Manifestantes sostienen un ataúd simulado con una foto del jefe de Hamás Ismail Haniyeh, asesinado en Irán, durante una protesta contra su asesinato, en Beirut, Líbano.

Manifestantes sostienen un ataúd simulado con una foto del jefe de Hamás Ismail Haniyeh, asesinado en Irán, durante una protesta contra su asesinato, en Beirut, Líbano. Emilie Madi Reuters

Oriente Próximo

Irán iza la 'bandera de la venganza' y EEUU prepara refuerzos para la defensa de Netanyahu

El presidente de Estados Unidos se ha mostrado "muy preocupado" por la escalada de tensión en Oriente Próximo tras la muerte del líder de Hamás. 

3 agosto, 2024 03:02

Mientras Joe Biden daba la bienvenida a los estadounidenses liberados en el intercambio de prisioneros el jueves por la tarde, se mostró “muy preocupado” por la posibilidad de que la violencia en Oriente Próximo se intensifique tras el asesinato en Irán del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh.

Irán, Hezbolá y Hamás ya han advertido de que habrá represalias por la muerte del líder político de la organización palestina. El ayatolá Jamenei, líder supremo del país, indicó que es responsabilidad de Irán vengarse de la muerte de Haniyeh. Mientras, en Teherán ya han izado la 'bandera de la venganza', también conocida como la 'bandera roja'. 

El estado de "alerta" que vive Israel ha hecho que el mandatario estadounidense y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hayan conversado sobre los posibles refuerzos que Washington podría enviar a Tel Aviv para blindar aún más al país ante las amenazas de Irán, Hamás y Hezbolá.

El recuerdo del ataque masivo de Irán sobre Israel con más de 300 misiles y cientos de drones es reciente, y aunque la ofensiva de Teherán no produjo grandes daños ni pérdidas humanas, Tel Aviv se mantiene preparada. 

El mandatario norteamericano también lamentó que la muerte de Haniyeh “no ayuda” a las negociaciones de un alto el fuego, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos desde noviembre.

Pese a la creciente tensión de esta semana, Biden no pierde la fe en las negociaciones y cree que tanto Hamás como Israel deberían seguir "adelante" con las conversacionees por un "alto el fuego”.

Freno al alto el fuego

La muerte de Ismail Haniyeh, negociador principal de las conversaciones indirectas de alto al fuego, crea incertidumbre en el porvenir de una posible paz dentro de Israel. Haniyeh era considerado como un líder más moderado -dentro de lo que es Hamás- y más realista que Yehiya Sinwar, jefe militar de Hamás, del ala más extremista de la organización y cerebro del ataque del pasado 7 de octubre en Israel.

El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ha dicho que desde el ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre uno de los objetivos de la Casa Blanca ha sido evitar una guerra más grande, “mediante la diplomacia, la desescalada y la disuasión”. Su otro objetivo ha sido traer de vuelta a los rehenes, incluidos los estadounidenses, a través de un alto el fuego, aún no conseguido. 

Netanyahu ha destacado en varias ocasiones que el grupo terrorista ha exigido 29 cambios en las condiciones del alto el fuego y la liberación de rehenes. Hamás, sin embargo, bajo el liderazgo de Haniyeh, aseguraba que había cercanía a un acuerdo para la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego permanente, algo que Netanyahu ha rechazado. 

Israel mantiene exigencias desde el inicio: mantener y recuperar vivos el máximo número de rehenes posible; controlar el corredor Philadelphia; e impedir el paso de terroristas de Hamás, armas y municiones al norte de la Franja de Gaza.

El foco ha estado puesto sobre Hamás, pero también sobre Irán. Netanyahu ha dejado claro que Israel pelea contra “el mal de Irán”. La República Islámica iraní ya ha asegurado que se vengará del asesinato de Ismail Haniyeh, del que acusa a Israel, pese a que el Gobierno de Tel Aviv no ha admitido su autoría. 

Israel mató esta semana a un líder de Hezbolá, Fuad Shokr, responsable, según Tel Aviv, de la matanza de los niños en Majdal Shams. Era el contacto principal entre Irán y Hezbolá, y estuvo implicado en el asesinato de 241 soldados estadounidenses y 58 soldados en 1983, en Beirut. Además, era uno de los terroristas más buscados del mundo, y Estados Unidos había puesto una recompensa de 5 millones de dólares por su cabeza. 

Por esa razón, durante el funeral de Shokr, Nasrala señaló que Israel no sabrá “de dónde vendrá la represalia”, ni si será un acto aislado o un ataque coordinado con una generación de “comandantes bien entrenados”, garantizando que Israel “reirá poco y llorará mucho”. Según el líder de Hezbolá, la única forma de desescalar las tensiones será deteniendo la “agresión en Gaza”.

Nasrala anunció que se encuentran con Israel en “una batalla abierta en todos los frentes”, indicando que la guerra ha entrado en una nueva fase en la que la escalada “depende de las acciones del enemigo”.