El Ejército de Israel recuperó este sábado por la noche los cadáveres de seis rehenes en un túnel subterráneo en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. El hallazgo ha provocado que Benjamín Netanyahu eleve el tono contra Hamás, al que promete "ajustar cuentas"; al mismo tiempo, ha reavivado las crecientes diferencias dentro del Gobierno hebreo, entre el ala más extremista del gabinete y quienes le piden que deje de obstaculizar un acuerdo de tregua como el ministro de Defensa Yoav Galant.

"Quienes asesinan a secuestrados no quieren un acuerdo", ha declarado Netanyahu en un mensaje grabado pocas horas después de que se localizaran los cuerpos sin vida de los seis rehenes que Hamás amnteía cautivos desde el apsado 7 de octubre. "Nosotros, por nuestra parte, no cejamos. El Gobierno israelí está comprometido, y yo lo estoy personalmente, a seguir luchando por un acuerdo que devuelva a todos nuestros secuestrados y garantice nuestra seguridad y existencia", ha agregado.

El primer ministro israelí promete venganza y en el mismo comunicado ha asegurado que "los perseguiremos, los atraparemos y ajustaremos cuentas", en referencia a los líderes de Hamás.

Netanyahu dijo que hace tres meses, el 27 de mayo, Israel acordó un acuerdo de liberación de rehenes con el pleno respaldo de Estados Unidos, pero que Hamás se negó. Sin embargo, el grupo islamista acusa al primer ministro israelí de haber añadido recientemente nuevas demandas, como la permanencia de tropas israelíes en el corredor de Filadelfia y en el de Netzarim, franja artificial creada en la guerra que parte a Gaza de norte a sur.

Hamás, por su parte, ha culpado a Israel y a su principal socio y proveedor de armas, Estados Unidos, por la muerte de los seis rehenes que mantenía cautivos en la Franja de Gaza desde el ataque del 7 de octubre, asegurando que murieron por "bombardeos" israelíes.

Los fallecidos, todos tomados como rehenes el pasado 7 de octubre durante el ataque de Hamás, han sido identificados como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, el estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y Ori Danino.

El portavoz castrense, Daniel Hagari, ha señalado que los seis rehenes habrían sido asesinados por Hamás poco antes de que las fuerzas israelíes llegaran hasta ellos, según una investigación inicial. Sus cuerpos fueron localizados a alrededor de un kilómetro de donde el rehén beduino, Kaid Farhan al Qadi, fue hallado con vida la semana pasada, dijo Hagari.

Este sábado por la noche, sobre las once de la noche, el Ejército ya confirmó haber hallado "varios cadáveres durante los combates" en Gaza y aseguró que "los efectivos continúan operando en la zona y realizando un proceso de extracción e identificación".

Solo ahora se ha hecho público que los cuerpos encontrados pertenecen a cuatro hombres y dos mujeres, lo que reduce a 98 el número total de cautivos del 7 de octubre.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, pidió disculpas "en nombre del Estado de Israel" a las familias de los rehenes "por no poder traerlos a casa sanos y salvos", según un comunicado.

Herzog prometió seguir luchando "sin descanso" contra Hamás y recordó que existe un "pacto supremo" entre el Estado y sus ciudadanos que debería garantizar su seguridad.

Un estadounidense, entre los fallecidos

Entre los fallecidos, muchos veinteañeros, se encuentra el estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, de 24 años y nacido en California, cuya familia confirmó en un mensaje en Facebook su muerte. El presidente de EEUU, Joe Biden, envió sus condolencias en un comunicado.

Un manifestante lleva un cartel con la imagen del joven Hersh Goldberg-Polin, tomado como rehén por Hamás el 7 de octubre. Europa Press

El 7 de octubre, Hersh asistió al festival de música NOVA, donde fue raptado y herido, se vio obligado a realizar un torniquete y sufrió la amputación de una de sus manos, como se observa en videos del ataque.

Hace tan solo cuatro meses, en un video propagandístico publicado por Hamás el 24 de abril, Hersh fue visto en buen estado de salud, leyendo a cámara un mensaje dirigido al primer ministro Benjamín Netanyahu por no hacer suficiente para liberar a los rehenes.

Su familia es, además, una de las más activas en la lucha por el retorno de los cautivos. En noviembre, su madre Rachel fue uno de los 12 familiares que se reunieron con el Papa Francisco en el Vaticano, y los dos progenitores siempre han sido muy explícitos con la urgencia de alcanzar un acuerdo de tregua.

Tras conocerse este domingo la muerte de los seis cautivos, familiares de los rehenes culparon a Netanyahu de su trágico desenlace.

"Es el resultado directo de no firmar un acuerdo. Todos fueron asesinados en los últimos días, después de sobrevivir casi 11 meses de abuso, tortura y hambre en cautiverio de Hamás. El retraso en la firma del acuerdo ha provocado su muerte y la de muchos otros rehenes", alegó en un comunicado el Foro de Familias los Rehenes.

"En los últimos meses, 8 rehenes fueron rescatados con vida mediante operaciones militares, en comparación con 105 rehenes liberados en un acuerdo (de tregua) en noviembre", recordaron, pidiendo a Netanyahu que compadezca públicamente.

Fisuras en el Gobierno israelí

El terrible hallazgo ensancha las fisuras entre Netanyahu y quienes le piden, incluso dentro de su Gobierno, que deje de obstaculizar un acuerdo de tregua.

En un gesto inaudito, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidió este domingo al gabinete revocar la votación del jueves de mantener tropas en la línea divisoria de Gaza con Egipto -el denominado corredor de Filadelfia- a fin de alcanzar cuanto antes un acuerdo de tregua.

El jueves por la noche, ocho ministros de Netanyahu votaron a favor de mantener una presencia continuada de tropas en el corredor de Filadelfia incluso en caso de un acuerdo de tregua, con un único voto en contra de Gallant y la abstención del radical ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que ha expresado abiertamente sus deseos de reocoupar el enclave palestino.

Según testimonios filtrados de la reunión, citados por medios localesel ministro de Defensa, Yoav Gallant, ya perdió el jueves los papeles con Netanyahu, a quien acusó de estar condenando a muerte a los rehenes.

El primer ministro argumentó que Hamás pudo perpetrar el ataque del 7 de octubre porque Israel no controlaba la divisoria, y dijo que esta decisión haría un acuerdo de tregua más plausible ya que Hamás tendría que ceder ante esta demanda.

La guerra estalló el pasado 7 de octubre con un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 heridos. Desde entonces, la devastadora ofensiva israelí sobre la Franja ha dejado más de 40.700 muertos, 94.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados, casi la totalidad de la población.