Una española que vive en Corea cuenta al fin su anécdota más chocante: "Lo más salvaje desde que vivo aquí"

Si pensabas que ya nada podría sorprenderte en el trabajo, espera a escuchar lo que le pasó a @aidavert, una creadora de contenido española viviendo en Corea del Sur. Después de un tiempo en la ciudad, decidió compartir con sus seguidores en TikTok una de las situaciones más extrañas que vivió en su oficina coreana, algo que dejó a todos con la boca abierta.

Todo parecía ir relativamente bien al principio. Trabajo, oficina, colegas. Pero las cosas comenzaron a ponerse raras cuando su jefe empezó a hacer algo completamente inesperado: cada viernes, a las 7 de la mañana, su jefe se metía en su oficina y empezaba a tocar el piano eléctrico durante horas, sin importar lo que los demás tuvieran que hacer.

En lugar de dar ejemplo con su productividad, la tiktoker cuenta que la oficina se convertía en un "concierto privado" para él, algo que le pareció completamente incomprensible. "Ni me abría la puerta", recuerda.

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Lo que vino después no hizo más que añadir surrealismo al asunto. A medida que su jefe seguía con sus conciertos matutinos, la joven comenzó a notar actitudes extrañas por parte de su jefa. De un día para otro, implementó una regla bastante inusual: los martes y jueves todos debían salir puntualmente a la hora, algo que para muchos parecía contradictorio, sobre todo porque en la cultura laboral coreana, las horas extra son la norma.

Sin embargo, la razón detrás de esa extraña regla fue aún más insólita: resulta que el jefe de @aidavert tenía una novia de 19 años, y quería que ella viniera a la oficina durante esos días, mientras su hija, que también trabajaba en la misma empresa, era mayor que su novia.

Este panorama se volvía cada vez más extraño, y la española, lejos de tomárselo mal, se tomó todo con humor. "Este señor podría ser mi padre", comenta entre risas, explicando lo incómoda que era la situación. No solo era raro que su jefe tuviera una relación con una persona mucho más joven, sino que la situación se volvía aún más extraña por la dinámica familiar de la oficina.

A pesar de todo, la joven española nunca dejó de intentar encontrar algo positivo en la situación, aunque lo que más le sorprendía era la actitud de su jefe, que no parecía importarle la incomodidad de los demás.