estatal.

"Yo no tenia ni partido ni respaldo. Esta gente ha venido con amor y ayudó y yo les agradezco", añadió acerca de sus seguidores.

El político no hizo referencia a sus políticas internacionales en estas primeras declaraciones, después de prometer un acercamiento a Occidente y tratar de revivir el moribundo pacto nuclear de 2015 durante la campaña electoral.

Una campaña de menos a más

El exministro de Sanidad y parlamentario se convertirá en el noveno presidente en la historia de la República Islámica de Irán y sucederá al ultraconservador Ebrahim Raisi, fallecido en un accidente de helicóptero en mayo.

El presidente electo de Irán era un político poco conocido al comienzo de la campaña, pero ha ido ganando popularidad con un mensaje de moderación, acercamiento a Occidente y críticas al velo.

Ha logrado aunar el voto de descontento con las políticas de Raisi, bajo cuyo gobierno aumentó la represión social y política, al tiempo que su campaña ha alimentado el miedo a Jalili, un ultraconservador con reputación de "intransigente".

Pezeshkian se convertirá en el tercer presidente reformista del país, grupo político que busca cierta apertura del país, y en el primer moderado en presidir el país desde 2021 cuando ganó Raisi.

Llega a la presidencia del país en un momento de fuertes tensiones regionales por la guerra en Gaza, pero también dentro del país por políticas como la imposición del velo y la falta de libertades.

El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y en menor medida en política exterior y de seguridad en Irán, donde el líder supremo, Ali Jameneí, ejerce de jefe de Estado con bastos poderes.

En las elecciones también estaba en juego la participación de los 61 millones de iraníes llamados a las urnas y votó un 49,8 % del electorado, lo que supone una mejora respecto al 39,9 % de la primera vuelta.

Ese 39,9 % supuso el récord de abstención en la historia de la República Islámica de Irán, que siempre ha dado mucha importancia a la participación como prueba del apoyo popular y de su legitimidad.

Ese baja participación puso de manifiesto el descontento de una parte importante de la población con el sistema político establecido por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.